La Escuela Museo Origami Zaragoza (EMOZ) ha logrado reunir en su sede del Centro de Historias la obra de uno de los grandes referentes del arte del papel plegado: Jean-Claude Correia. El artista francés, fallecido en 2016, no fue un origamista al uso porque casi nunca intentó replicar la forma de un animal o una figura concreta. Correia, que también fue pintor, apostó más por la abstracción, creando texturas únicas que sugieren cortezas de árboles, fósiles, lava volcánica o la piel de un cocodrilo. Casi 70 de esas piezas, muchas realizadas hace más de 40 años, componen la exposición El arte en los pliegues, que se podrá visitar en la segunda planta del Centro de Historias desde este sábado y hasta el 13 de marzo de 2022.

«Mi padre descubrió con el origami un buen medio para reflexionar sobre la vida y el ser. Tenía pavor al desgarro y a cualquier cosa que cortara, y para él doblar papel significaba también reunir y acercarse a los seres humanos», ha explicado este jueves en la presentación de la muestra su hijo Julien Correia. El artista francés llegó al origami por casualidad. Fue en 1973. Tras la muerte de su admirado Picasso, Correia comenzó a hacer pajaritas con papel de periódico en su honor, y poco a poco fue descubriendo el potencial del plegado como medio de expresión creativa.

Con una visión muy plástica (también trabajó activamente como pintor), el artista francés decoraba sus obras con pintura o lápiz de color, sugiriendo formas naturales sin pegamentos ni cortes.

La exposición que ha logrado organizar la EMOZ supone una ocasión única para los aficionados al origami, ya que la obra de Correia, que en 1978 fundó el Mouvement Francais des Plieurs de Papier, no se ha podido disfrutar desde hace 15 años, según ha destacado el director de la EMOZ, Jorge Pardo.

La del artista francés no será la única exposición que se podrá ver estos días en la segunda planta del Centro de Historias de Zaragoza. La EMOZ ha organizado también la muestra Origami Bicentenario Perú, que pretende conmemorar los 200 años de independencia del país sudamericano con obras de 16 origamistas peruanos. Las 45 piezas que la conforman están inspiradas en su cultura. Así, se pueden ver figuras de animales como la llama, la vicuña, el oso de anteojos o el perro peruano. También iconos de la cultura inca como la Puerta del Sol (Inti Punku) o la bandera cusco y personajes relevantes de su historia como el poeta César Vallejo.

Regresan los talleres

Por otra parte, Pardo ha anunciado que los talleres regresan a la EMOZ tras el parón obligado por la pandemia. Se celebrarán a partir del 8 de enero los sábados por la tarde y los domingos por la mañana. «Además, continuamos con los concursos y ahora tenemos uno en el que hay que adivinar de cuántos papeles está formado nuestro árbol de Navidad», ha apuntado Pardo.

Desde su apertura en diciembre de 2013 y hasta principios de este año, la Escuela Museo Origami Zaragoza ha alcanzado las 170.000 visitas, convirtiéndose en un referente para los amantes de la papiroflexia.

La EMOZ prevé continuar programando para llevar el arte del papel doblado a las aulas y ya están planteando el nuevo proyecto de Origami y Matemáticas en el que también prepararán al profesorado para aplicarlo. En los meses más concurridos, el museo ubicado en el Centro de Historias de Zaragoza puede llegar a acoger a más de 3.000 visitantes, una cifra nada desdeñable.