El mes de marzo siempre está protagonizado por las mujeres y el Paraninfo de la Universidad de Zaragoza no quiere ser menos. Este lunes, la escritora y periodista Elvira Lindo ha sido el eje del ciclo El tiempo de las mujeres, que quiere acercar al público zaragozano la vida y la obra de algunas de las mujeres españolas que más influencia han tenido en la cultura y en la sociedad del país en los últimos tiempos.

Junto a la periodista aragonesa Carolina González, columnista de este diario, Lindo ha desgranado algunos de los pasajes más interesantes de su vida, los numerosos lugares de residencia que han marcado su forma de ser y, por supuesto, a Manolito Gafotas, su célebre personaje que cambió la forma de ver a la España de los años noventa. El ciclo, como es habitual, ha estado presentado por Luis Alegre.

Columnista y colaboradora en tertulias radiofónicas, Lindo ha destacado que sigue siempre una máxima en todos los trabajos que realiza: «Tengo la voluntad de ser lo más transparente posible cuando escribo». La escritora ha defendido que la transparencia es «mucho más misteriosa de lo que se piensa», capaz de generar muchos debates.

Condicionada por el trabajo de su padre, la gaditana ha recordado que vivió «en diez ciudades distintas» hasta que entró en la adolescencia. «Ha sido una situación que siempre ha marcado mi forma de ser», ha admitido Lindo, que ha recordado con cariño su experiencia en un pueblo de colonización, junto a un pantano: «Yo viví de pequeña este fenómeno que se reivindica ahora de la despoblación».

«De niña yo ya era vieja», ha contado entre risas la escritora, que ha señalado pasarlo muy bien «junto a las madres de mis amigas y jugar al guiñote con los abuelos de mi entorno». Esa particular influyó seguro en la creación de Manolito.

«Contra lo que mucha gente pueda pensar, ni soy ni vivo en Carabanchel», ha incidido Lindo, que sigue sin entender una peculiaridad que rodea a ese niño madrileño: «Hacen rutas por el barrio pero yo no utilicé el lugar real, aún no sé por dónde los llevan».

Manolito sigue siendo, casi tres décadas después de su nacimiento, todo un fenómeno internacional. «Hace muy poco hemos vendido los derechos para traducirlo al árabe», ha adelantado la creadora, que ha hecho hincapié en que no es el lugar más extraño en el que se venden las aventuras. China, por cantidad, y, contra todo pronóstico, Irán: «Entró directamente en las universidades y se ha convertido en objeto de estudio, porque allí no hay mucha literatura humorística».

Lindo ha concluido su intervención en El tiempo de las mujeres anunciando su debut como directora de cine, aunque no ha entrado excesivamente en detalles. Su inicio tras las cámaras es una muestra más de su papel como «creadora multidisciplinar».