Tiene solo 16 años pero las ideas muy claras. Carlota Gurpegui quiere dedicarse a la interpretación, aunque deja espacio a las dudas propias de la adolescencia: «Estudio bachillerato y me gustaría hacer psicología». Las preguntas en torno a los estudios son solo unos temas que trata Hit, la producción de RTVE dirigida para el público adolescente que protagoniza la actriz zaragozana.

Con las emociones todavía a flor de piel por el fin de la serie –«Todos los participantes quedamos para ver el final juntos»–, Gurpegui asegura que Hit es una experiencia que marcará su vida: «Esto ya es parte de mi vida, situaciones que van a marcar cómo evoluciono como persona». 

La producción ha sido un éxito de público y televisión. Hit, profesor de secundaria experto en lidiar con problemas, acude a un centro para ayudar a los adolescentes en su camino escolar. «Los temas están a la orden del día», certifica Gurpegui.

El tratamiento de la adolescencia hace que los propios actores profundicen en sus problemas: «Creo que mi generación vive demasiado rápido». «Vamos adelantados, hacemos cosas que nos tocaría experimentar en unos años», cuenta una Carlota Gurpegui que, aunque siente que está cambiando su actitud, sigue queriendo ser «más mayor de lo que soy». Hit cumple, para actriz, otro papel: «La sociedad necesita que se le cuenten historias de la forma más bonita posible». 

Crecimiento personal

Un aprendizaje que interesa a todo el equipo encargado de hacer Hit, como indica la zaragozana: «Nos interesan mucho las reacciones de los adolescentes, de los padres y de los profesores». Unas opiniones, apoyadas con un debate posterior a la emisión de los capítulos en la televisión pública, que han servido porque «los comentarios de los espectadores han ayudado a la construcción de la segunda temporada». «Lo mejor de Hit es que el juicio que se hace en los primeros capítulos no tiene nada que ver con lo que se siente al final», sentencia Gurpegui, que ve en todos los protagonistas «una evolución brutal».

El crecimiento de Paula, el personaje de Gurpegui en la serie, ha tenido su reflejo en el de la joven actriz aragonesa. «Lo más duro ha sido compaginar todo el ritmo de la serie con los estudios», recuerda Carlota Gurpegui, que también admite que pudo organizarse bien. «En los viajes o en cualquier descanso sacaba tiempo para estudiar», explica la zaragozana, que combinaba el repaso de los guiones con sus estudios de bachillerato. Aunque, los primeros, se memorizaban más rápido: «Llegas a un punto en el que conoces tanto a tu personaje que sabes la forma en la que se tomaría un café». «Cuando me siento plena es actuando frente a la cámara», asegura una actriz que tiene claro que «con cinco años, dándole una réplica a mi madre, ya supe que quería ser actriz». 

Aunque muy joven, su experiencia ante la cámara ya es dilatada: Gurpegui fue uno de los rostros de Las niñas, la exitosa producción de Pilar Palomero. «La mirada de Pilar es muy dulce, mientras que Oris –director de Hit– prefiere algo más cañero», compara Gurpegui, que añora «el espacio para la improvisación» que la directora aragonesa dejó durante el rodaje de su película.

Las diferencias, aparte de temporales, también tocaban a los papeles y el argumento en los dos productos, aunque en ambos Gurpegui tenía el papel de una estudiante adolescente: «Las principales diferencias entre Las niñas y Hit han sido las formas de tratar ciertos temas y el entretenimiento que tienen los jóvenes en cada momento».

Con un nuevo corto junto a varios actores de la comunidad y haciendo «todos los cástings» que se puede, Carlota Gurpegui es la nueva cara del audiovisual aragonés y mantiene fijo su objetivo de dedicarse profesionalmente a la interpretación.