El gran telón naranja que ha presidido el salón de actos del Centro Cívico Teodoro Sánchez Punter adelantaba una tarde llena de color. La gran gala del circo aragonés, incluida en la programación de la octava edición del Festival de Circo Ciudad de Zaragoza, ha llenado un teatro dispuesto a disfrutar con los diferentes espectáculos ya rendir homenaje a los galardonados con los premios Marcelino en este 2021.

Los 20 minutos de retraso con los que ha arrancado la tarde no han bajado el ánimo de unos asistentes de todas las edades: muchos padres han elegido el circo como la forma de pasar la tarde con sus pequeños. Ha sido salir Arturo Peliagudo, peculiar maestro de ceremonias de la gala, y los primeros aplausos se han dejado escuchar. También han sido ovacionados los miembros de Ductus Estudio, encargados de hacer el galardón.

La primera de las premiadas de la tarde ha sido Mar Ollés, que ha sido nombrada la Joven Promesa del circo aragonés. Ollés no ha podido asistir a la gala porque se encuentra en Madrid con su formación especializada, pero ha dejado un vídeo para el momento en el que ha agradecido su aprendizaje en Zaragoza y ha asegurado que se encuentra en la capital para «poder trabajar en el futuro en el circo».

Pasen y vean, de Producciones Kinser, ha sido elegido el Mejor Espectáculo de circo en Aragón. Un show que se encuentra de gira por España y que sus artistas han defendido en una videollamada, pidiendo, entre risas, «nuevos premios rápido, que ya tenemos una edad». «Es unespectáculo para pasarlo bien, que es de lo que trata el circo», han resumido sus protagonistas.

La función breve también ha tenido su hueco en la gala. con el reconocimiento de Imparto sonoro, de la compañía MariLoli, como el mejor número que no supera los 20 minutos. La compañía, unida a Gustavo Jiménez, presentó un espectáculo que combina la poesía con el arte circense y reivindica la figura de los portadores, siempre alejados de los focos. «Estamos hartos de la competitividad y queremos mostrar que llegamos mucho más lejos cuando nos acompañamos y nos cuidamos», han asegurado los artistas.

La escuela de circo Capicua, en Huesca, ha recibido el galardón a la mejor promoción del circo en Aragón. «Una aventura», según Rebeca Encuentra, fundadora de la escuela, que ya reúne a más de 200 oscenses en torno al circo.

El momento más emotivo de la jornada lo ha proporcionado el Marcelino a la mejor trayectoria, que se ha entregado a título póstumo a Javier Brun. Begoña Puértolas, viuda de Brun, describió el premio como «una hermosísima sorpresa» que reconoce el trabajo del gestor cultural oscense durante toda su trayectoria profesional.

El jurado que ha escogido a los cinco premiados con el Marcelino estuvo compuesto por Pepe Viyuela, payaso y humorista; Pilar Barrio, directora de la Feria Internacional de Teatro y Danza de Huesca; Patricia Ciria, directora de Informativos de Aragón Televisión; Javier Acín, concejal de Cultura del Ayuntamiento de Jaca; y Jessica Daspet, impulsora del festival de circo Pradoluengo.

Intercalados entre cada una de las entregas de premios, los cinco espectáculos han ofrecido emociones de todo tipo a los asistentes. La francesa Maëlle, con su ejercicio sobre el mástil chino, ha sacado más de un grito al público, que ha sufrido con sus acrobacias a varios metros de altura y sin protección, más allá que su prodigioso equilibrio.

OX le ha tomado el testigo con un juego, desde su silla de ruedas, en el que tres sombreros han viajado por su cuerpo y siempre han encontrado refugio en su cabeza.

Edu Martínez, apodado entre los payasos como El Fuerte, ha demostrado el porqué de su mote con una serie de coreografías y saltos, mezclados con humor, en lo que ha pretendido ser una sencilla tarde de limpieza sobre el escenario.

Las luces han desaparecido con la entrada de Chéchare y de su bául, de espacio infinito. De él han salido bolos, serpentinas y bolas de cristal con las que el artista ha jugado para crear, gracias a los neones, un espectáculo de potente visualidad que todo el mundo ha aplaudido.

La italiana Martina Covone ha cerrado la tarde y ha vuelto a las alturas: su cuerda aérea, el hábitat favorito de la equilibrista, ha vuelto a abrir bocas y a provocar más de un escalofrío.

La gran gala del circo aragonés ha demostrado la magia que siempre atesora esta disciplina y ha celebrado el gran momento que atraviesa el circo en la comunidad. Y que dure.