El primer óleo de la exposición resume el pensamiento de Eva Armisén en torno a la pintura y la vida. Se despoja de la máscara para poder mirar en libertad, sin ataduras: “La pintura es ese espacio abierto para poder mirar donde queramos y que nadie nos puede arrebatar”, explica la artista aragonesa que acaba de inaugurar en la Lonja de Zaragoza su macroexposición, Alegría, con más de 200 obras en lo que es su primera gran muestra en su ciudad después de haber triunfado en buena parte del mundo, especialmente en Asia, y la más grande que ha hecho nunca, al menos en España. La artista, “muy emocionada”, ha presentado esta mañana la exposición acompañada de la vicealcaldesa de Zaragoza, Sara Fernández; la jefa del servicio de Cultura del Ayuntamiento de Zaragoza, Romana Erice; y la comisaria de la muestra, Dolores Durán.

“Cuando me dijeron que iba a exponer aquí, primero no me lo creía y luego me bloqueé por la gran responsabilidad que suponía”, narra la artista. Sin embargo, fue ahí cuando surgió el título de la exposición: “Cuando inicio un proyecto, me ayuda pensar en un concepto. Me acordé de cuando era pequeña y mis padres nos anunciaban que íbamos a bajar al Pilar. Vivíamos enfrente del Clínico y para nosotras esa excursión era una fiesta, una ilusión y un estímulo. Y para mí, pintar también es alegría, algo que me ha traído luminosidad a la vida”. De ahí que la exposición se llame Alegría. De hecho, explica la comisaria de la muestra, “lo que quería la artista es que ese sentimiento permanezca a través del paseo por la Lonja y que no desaparezca”.

La muestra, que impresiona por su vistosidad, apuesta por un recorrido dividido por secciones “con temas que le hacen sentir a Eva Armisén y no cronológico”, asevera Durán, que señala que, por ello, se han creado ocho ámbitos distintos. En Pintar la vida, se exponen autorretratos de la artistas en diferentes momentos de su vida, “de especial relevancia es el que aparece tejiendo ya que ella lo interpreta como construir la vida”. En ese sentido, uno de sus cuadros es desbordado por el propio hilo rojo que Armisén va bordando “de manera imperfecta pero es así como se construye la vida”, señala la zaragozana.

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La alegría de Eva Armisén deslumbra en la Lonja

“Su vida es su pintura –aclara Durán-, hace personajes reconocibles, de una aparente simplicidad y con los que crea un mundo propio y muy personal”. La magia de los momentos cotidianos en escenas con la familia “de sangre y la de corazón” queda reflejada en Léxico familiar. Lo extraordinario de lo cotidiano mientras que en Amor, Eva Armisén despliega la pasión a través de sus dibujos y el cariño desde todos los puntos de vista. Durante el confinamiento, la artista ideó un “sistema de comunicación con el exterior” que consistía en que sus amigos le mandaban fotografías y ella dibujaba retratos a partir de ellas, pinturas que se exponen ahora en la Lonja en una nueva sección que da paso a La lucha y la fragilidad. Es aquí donde se aprecia un cambio técnico ya que Armisén se ha introducido en la cerámica junto a Toño Navarro “para hablar precisamente de esa fragilidad”. Es una sección donde también se ve la lucha entre la cabeza y el corazón que a veces siguen caminos diferentes y hay que “reamarse”, reflexiona la comisaria de la muestra.

Ya en el tramo final, Naturaleza y un espacio dedicado a uno de los proyectos más singulares en los que ha trabajado la artista, Haenyeo: mujeres en el mar. “Estando en Corea del sur me hablaron de este grupo de buceadoras de avanzada edad cuya historia se remonta a siglos. Ellas se dedican a la pesca sumergiéndose en el océano sin máscaras de oxígeno. Uno de los dibujos que les hice salió publicado y se puso en contacto conmigo una directora que estaba haciendo un documental sobre ellas lo que me permitió convivir con ellas. Fue una experiencia conmovedora”, dice emocionada la artista zaragozana. De aquello salieron un buen número de ilustraciones que forman parte de un libro que es best seller en la propia Corea del Sur.

Como no podía ser de otra manera, la exposición concluye con una Celebración que incluye obras de verbenas y baile. “Todo para mantener el latido del corazón que nos acompaña a lo largo de todo el paseo por la exposición”, concluye Dolores Durán.

Alegría se puede visitar hasta el próximo 24 de abril y se han organizado una serie de visitas para escolares (previa reserva gratuita los jueves a las 10.00 y a las 12.00 horas), familias (sábados a las 18.00 horas) y para público general (domingos a las 11.00 horas).