EL ANIVERSARIO DE UNO DE LOS ACTORES ARAGONESES MÁS CONOCIDOS

40 años sin Paco Martínez Soria

El aragonés siempre tuvo claro que su filosofía era hacer reír al público, algo que aplicó a lo largo de toda su carrera, en el teatro y en el cine, que lo consideró un medio y no un fin

Paco Martínez Soria volcó toda su carrera teatral (en la imagen, el actor, en una de sus funciones) y cinematográfica a la comedia.

Paco Martínez Soria volcó toda su carrera teatral (en la imagen, el actor, en una de sus funciones) y cinematográfica a la comedia. / EL PERIÓDICO

Daniel Monserrat

Daniel Monserrat

Zaragoza

Aunque Pedro Masó no acababa de estar seguro de poder recuperar la inversión, Paco Martínez Soria lo tenía tan claro que se la jugó: «Si la película no tiene éxito, te devuelvo el millón y medio que has hecho de inversión y te abono todas las facturas de la misma». Un año después, en 1966, se estrenaba en los cines La ciudad no es para mí y se acabó el debate. El actor aragonés se convirtió en una estrella (el filme fue el más taquillero de la historia del cine español, algo que mantuvo hasta casi una década después) y traspasó todas las fronteras del éxito. Era el año 1966 y, desde luego, que aquella película le cambió la vida (desde entonces rodaría una al año), con 64 años, pero Paco Martínez Soria ya era un actor teatral de éxito. De hecho, esta película (que el turiasonense le ofreció hacerla a la productora aragonesa Moncayo Films «gratis» sin éxito), era una adaptación de una obra de teatro que, escrita por Fernando Lázaro Carreter, ya había sido un éxito rotundo sobre las tablas.

40 años después de su muerte (falleció el 26 de febrero de 1982 en Madrid), la figura de Paco Martínez Soria sigue en el imaginario colectivo de mucha gente, aunque quizá solo en su faceta cinematográfica: «Él fue un gran empresario de teatro que empieza desde abajo», narra Óscar Abad, que acaba de publicar una biografía del actor, Don Paco Martínez Soria. Aplausos y mutis, y prosigue: «Para él, el cine era un medio más que otra cosa y no le gustaba nada. De hecho, él decía que el cine solo lo usaba para pagar los aguinaldos de la compañía y mantener a su familia». Un hecho que también refrenda Javier Lafuente, autor de la primera biografía del actor, El don de la risa (publicada por Doce Robles): «Buena parte de sus películas no le gustaban, el cine era para él un medio y el teatro el fin», relata Lafuente, que va más allá: «Cuando llega La ciudad no es para mí, él ya era un hombre de mucho éxito en el teatro. Lo que pasa es que con 64 años, de repente la gente lo adora como un abuelo entrañable. Él tiene los mejores tropezones de la historia del cine. Hacía comedia bufona, de sainete, pero a la gente le encantaba».

«Si le dijeras ahora que era un actor de cine, te escupiría a la cara», narra Óscar Abad. «Era un empresario de teatro. Lo que pasa es que los productores de las películas vieron en él un trampolín porque multiplicaba las audiencias y ahí empezó a reservar un mes al año entre sus compromisos teatrales para rodar una película», indica el escritor. Tanto, que hasta su muerte con 79 años acabó dejando 15 películas, la última, La tía de Carlos.

El funeral de Paco Martínez Soria fue multitudinario.

El funeral de Paco Martínez Soria fue multitudinario. / EL PERIÓDICO

Siempre en la comedia

Eso sí, en teatro o en cine, el turiasonense siempre se dedicó a la comedia. «Él explicaba que cuando hacía teatro aficionado su madre se echó a llorar porque lo mataban en escena y, por eso, él solo quería hacer comedia. Probablemente sea una leyenda pero él tenía una gran facilidad para hacer reír», asegura Lafuente. De hecho, hay críticas de la época en prensa que señalan que con solo salir a escena el aragonés, la gente ya se reía. «Le gustaba hacer reír y esa era su filosofía. El pueblo quiere pan, yo se lo doy, pensaba y sí, sabía que había otros productos mejores pero que el pueblo quería esto», dice Lafuente.

Paco Martínez Soria junto a Lina Morgan: ambos fueron dos grandes del teatro en la época.

Paco Martínez Soria junto a Lina Morgan: ambos fueron dos grandes del teatro en la época.

Aunque él residió en Barcelona casi toda su vida, él no se separó de Aragón: «Nunca olvidó sus orígenes. En octubre de 1976, Zaragoza le puso una calle y estaba loco de alegría. Decía que era de admirar que pudiera ir en vida a inaugurar la calle. Nunca olvidó a Zaragoza ni a Tarazona. Por ejemplo, en 1978 les envió una entrada de teatro a todos los que vivían en su calle, fue buzón por buzón», explica Óscar Abad, que recuerda que todas sus obras de teatro pasaban por Zaragoza, siempre por el Teatro Argensola. Y cada vez que volvía a la capital aragonesa, la gente le demostraba su cariño: «No podía ni andar por la calle Alfonso, todo el mundo lo besaba y lo abrazaba y a él le encantaba. Él quedaba con sus amigos en un bar del paseo Independencia y era todo un señor, evidentemente no llevaba boina. A la gente le ha trascendido una imagen que, evidentemente, no era así», señala Javier Lafuente. De hecho, Martínez Soria era un hombre muy serio en casa pero cuando traspasaba las puertas del teatro se transformaba.

A día de hoy, Paco Martínez Soria es una figura conocida por el gran público y cuenta con una gran legión de seguidores, pero, ¿está suficientemente reconocido? «Recibió una medalla de plata al trabajo en 1969, pero a día de hoy no está suficientemente reconocido como lo que fue ni muchísimo menos», según Óscar Abad. Javier Lafuente, sin embargo, tiene otra visión: «Creo que está bien reconocido en su justa medida. Él sabía muy bien lo que hacía, sainete y comedia bufa y eso a él le encantaba. Su arte no se puede elevar a otra categoría, la suya era la de hacer reír y lo hacía muy bien. Protagonizó un fenómeno cinematográfico insólito en la época». Tras su fallecimiento en 1982, se celebró un funeral en Zaragoza que concluyó con más de diez minutos de aplausos de la gente. «Se iba una institución del teatro», concluye Óscar Abad. 

TVE y Aragón TV le rinden homenaje en su parrilla del sábado

Aragón TV emite un reportaje especial del programa Objetivo (14.55 horas) sobre el actor y dos de sus películas más taquilleras: Estoy hecho un chaval (22.10 horas) y El abuelo tiene un plan (23.45 horas). Esta programación se completa con el documental El precio de la risa, de Gabriel Lechón, desde las 1.10 horas.

La cadiera (desde las 9.00 horas) de Aragón Radio recibe al biógrafo de Paco Martínez Soria, Javier Lafuente; la hija del actor, Eugenia; y Luis Varela.

Por su parte, La 1 de TVE también volverá su mirada al actor aragonés ya que esta tard emite un programa especial de Cine de barrio (19.00 horas), presentado por Alaska. Javier Lafuente y el actor Luis Valera dialogarán sobre la figura de Martínez Soria y, además, el programa emitirá La ciudad no es para mí.

Óscar Abad presenta Don Paco Martínez Soria. Aplausos y mutis, una biografía del actor, el sábado 26 en el Centro de Historias(18.00 horas) y el domingo en la Agrupación Artística Aragonesa (18.00 horas).

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