El Periódico de Aragón

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FUNDACIÓN CAJA RURAL DE ARAGÓN

Enrique Breccia: "El planeta entero tiene que estar agradecido a Goya por su arte"

El autor argentino ha cerrado este martes el ciclo Marzo de cómic

Enrique Breccia, en la Fundación Caja Rural de Aragón, antes de su intervención en Marzo de cómic.

El ciclo Marzo de cómic, que pretende convertir Zaragoza en la capital de la viñeta durante el tercer mes del año, ha concluido este martes su primera edición con la visita del mítico dibujante argentino Enrique Breccia. Acompañado por el comunicador Juan Royo y el editor Ángel L. Fernández, el autor ha repasado su vida y su obra, así como las diferentes influencias que han modelado su forma de trabajar. 

Una de estas influencias es muy cercana a todos los aragoneses. El propio Royo ha presentado a Breccia como «un maestro deudor de Goya», y ha comentado que su obra siempre ha sido relevante por «su fuerte componente social». Y es que la relación de Breccia con el genio de Fuendetodos viene de muy lejos y, por lo que ayer comentó, parece que va a ser eterna.

«El primer cuadro que vi de Goya me impresionó tanto que me hizo investigar sobre él», ha explicado Breccia, que considera que mantiene «afinidades espirituales» con el pintor aragonés. Manteniendo siempre las distancias con el pintor natural de Fuendetodos, Breccia ha destacado «la capacidad de Goya para hacer crítica social pero sin olvidar el arte». Para concluir su reflexión sobre el genio aragonés, el artista argentino ha considerado que «todo el planeta tiene que estar agradecido con Goya».

«Yo no soy un dibujante químicamente puro, no me muero si no dibujo un tiempo», ha relatado Breccia sobre su obra, que ha descrito como «una búsqueda eterna de lo bello, aunque considero que una cara fea es mucho más expresiva». 

Esa protesta e influencia del arte en la sociedad que Breccia siempre ha rescatado de las obras de Goya le ha servido para modelar su propio arte, en el que siempre han aparecido historietas comprometidas y un estilo puro capaz de influir en los lectores. Desde su primera obra, La vida del Che, Breccia ha intentado provocar sensaciones en sus aficionados. «Elegí el blanco y negro porque tiene un carácter mucho más expresionista y puro», ha detallado Breccia, que consideró en su momento que la ausencia de color era «la mejor forma para retratar los últimos días del guerrillero».

El historietista, que lleva en activo desde 1967, ha recordado también sus inicios en la editorial Fleetwat, afincada en Inglaterra, con la que dio su salto al extranjero. «Me costó comenzar por el nombre de mi padre», ha incidido el autor en referencia al también dibujante Alberto Breccia, «y por eso me rechazaron la primera vez que les mostré mis dibujos». La rocambolesca forma con la que ha conseguido ese primer contrato ha desatado las risas del público: «Dibujé de nuevo, dije que eran unas viñetas de un amigo y convencí a mi cuñado para que fuese a la entrevista. Le escayolé un brazo para que no pudiese dibujar en el momento». Todo se cerró con Norberto Buscaglia firmando los trabajos de Breccia durante años y una tardía acusación de plagio: «A los años, tuve que convencer a las editoriales de que los trabajos de Buscaglia también eran míos». 

Fuera de lo puramente artístico, Breccia se ha prodigado en un amplio análisis de la situación cultural de la actualidad. «La cultura de la cancelación tiene un claro objetivo político: distraernos de las luchas que de verdad son importantes», ha asegurado el autor, que ha argumentado también que «la desigualdad afecta a los pobres, no tiene nada que ver con las razas». 

Breccia ha cerrado su intervención con un pequeño adelanto de sus dos próximas obras. Venecia verá la luz primero, un cómic que el autor ha definido como «el trabajo más intenso de mi vida, el que he hecho con más amor». El segundo de ellos es una historia sobre Magallanes, en la que el dibujante sigue trabajando.

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