Hace cinco años, le llegó un manuscrito a Bernal y ni se lo pensó, le gustó tanto la historia de Juan sin móvil que con los ojos cerrados le dijo al alicantino José Vicente Sarmiento, «sí». Y su olfato, como a él le gusta decir, no le falló. Un lustro después, el libro es un referente de la literatura juvenil, ha vendido más de 21.000 ejemplares, acaba de sacar su séptima edición y desde el año pasado está también en Corea del Sur. Ahora, Sarmiento y Bernal han vuelto a unir sus fuerzas para ir un paso más allá y publicar el segundo volumen de las aventuras de Juan sin móvil centrado en los videojuegos (de ahí el título de Game over). 

«La clave –cuenta Bernal– es que les contamos una historia a los chavales a través de las ilustraciones y eso es lo que les acaba llegando más». De hecho, esa fue la apuesta desde el principio de la editorial, Fun Readers, creada por profesores que buscaban educar a través de la lectura. Y una vez tenido el guion, Bernal ha tenido «total libertad» para hacer las ilustraciones. De hecho, ha volcado en el protagonista rasgos de su personalidad. Sin llegar a ser un autorretrato, por ejemplo, el aragonés ha colado escudos del Real Zaragoza, el equipo de Juan, o se ha inspirado para algún rasgo en sí mismo.

El dibujante Bernal, en una exposición sobre su obra que se pudo ver en el Centro Joaquín Roncal de Zaragoza. EL PERIÓDICO

La premisa de la serie de Juan sin móvil está clara, la tecnología no es mala pero hay que saber darle uso y, sobre todo, controlarla en una franja de edad (el libro está fundamentalmente dirigido a niños de entre 8 y 10 años) en la que «hay que tener cuidado».

Una de las principales novedades de este volumen, además de la trama que no desvelaremos para no restarle emoción a la lectura, es que se ha añadido un epílogo a modo de diccionario con términos que usan los niños de esas edades y cuyo significado en ocasiones «se le escapa a los padres». Es el caso de vocablos como bichear, chetado, hater, lootear, tauntear y trollear, entre otros.

Game over acaba de salir publicado, justo para la campaña navideña, y ya está teniendo bastante aceptación entre el público juvenil. El primer volumen avala la propuesta y ya lo han podido disfrutar desde España hasta Corea del Sur.