Comenzó a escribir su primera novela por mera diversión, la autopublicó «sin ninguna pretensión» en Amazon y acabó siendo un éxito de ventas tras ser fichado por Espasa. Rafael Tarradas Bultó se convirtió hace dos años en uno de los grandes fenómenos literarios de la temporada con ese libro (El heredero), en el que ficcionó las historias familiares que su abuelo le contaba sobre la Guerra Civil. En su segunda novela, El valle de los Arcángeles, Tarradas ha tirado de otro hilo familiar para armar una historia enmarcada en la Cuba esclavista de finales del siglo XIX, aún bajo dominio español.

«Mi tatarabuela era indiana y aunque no tengo mucha información sobre ella sí que es cierto que esa fue la chispa que me puso en la pista para contar esta historia», explica Tarradas, que esta tarde ha presentado en el Ámbito cultural de El Corte Inglés El valle de los Arcángeles, convertida también en un éxito de ventas. El escritor plantea ese viaje a Cuba, «la colonia más rica de España en esa época», desde Barcelona, donde reside la protagonista –«una suerte de Scarlett O’Hara española»–, que ve la oportunidad de salir de la miseria seduciendo al heredero de uno de los tres ingenios azucareros cubanos del valle ficticio que da título al libro.

Aunque se trata de una novela de ficción, Tarradas se ha esforzado en construir anclajes históricos a través de un intenso proceso de documentación para atrapar aún más al lector. «Buceé en los pocos libros que hay sobre la Cuba de esa época, entre 1860 y 1870, y contacté con varios historiadores para armar un contexto lo más real posible. La sastrería más elegante de La Habana, el restaurante de moda, el tipo de ropa, el trato a los esclavos... Todos esos detalles me los podría haber inventado, pero están muy documentados para que el viaje sea lo más real posible y todo el mundo se quede con una idea muy clara de cómo era la Cuba de esa época», destaca Tarradas Bultó, que es nieto del fundador de Bultaco y Montesa, primo de Sete Gibernau, sobrino del aventurero Álvaro Bultó (fallecido en accidente de deporte extremo) y sobrino nieto del empresario José María Bultó (muerto en atentado terrorista).

Aventura, amor y 'thriller'

En esta novela de ficción histórica «con dosis de aventura, amor y thriller», Tarradas relata una época «con mucho lujo y glamour, pero también con mucha injusticia». Así, el lector entra en los palacios y haciendas de la élite criolla y de los indianos enriquecidos con las plantaciones de caña de azúcar, al tiempo que se sumerge de lleno en el mundo de la esclavitud. «Fue una época muy glamourosa porque los plantadores de azúcar eran de las mayores fortunas del mundo, pero era una sociedad basada en una injusticia tremenda, ya que casi la mitad de la población en Cuba eran esclavos». Una injusticia conectada y consentida desde España. «La mayoría de las grandes fortunas españolas de la época tenían negocios en Cuba y estaban directa o indirectamente ligadas a la esclavitud. Hasta la reina María Cristina tenía una plantación», recuerda Tarradas, que apunta que en la novela aparecen personajes históricos y traficantes de esclavos muy conocidos como Julián de Zulueta o Pedro Blanco.

Todo ese contexto le ha ayudado a retratar «una época muy novelesca y apasionante» (con asesinatos incluidos) en un escenario «muy visual». «El heredero estaba muy basado en la historia de mi familia, en este solo es la semilla de la historia, pero a mí solo me gusta escribir de lo que sé y conozco», indica este barcelonés nacido en 1977. 

Su aterrizaje en la novela

Reconoce Tarradas que su incursión en el mundo de la novela sorprendió a su familia y amigos, algunos tan conocidos como Eugenia Silva, Paula Echevarría, Carolina Adriana Herrera o Luis Medina. Pero él tampoco le da demasiada importancia. «Todo ha surgido de forma muy natural y espontánea. Nunca pensé que mi primera novela se iba a publicar. Me puse a escribir porque me divierte y me relaja. Siempre me ha gustado mucho leer y me encanta la historia, así que mientras pueda seguiré disfrutando», comenta Tarradas, que ya está preparando la continuación de El heredero. «Más que una segunda parte es una historia nueva surgida a partir de un personaje de esa novela, una especie de spin-off».