El año 2021 el Servicio de la Mujer del Ayuntamiento de Zaragoza se planteó recuperar el legado de las aragonesas de los siglos XIX y XX. De este proyecto nos llega el tercer volumen que se dedica a las mujeres que, en ese tiempo, abordaron la conquista de espacios científicos, médicos, jurídicos y tecnológicos. Como dice Magdalena Lasala, autora de esta magnífica publicación y realizadora de esta acertada investigación, se habla de mujeres que han sido claves en la construcción del mundo en el que vivimos, con las que tenemos una deuda incluido el reconocimiento por su especial esfuerzo y concienzudo trabajo.

Yo les recomiendo que se lo lean, que lo estudien bajándoselo de la red (donde lo tienen a su disposición) y que comiencen a descubrir muchas cosas: que en 1850 una zaragozana (Polonia Sanz) fue la primera dentista española, que la bilbilitana Blanca Catalán fue la primera botánica, Ángela García la primera catedrática de Física y Química, la teresiana Carolina Jiménez la primera licenciada en Matemáticas o la escolapia Carmen Rius la primera licenciada en Físicas en Zaragoza.  

Les aseguro que es una aventura descubrir el esfuerzo y la lucha de estas antecesoras del Aragón de hoy, por lo cual solo me queda captar su interés con menciones a la oscense Irene Monroset, descubridora de la Mercromina, a la montisonense Concepción Diego primera licenciada en Medicina en 1926, a la zaragozana Martina Bescós primera cardióloga española, a la primera abogada colegiada en Teruel en 1942 (Isabel Asensio), a la primera registradora de la propiedad española (la zaragozana Beatríz Blesa), a Encarnación Cabré la primera arqueóloga española, a Sara Maynar, primera licenciada en derecho en 1929 y Premio extraordinario de licenciatura… No dejen de leer este extraordinario trabajo de Lasala, que habla del notable papel que siempre ha tenido la mujer en nuestra sociedad, aunque el poder en manos de los hombres no se lo reconozca. Es un acto de homenaje a las pioneras aragonesas.