Al grupo Cocanha lo conocimos como trío hace ya unos cuantos veranos. Que uno recuerde, la última vez que estas chicas de Toulouse actuaron en Aragón fue en 2018, en el festival oscense Periferias. Ahora, tras el abandono (o lo que fuese) de Maud Herrera, Cocanha ha devenido en dúo; o sea: Lila Fraysse y Caroline Dufau. Y en ese formato actuó el viernes en el zaragozano Centro Cívico Delicias, en la segunda cita del ciclo De la raíz. La formación aragonesa Solo va & The Escais abrió la velada.

Cocanha parte en su oferta sonora del canto polifónico de los Pirineos (cantèra) o, si lo prefieren, de la polifonía occitana, y en occitano interpreta sus canciones. Con la voz, instrumentos cordófonos de percusión (de la familia del muy cercano chicotén) y golpeando con pies y manos; todo, debidamente amplificado. Así, voces (hermosas, moduladas y potentes) y percusiones producen un van construyendo piezas en las que las que la tradición y la investigación configuran un cosmos vigorosamente hipnótico. Dice Cocanha que sus conciertos son para escuchar y también para bailar; el sábado, en Delicias, arrobados como estábamos por el gozoso arte de Lina y Caroline, no nos movimos de la silla.

Este dúo que suena como un cuarteto se enfrenta a un doble reto: por un lado traer a la contemporaneidad unas raíces firmemente asentadas; por otro, difundir una lengua como el occitano, demostrando que se puede llegar a los corazones del público sin cantar necesariamente en un idioma mayoritario. Ver y escuchar a Cocanha en directo es un placer inmenso: el que produce una creación que no entiende de fronteras (ni lingüísticas ni artísticas). Era la primera vez que el dúo actuaba en un escenario zaragozano; confiemos en que no sea la última.

Solo Va es el multiinstrumentista Diago Lezaun , también conocido como Bacilo, (Maut Dulzaineros del Bajo Aragón, Peirot e Compaña), quien grabó un disco con el ya desaparecido Luis Javier Velilla. Y The Escais es una formación que combina rock y electrónica. Juntos, Bacilo y The Escais intentaron armar algo que tuviera sentido dentro de una apuesta por una música tradicional diferente. Creo sinceramente que no lo consiguieron. He visto a Maut en directo, e, incluso con carencias, lo suyo tiene más sentido que lo que escuchamos el viernes. Lástima.