Algunos de los cuadros de Goya, sus peores pesadillas y su destierro a Burdeos toman vida de una manera vistosa y brillante en Goya, con la música a otra parte, el espectáculo que se ha estrenado esta noche en el Auditorio Eduardo del Pueyo de Zaragoza (se volverá a representar este viernes y este sábado a las 20.00 horas) producido por el Gobierno de Aragón y la Fundación Goya en Aragón y que supone el broche de oro a la conmemoración del 275 aniversario del pintor de Fuendetodos.

Un Goya atormentado (representado por Jorge Asín) afronta su etapa final en una España a la que mira aterrado por su abrazo a Fernando VII. Todo en un ambiente de bruma y onírico que preside todo el escenario en el que se van sucediendo, de una manera delicada pero rítmicamente, la representación de varias obras del pintor

Todas representadas por un coro de 22 voces acompasadas perfectamente a la música en directo ofrecida por alumnos del Conservatorio Superior de Música de Aragón en una nueva muestra de la calidad de las enseñanzas artísticas en nuestra comunidad.

Una lección histórica

Sobre el escenario se ve a un desesperado Goya apoyado en Leocadia Zorrilla (interpretada por Gema Cruz) en sus tareas diarias que vienen marcadas, como no podía ser de otra manera, por los acontecimientos históricos del país. Así, mientras las voces loan al absolutismo, a Fernando VII y critican todo lo afrancesado, el de Fuendetodos se va hundiendo en sí mismo acuciado por la falta de pago del monarca y, sobre todo, por una sociedad a la que ve corrompida. Es el momento de la Quinta del sordo y es también cuando Goya decide irse del país para encarar una recta final del espectáculo en la que lo onírico y lo simbólico adquiere una carga de una belleza realmente trágica en la que el espectador se sube para volar hasta el final de esta producción, que acompaña al aragonés en su huida del país. O lo que es lo mismo, con la música a otra parte.

El espectáculo, que cuenta con Rafael Blanca como director de escena con un texto de José Luis Cano y Alberto Castrillo-Ferrer y la música de José Manuel García Hormigo (no hay que olvidar tampoco la buena dirección musical de Elena Ruiz Ortega), brilla también con luz propia en cuanto a la escenografía y el vestuario, obra de los alumnos de la Escuela Superior de Diseño de Aragón. Todo bajo la coordinación de Luisa Pellegero y Carmen Esteban.

El de Fuendetodos se va hundiendo en sí mismo por una sociedad a la que ve corrompida

Goya tiene que dar explicaciones sobre la Maja desnuda y aunque se niega a desvelar su identidad, consigue burlar la mirada de los censores que lo tachan como un simple loco que está ya mayor. Es ahí cuando el aragonés tiene claro que no tiene ya sitio en esta España del siglo XIX que, desgraciadamente, tal como y se ve en el espectáculo en determinados aspectos quizá aún tenga un paralelismo con la situación actual en determinados lugares.

Goya, con la música a otra parte se volverá a representar este viernes y este sábado en el Auditorio Eduardo del Pueyo del Conservatorio Superior de Música de Aragón a partir de las 20.00 horas. Las entradas para el espectáculo cuestan 10 euros