Aunque pueda parecer lo contrario no pasea por la ciudad con la cámara colgada sino que usa un método mucho más sencillo para capturar las imágenes que luego plasmará en sus óleos hiperrealistas: “Llevo una agenda y cuando veo una escena que me emociona, apunto las coordenadas geométricas del lugar, las condiciones climatológicas y la hora que es. Otro día vuelvo para hacer la foto y luego ya trabajo con una retícula en el lienzo donde dibujo la escena y ya después entra la pintura”. El zaragozano José Miguel Palacio, una de las referencias hiperrealistas en España, inaugura en el Patio de la Infanta, de la mano de la Fundación Ibercaja, su exposición Sinfonía urbana. El propio artista la ha presentado esta mañana acompañado del comisario de la muestra, Juan Manuel Bonet; del director general de la Fundación Ibercaja, José Manuel Rodrigo; y de la jefa de Cultura de la fundación, Mayte Ciriza.

La muestra, que estará abierta hasta el 22 de mayo, incluye 31 óleos y el políptico De Madrid al cielo compuesto por 24 pequeñas pinturas que llaman al espectador “a detenerse y observar lo que son las ciudades”. En los 55 trabajos que se pueden visitar, el autor retrata a ciudades como Madrid, Barcelona, Zaragoza y Marbella. “Es un pintor entregado a las ciudades –afirma Bonet- y, de ahí el nombre de la exposición. Es un concepto que nace en los años 20 del siglo pasado en el cine en una corriente que recoge “todos esos elementos que fascinan al hiperrealista. Algo que hace Palacio apoyándose en la parte figurativa de los siglos anteriores”.

En la obra del aragonés (que regresa a casa ya que vive desde hace muchos años en Madrid) se pueden observar cuatro líneas de trabajo, según explica él mismo: “La arquitectura, la alta velocidad, los espejos de las escaparates y el mar, que es la corriente que estoy explorando ahora con un cuadro sobre yates de lujo en Marbella”. “Todas las obras –apunta el propio artista- están tremendamente dibujadas antes de pintar”. Algo que, señala el comisario Bonet, “habla de su capacidad dibujística de bordeado y que ha llegado a enfadar a gente porque la pintura acaba con la opción de poder admirar esos trazos de Palacio”.

En ese sentido, el artista explicó cómo había llegado al hiperrealismo: “Estudié en la Escuela de artes de Zaragoza y entonces me introduje en el expresionismo que derivó al surrealismo en el que milité durante 25 años con una pulcra trazada eso sí. Y en 1999, decidí dar un paso más y me metí en el hiperrealismo donde intento dibujar la modernidad. Por eso, por ejemplo, veis que dibujo trenes AVE y no los viejos de carbón. Quiero estar en la modernidad”.

A diferencia de otros pintores hiperrealistas, José Miguel Palacio sí sabe cuando tiene acabada una obra: “Para mí, el lienzo en blanco no es un drama porque trabajo por bloques o fases con mis temas. Empiezo a pintar por la parte izquierda superior del cuadro, acabo en la inferior derecha y no regreso nunca, no vuelvo atrás. Un artista debe saber cuándo su obra está terminada porque si no se produce mucho sufrimiento”, concluye José Miguel Palacio antes de una invitación directa: “Pasen y vean”.

Sinfonía urbana se puede visitar hasta el 22 de mayo en el Patio de la Infanta de lunes a sábado de 11.00 a 14.00 horas y de 17.00 a 20.00 horas y los domingos y festivos de 11.00 a 14.00 horas. Las entradas cuestan 5 euros.