El Periódico de Aragón

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RELATOS

Marc Casals ('La piedra permanece'): «Bosnia es un país en el que no te puedes declarar bosnio»

El periodista y traductor ha presentado este martes ‘La piedra permanece’ en Zaragoza

Marc Casals, autor de 'La piedra permanece', en su visita a Zaragoza.

Para toda una generación, la guerra de los Balcanes fue un polo de atracción que se apagó cuando se terminó: «Ocurrió lo que pasa con todos los lugares periféricos, que cuando no hay un conflicto, lo olvidamos. Interesa cuando hay guerra y muertos y cuando no, apartamos la mirada»; dice Marc Casals, periodista y traductor que quedó atrapado por la zona, donde se quedó a vivir, ya en 2004. Estos días ha visitado Zaragoza para presentar en el Paraninfo de la Universidad de Zaragoza La piedra permanece (Libros del KO): «Intentando combatir ese olvido, no centrando el libro solo en la guerra aunque está muy presente como no podía ser de otra manera, he intentando ampliar un poco la representación de lo que es Bosnia, un país que tiene mucho más que ofrecer que ser el lugar donde hubo una guerra».

El resultado son 16 historias de bosnios que sirven para, como él dice, «expandir» el país y, sobre todo, para combatir los estereotipos: «Cuando empecé el libro en 2005, me dediqué a pensar qué personas tenían una historia interesante y que me permitieran hacer estas pequeñas digresiones que hago. Quería abordar desde su historia personal diferentes aspectos. Intenté ser equitativo en clase social, creencia religiosa, que geográficamente saliera todo el país,… y también intenté hablar de otros lugares no tan conocidos pero igual de interesantes», explica Casals, que señala que de ese modo la selección de las 16 personas fue más o menos sencilla: «Con ellas, queda el país más o menos cubierto y son historias interesantes, que es lo que hay que buscar cuando uno escribe un libro».

Las identidades nacionales y la paz

Todo partiendo de que «la identidad se configura de forma compleja, todas estas identidades, la bosníaca, la croata, la yugoslava... no son compartimentos estancos», explica Marc Casals, que llama la atención sobre el hecho de que «en Bosnia no te puedes declarar como bosnio sino que eres o bosníaco, serbio o croata. La guerra se desarrolló a partir de identidades nacionales y la paz, por lo tanto, también. Pero es poco representativo de lo que te vas encontrando. La esfera pública se rige por esa división pero luego es todo mucho más complejo, no hay compartimentos estancos», insiste el catalán.

«La identidad se configura de forma compleja, todas estas identidades, la bosníaca, la croata, la yugoslava... no son compartimentos estancos»

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En La piedra permanece llama la atención la relación tan especial que los bosnios tienen con el paisaje y el humor negro tan característico de la población. «Están muy vinculados al paisaje, sobre todo a los ríos, algo que me parecía muy chocante al principio. Procuré sacar descripciones de paisajes porque las personas además de lo que pasan y hacen tienen un contexto histórico y cultural en el que el paisaje tiene mucho que ver», empieza su aseveración el gerundense, que también explica el humor tan peculiar de la población: «Es un rasgo de Bosnia, lo que me intriga es si el humor negro lo traían de serie o tenían el humor interiorizado y con la guerra se ennegreció. Se valora mucho esa capacidad de la réplica rápida, ingenio, decir las cosas en serio pero que parezcan broma…», rememora.

La 'Yugonostalgia'

Con respecto a la guerra actual en Ucrania y la matanza desvelada en Bucha, Marc Casals recuerda que «las técnicas siempre son las mismas. La negación de Rusia me recuerda mucho a la matanza del mercado de Markale en Sarajevo. Los serbios dijeron que si eran maniquís, que si los bosniacos lo habían hecho para que entrara la OTAN la guerra… La historia se repite», dice con amargura Casals, que concluye hablando de la Yugonostalgia: «Hay gente que tiene muchas más cosas ahora que en los 80 pero con Tito la vida era más igualitaria aunque fuera por abajo y eso la psicología social ha demostrado que duele menos». 

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