Hace diez años, el oscense Santiago Latorre acababa de publicar su segundo disco (Eclíptica) cuando se lesionó las dos manos y le cambió la vida. «Tuve que dejar una de mis principales herramientas para hacer música, el saxofón, y regresé a España», recuerda el artista, que se vio en la necesidad de recolocarse en el mundo: «Después de un periplo de transición y curación, aterricé en Zaragoza donde empecé a trabajar en Etopia». Y ahí es donde nace el germen de Architecture of friendship, el tercer trabajo del aragonés, que verá la luz el 29 de abril con el sello Foehn Records, pero que este viernes estrena ya su primer single, I want to face deception.

«Todo este entorno y las personas que han ido pasando como residentes por el Laboratorio de sonido (él es el coordinador del mismo), han ido ayudándome a confeccionar una nueva fase en mi música. Ha sido un cambio muy fuerte porque ha sido aprender a trabajar en colaboración y mucho más con mi voz al tener que abandonar el saxofón». De ahí, que este trabajo discográfico sea una obra muy colaborativa en la que Santiago Latorre ha trabajado con el estadounidense Colin Self, el colombiano Atabey Mamasita y la zaragozana Nieves Arilla.

«El concepto general del disco parte de unas palabras de Hannah Arendt que fue acusada de falta de amor a los judíos y ella respondió que no amaba a ningún pueblo, solo a sus amigos. A partir de esa frase, se han ido desarrollando los diferentes temas», explica el oscense, que ahonda en el single que acaba de lanzar hoy: «En este tema, quiero enfrentarme al engaño y hace referencia a como eso, también es parte de las relaciones, no de pareja sino de cualquier persona y cómo afrontar esa situación». Dicho en otras palabras del propio músico, «trata de fomentar el ejercicio de la empatía y la escucha, especialmente en las situaciones más difíciles como son las rupturas o los momentos en los que se revela el engaño, que no tiene por qué ser un engaño relacionado con la fidelidad sino más bien el descubrir algo que no esperabas de la otra persona y que da lugar a una decepción», dice.

La necesidad de parar y ralentizarse

En este tema colabora con Colin Self, alguien con quien le unió algo muy especial en el año 2018: «Tuvo una lesión en la columna en medio de su residencia artística en Etopia y tuvo que parar el ritmo. A mí me pasó igual cuando me lesioné las manos, vivía en Londres, llevaba un ritmo acelerado, con esa vida de las ciudades grandes, y tuve la necesidad de parar, de ralentizar la actividad y de apostar por el cuidado de uno mismo y también de estar atento al cuidado entre los que estamos cerca».

Colin Self y Santiago Latorre, en otra de las imágenes promocionales del primer 'single' del disco. CAMILLE BLAKE

Esa es también la filosofía de este single, asegura un Santiago Latorre, que en 2012 compuso la música para la película Interior. Leather Bar, de James Franco y Travis Mathews. «Fue algo rapidísimo, un falso documental que hizo junto a Travis, que es un amigo mío y por allí llegué al proyecto. Es algo que se hizo con muy poco presupuesto, se rodó muy rápido y se montó en su casa con un ordenador y yo hice la música. Estuvo en Sundance, en la Berlinale y por todo el mundo. Hay proyectos en los que uno invierte mucho tiempo y no dan el fruto que uno espera y este fue una de esas cosas que lo contrario. De repente tuvo mucha difusión, fue una aventura bonita porque toqué en Sundance en la presentación, fui a Berlín, fue una experiencia de conocer a muchísima gente y de abrir puertas para seguir haciendo cosas», concluye el aragonés, quien confiesa que ya está pensando en los directos para presentar su nuevo trabajo y en que «existan por fin las canciones fuera de mi ordenador y las pueda compartir». Antes de que salga el disco el 29 de abril, todavía se lanzarán dos temas más, Recognize, el 25 de marzo; y Self-Some kind of hope, el 8 de abril. Ambos también en colaboración con Colin Self.