La idea era crear un epistolario en torno al décimo Conde de Aranda (Pedro Pablo Abarca de Bolea) y para ese encargo se eligió a Laura Malo (profesora de Historia e investigadora de la Universidad de Zaragoza) quien se puso a bucear en el Fondo Híjar-Aranda del Archivo Histórico Provincial de Zaragoza donde localizó más de 200 cartas, “un número muy amplio para lo que suelen ser las correspondencias”, ha explicado hoy la autora del libro Las cartas del Conde Aragón, editado por el Gobierno de Aragón, y en cuya presentación Malo ha estado acompañada por el director general de Cultura de la DGA, Víctor Lucea.

La obra es el resultado exhaustivo de un trabajo de la investigadora que le ha llevado a seleccionar 175 misivas que ha transcrito “de una forma modernizadora para hacer los documentos accesibles a todo el mundo”. Hay que tener en cuenta que no “solo son cartas del Conde de Aranda sino que también están las recibidas por lo que podemos ver el ir y venir y entrar en esa conversación que mantuvieron en el siglo XVIII”, ha explicado Laura Malo, que ha resaltado, además, que el libro incluye “un listado de cartas, algo muy útil para los investigadores, y, además, se han ordenado de manera cronológica”.

La investigadora Laura Malo y el director general de Cultura del Gobierno de Aragón, Víctor Lucea. ANDREEA VORNICU

Las cartas permiten conocer la figura del décimo Conde de Aranda ya que las hay referentes a su vida pública (fue político, militar y diplomático) pero también sobre intereses personales, su relación con sus dos esposas (doña Ana y doña María del Pilar Silva Fernández de Híjar) o “incluso habla sobre el espacio donde enterrarse”. No hay que olvidar que sus cuerpos reposan en el monasterio de San Juan de la Peña.

Así, entre ellas, según ha señalado Laura Malo, se puede ver, por ejemplo, “una carta de Carlos III agradeciéndole su intervención diplomática para solucionar un conflicto o algunas más personales con las que descubrimos el tono cotidiano y se ve un conde menos formal y más desconocido”.

Como curiosidad, la investigadora ha resaltado que, en realidad, “muchas de las cartas no están firmadas porque son borradores pero por su caligrafía se encuentra su autoría ya que hay que tener en cuenta que luego se las daban a un escribano para que las escribiera con buena caligrafía”.

Introducción y breve biografía

La obra incluye una introducción en la que se habla de “cómo era su correspondencia epistolar” y una breve biografía del conde siempre en relación con las cartas así como una serie de imágenes y también se incluyen digitalizaciones de las correspondencias”. En definitiva, Las cartas del Conde de Aranda “aporta un corpus documental muy rico que puede ayudar a proseguir con la investigación”.

La edición de este libro está incluida en el proyecto Cultura en Igualdad: Mujeres en Museos, Archivos y Bibliotecas, promovido por la dirección general de Cultura del Gobierno de Aragón a través del Pacto de Estado contra la violencia de género.