A lo largo de esta semana, los 21 autores de Leyendas aragonesas inéditas, libro editado por Prensa Diaria Aragonesa, desgranarán sus textos. Hoy es el turno de Macu Hervás, Leonor Lalanne, Magdalena Lasala, Eugenio Mateo Otto y Hernán Ruiz. El volumen se podrá adquirir desde el viernes 22 de abril junto a este diario por 15 euros en los quioscos y en la sede de EL PERIÓDICO.

La escritora y periodista Macu Hervás también ha formado parte de este volumen de leyendas. EL PERIÓDICO

MACU HERVÁS

LA LEYENDA DE LA DIOSA GUARA Y LA FLOR ROSA

«Montañas de cumbres heladas perpetuas, bosques espesos e intrincados, ríos salvajes, animales depredadores en continuo acecho, plantas y arbustos que dan la vida y también la muerte… Y, en este inmenso espacio, el ser humano intentando adaptarse en el corazón de la madre naturaleza con el mayor de los respetos». Macu Hervás introduce de esta manera La leyenda de la diosa Guara y la flor rosa.

Su relato se sitúa hace miles de años en la sierra de Guara: «Varios habían sido los clanes trashumantes que habían llegado a estas montañas, refugiándose en las oquedades de las paredes que la fuerza de las aguas del río habían ido horadando en las rocas. La vida avanza, la naturaleza va cambiando y el ser humano comienza a humanizar el espacio y el paisaje, dejando huellas de su estancia. Se inicia así el asentamiento de las primeras comunidades como la del Clan Lun-Asq. Se trata del primer clan mestizo formado por personas de varios clanes cuyos miembros poseen habilidades distintas para la supervivencia del colectivo. No existen normas escritas pero sí tres conductas generales a tener presentes: todo el mundo colabora en igualdad de condiciones; máximo respeto y escucha de los mayores». 

Leonor Lalanne ha escrito 'El delfín de Guara'. EL PERIÓDICO

LEONOR LALANNE

EL DELFÍN DE GUARA

La autora de las novela El secreto de Kirchland y Si tuvieras que elegir, con una tercera novela ya en cartera, Leonor Lalanne, ha participado en este volumen con El delfín de Guara situada en uno de los territorios de la comunidad que más pie ha dado precisamente al surgimiento de relatos históricos. «La leyenda El delfín de Guara narra la historia de amor de dos jóvenes, Nunilo, que vive en Rodellar, y Úrbez, que reside en Otín (hoy en día un pueblo abandonado)», explica la autora que ha desarrollado su leyenda a raíz de este hecho, tal y como prosigue: «Les separan escasos kilómetros, pero un océano de rocas y piedras, el barranco del río Mascún, uno de los paisajes más impresionantes de la Sierra de Guara».

Lo curioso de esta historia es que es precisamente «la leyenda de su azaroso amor el que da lugar a la formación del delfín de Guara, una gigantesca roca, a los pies de Rodellar, en la que aparece la figura recortada de un delfín en un acrobático salto hacia el cielo». Roca que cosecha la visita de muchas personas a lo largo del año que se quedan asombrados por la peculiar forma que tiene el conglomerado... Ahora ya existe una explicación sobre el motivo de que sea así. 

Magdalena Lasala participa en el volumen con 'La doncella de Calcena'. EL PERIÓDICO

MAGDALENA LASALA

LA DONCELLA DE CALCENA

La Premio de las letras aragonesas en 2014, Magdalena Lasala, habitual escritora de novela histórica, sitúa en Calcena su leyenda inédita: «Nadie sabía quién era Santa Constancia, el nombre que por tres veces surgió entre los que se buscaba a la joven a quien pertenecía la reliquia. En 1602 el destacado militar Juan de Zornoza, nacido en Calcena, había donado a la importante villa el cráneo recibido en Alemania con gran honor por sus éxitos en las campañas de Flandes. Solo le dijeron que era una de las cabezas de las Once Mil Vírgenes, cuyo sepulcro se había descubierto en el monasterio de Mariekamp», explica la autora zaragozana.

Es esa la base de una leyenda que combina el misterio con la búsqueda en la propia comarca de Tarazona yel Moncayo: «En 1604 el obispado de Tarazona decidió contratar a un orfebre para hacer un relicario, quien talló una escultura de plata en forma de cabeza, y en 1606 la reliquia de la Santa fue depositada en ella. Santa Constancia ya tenía rostro, pero seguía sin tener historia, sin tener voz ni presencia... hasta aquel día», concluye con misterio Magdalena Lasala quien precisamente acaba de publicar estos días su nueva novela de cara al Día del libro. 

Eugenio Mateo Otto, en la presentación de su último libro. ANDREEA VORNICU

EUGENIO MATEO OTTO

LOS COLMILLOS DEL OSO CAVERNARIO

«El pueblo de Tella, enclavado en una de las zonas más agrestes del Pirineo aragonés, es lugar de magia y brujería, un escenario donde persisten huellas del pasado más remoto», comienza su explicación Eugenio Mateo Otto, también uno de los coordinadores del volumen. «No en balde –prosigue– el dolmen que allí se encuentra nos evoca al periodo Neolítico y antes, durante el Paleolítico, a la lucha del homo sapiens por su hegemonía sobre fieras y bestias refugiado en las cuevas de las que tuvo que desalojar a criaturas como el oso cavernario».

Un ambiente que le ha permitido al escritor recreara su leyenda: «Fabulo sobre los primeros pobladores y la extinción de esos plantígrados legendarios que habitaron esta cordillera. A través de los milenios, el hombre se abrió camino y fue capaz de dominar la tierra, ayudado por la magia. La misma que las brujas blancas, los espíritus del mal y la superstición de las gentes primigenias de estas redoladas quedó inscrita en las tradiciones que se trasmitieron de padres a hijos en las veladas al amor del fuego. Hemos viajado con Meñas, frailes de Cluny y jefes de clanes que veneran al héroe que mató al último oso cavernario. Pudo suceder como se cuenta, aunque no es seguro que el autor tenga la clave de la verdad». 

Javier Hernández redescubre la historia de La Dolores. EL PERIÓDICO

HERNÁN RUIZ

LA LEYENDA DE MARIANA BENEDÍ, NÉMESIS DE LA DOLORES

Hernán Ruiz, seudónimo de Javier Hernández, reflexiona sobre el origen de las leyendas: «Muchas de ellas refrendan un arquetipo que fue forjado por el tradicionalismo romántico del siglo diecinueve. Arrastramos así héroes y heroínas forjados en esos marcos mentales que también el franquismo suscribió y en los que posiblemente se encuentren cómodas las nuevas olas reaccionarias. El siglo XXI, empero, merece nuevos arquetipos, nuevas leyendas acordes con su complejidad», asegura antes de entrar de lleno en su relato: «La legendaria Dolores, tal como fue concebida por Feliu y Codina en su celebrado drama y refrendada por el almidonado celuloide del franquismo, no se corresponde con las bilbilitanas y aragonesas de nuestra época. Proponemos aquí una nueva heroína libre, desinhibida, dueña de su destino, combativa, empoderada, culta, generosa, mucho más cercana a las mujeres de nuestra época sin duda. Mariana Benedí se forjó en ese soplo de libertad que acarreó la Ilustración dieciochesca, se curtió en la revolución francesa de 1789 e intentó impulsar en Calatayud un espacio de libertad en el marco represivo y pacato de la restauración fernandina».