Morgan inaugura este jueves (sala Mozart, 20.00 horas) una nueva edición del Festival de Jazz de Zaragoza con la gira de su nuevo trabajo, The river and the stone.

‘The river and the stone’ es el título del trabajo que acaban de publicar, ¿de dónde viene esta metáfora?

A nosotros siempre nos gusta mucho el recurso de las cosas de la naturaleza porque nos ayuda a ponerle cara a lo que estamos pensando y sintiendo. Cuando estábamos haciendo este disco, nos pareció que la letra del tema River nos ayudaba a poner el broche al conjunto de canciones que íbamos a sacar. Nos gustaba también la dualidad que sacaba el título. No sé, es una cosa que irá teniendo más sentido según conforme vaya conociéndose y, sobre todo, viviéndose el disco en nuestros directos. Siempre digo lo mismo, el disco es un recorrido en el que las canciones están muy vivas y acaban de nacer. 

Para mí, es un disco rompedor con lo que habían hecho hasta ahora en el sentido de que la primera escucha me desconcertó porque no fui capaz de identificar esa unidad que uno siempre busca en el disco. Creo que el tono general es mucho más contenido.

Totalmente, de hecho, nosotros hablamos y notamos ese otro enfoque que también teníamos ganas de hacer. Como tuvimos más tiempo del que nunca pensamos que íbamos a tener, eso nos dio tiempo a sin cambiar la filosofía de trabajo, para ponernos a probar cosas como ir hasta la segunda inercia y no quedarnos en la primera que es la que conocemos y con la que nos sentimos muy a gusto trabajando. En esta ocasión, nos gustaba más darle una vuelta más. Por ejemplo, si nos gusta mucho que crezca la dinámica de la canción y que estalle al final, vamos a probar a hacerla contenida entera. Ir probando cosas distintas porque queríamos demostrarnos a nosotros mismos que podíamos hacerlo. Y así hemos disfrutado mucho el proceso, ha sido superinteresante y el disco sí que hay que escucharlo varias veces para encontrar esa unidad pero la tiene. De hecho, nosotros, que ya tenemos muy trilladas las canciones, cuando hicimos el orden, vimos claro el sentido que, al final, se le encuentra.

Un confinamiento nunca le pilla bien a nadie pero dentro de lo que cabe no os pudo pillar mejor con una gira recién terminada.

Sí, sí… Tuvimos bastante suerte porque justamente, dos semanas antes, terminamos la gira y por ese lado pudimos libramos. Pero evidentemente todo esto nos ha afectado a todos de una u otra manera, independientemente de cómo lo hayamos vivido cada uno, esto es una cosa que repercute en la cabeza. Dentro de nuestros planes esto lo cambió todo bastante y nos fuimos adaptando poco a poco. Nosotros queríamos dedicarle el mayor tiempo posible a las canciones y por suerte lo pudimos hacer. Evidentemente no pensábamos que íbamos a tener tanto tiempo pero lo hemos podido aprovechar y disfrutar dadas las circunstancias.

Han planteado la composición de este disco en medio de un proceso de convivencia en una casa en Francia, ¿qué ha aportado ese método?

Nos ha dado un punto de hablar mucho más, conocernos más si cabe, entender dónde está el otro, qué sentía, cómo le había sentado al otro lo que había pasado… El proceso ha sido mucho más cercano, hemos podido aprender los unos de los otros tanto personal como profesionalmente y eso que ya nos conocíamos mucho, y eso se nota en las canciones.

¿Sienten que la banda inicia una nueva etapa en el sentido de que es el momento de acceder a un nuevo estadio de las cosas?

Bueno... sí que sentimos que este disco es un pasito más, un nuevo capítulo pero nosotros todo esto lo vemos como una cosa más de caminar y ver hasta dónde podemos llegar haciéndolo lo mejor que podamos. No nos paramos a pensar en un antes y un después. Evidentemente las cosas ocurren pero cuando ya tienes algo más de perspectiva, esto es un capítulo más y damos lo mejor que podemos.

Solo hace cinco años desde que sacaron su primer disco, me gusta que utilice la palabra perspectiva, a veces tan poco presente en este mundo.

Es que esto que nos está pasando es una cosa muy difícil y algo milagroso porque tienen que darse muchos factores que no tienen por qué darse. Nos alucina mucho todas las cosas que nos van pasando. Por eso, nunca damos por sentado nada y somos conscientes de que tenemos que disfrutarlo mucho y lo valoramos y agradecemos mucho.

El éxito ha llegado desde un tipo de música que no es ni mucho menos de masas en España...

Es que es una cosa… Me llegas a preguntar cuando estábamos grabando el North y no tenía ni idea de por dónde iba a ir esto. A mí me sorprende todo esto y lo hablamos entre nosotros. Es muy difícil que esté pasando y, por eso, joder, lo valoramos mucho, mucho.

Volvieron a los directos en Alcalá de Henares y ahora llegan a Zaragoza. Supongo que ya tendrían ganas.

Estoy muy feliz, teníamos muchísimas ganas de subirnos al escenario, empezar otro nuevo capítulo y nueva gira. No puedo contenerme ya de las ganas que tengo. Teníamos muchas ganas de ver cómo convivían las canciones antiguas con las nuevas y de cómo iba a fluir el concierto, y todo fue muy bien.

¿Uno no se olvida de subirse a un escenario a pesar de que pase el tiempo, no?

Mira, sí que pensaba que se me había olvidado cómo subirse a un escenario pero, no, está todo bien, está en el background de nuestro cerebro. Siempre puedo hacerlo mejor o peor sobre todo hablando pero disfrutarlo, lo disfrutamos muchísimo. La sensación del otro día fue alucinante, estamos deseando empezar esta gira y vivirla a tope.

¿Cómo va a ser el concierto?

Queremos que convivan bien todas las canciones, tocamos el último disco casi al completo menos una y también repasamos las que más nos definen que habíamos hecho en otras giras y que son importantes para vivirlas y cantarlas con el público y esperamos que sea suficientemente divertido. Para nosotros, el otro día lo fue y eso también es importante porque si nos divertimos tocando eso también se siente desde fuera y ayuda a venirse un poco arriba y sentirse integrado.