El poeta y narrador aragonés Ángel Gracia ha ganado tres veces el premio de poesía Isabel de Portugal que concede la Diputación Provincial de Zaragoza (DPZ). En 2003 venció con Valhondo, en 2018 con Alumbres y en esta última edición, la correspondiente a 2021, se ha llevado el galardón con Larga noche de las apariciones, un libro que fue presentado ayer en el antiguo salón de plenos de la DPZ y con el que Gracia se afianza como uno de los poetas en activo más destacados de la comunidad. La concesión del premio ha posibilitado la publicación de este su último poemario, que no llegará a las librerías al ser una edición no venal pero que se podrá encontrar en las bibliotecas de la DPZ de toda la provincia.

En Larga noche de las apariciones, Gracia (Zaragoza, 1970) ha querido rendir un sincero homenaje a aquellos artistas aragoneses –sobre todo poetas y escritores– que le han marcado a lo largo de su vida. «En realidad, el libro está dedicado a mis hijos pequeños para que hereden la pasión y el amor que tengo hacia estos autores, y que a través de sus obras lleguen a comprender la vida y el mundo de una forma diferente a la establecida», explica Gracia. Porque la mayoría de los artistas que homenajea en el libro son personajes «iconoclastas, transgresores y rompedores».

Larga noche de las apariciones reúne poemas dedicados a autores muy conocidos como Luis Buñuel, Miguel Labordeta, Sergio Algora o María Moliner y a otros no tan populares como Manuel Estevan o Mariano Esquillor. «Casi todos ellos son aragoneses y los que no lo son han estado muy vinculados con la comunidad, como por ejemplo el poeta Antonio Fernández Molina o el pintor Philip West», indica Gracia, que detalla que todos los artistas homenajeados ya están muertos. «El libro lo escribí poco después de la irrupción de la pandemia. Es por eso que en él no aparecen los poetas Ángel Guinda y José Verón Gormaz, fallecidos posteriormente y a los que hubiera incluido sin dudar», apunta.

Gracia dedica a numerosos artistas aragoneses el libro, en el que también participan: "Son poesías elegiacas en forma de epitafios en los que ellos mismos, a través de mi voz, hacen una especie de repaso de su vida"

En Larga noche de las apariciones, Gracia habita el alma de todos esos artistas y habla por ellos a través de monólogos, poemas en verso y prosa y aforismos. «Son poesías elegiacas en forma de epitafios en los que ellos mismos, a través de mi voz, hacen una especie de repaso de su vida», abunda.

Multipremiado poeta, Gracia también ha escrito dos novelas: Pastoral (2007) y Campo Rojo (2015), y por el momento se siente cómodo en ambos géneros. «Escribir una novela es un trabajo considerable, aunque a mí todo me cuesta un gran esfuerzo porque siempre estoy con la corrección de la corrección. Soy muy obsesivo en ese sentido, menos mal que al final los libros se publican y ya no se puede corregir más», reconoce Gracia, que destaca la buena salud de la poesía en la comunidad: «Hay decenas de poetas publicando. De hecho, creo que Aragón vive su mejor momento y el más brillante en cuanto al número de poetas. Y ya se sabe que de la cantidad surge la calidad».

Una necesidad imperiosa

Lo que tiene claro Gracia es que, para él, escribir sigue siendo «una necesidad imperiosa». Una «pulsión» que nació de muy joven, impulsada también por los compañeros de viaje que fue encontrando por el camino. «Esa necesidad está dentro de uno mismo, pero también se va cultivando con las amistades. Yo con 18 años conocí a personas que han sido muy importantes en mi vida, como Ángel Guinda, Alfredo Saldaña o Sergio Algora. Al final, te subes a ese globo y ya viajas con él para siempre, porque la literatura es una manera de entender la realidad y ver la vida», subraya.

Además de Larga noche de las apariciones, ayer en el antiguo salón de plenos de la DPZ también se ha presentado El testaferro. Esta obra del poeta Miguel Serrano fue la ganadora de la edición de 2020 del premio Isabel de Portugal y no pudo presentarse el año pasado debido a la pandemia. Ambos poemarios han sido publicados ahora por la colección Veruela Poesía de la Diputación de Zaragoza.