El Periódico de Aragón

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CINE HISTÓRICO

Agustí Villaronga: "En las nuevas plataformas, el director ya no es la estrella"

El director mallorquín ha recibido este sábado el premio de honor del Saraqusta Film Festival

Agustí Villaronga, este viernes en Zaragoza. ANGEL DE CASTRO

El director mallorquín Agustí Villaronga ha sido uno de los grandes protagonistas de la clausura del Saraqusta Film Festival, en el que este sábado ha recibido un premio honorífico. Con varios premios Goya gracias a películas como 'Pa negre' (2010), a las 19.00 horas se ha proyectado su largometraje 'Nacido rey' (2019), rodado en Arabia Saudí y ambientado en la juventud del rey Faisal, el cual no ha llegado a ser estrenado en España. 

 Desciende de una familia de feriantes. ¿Se podría decir que lleva de algún modo la cultura en la sangre?

Puede ser. No sé si en la sangre, pero desde pequeño, gracias a mi padre, me la inculcaron. Cuando tenía 14 años, vino al colegio un hombre del Centro Experimental de Roma a dar un curso de cine. Nos apuntamos 4 o 5, y ahí empecé a ver un cine muy diferente al que podía ver en Palma, lo que unido a la pasión de mi padre, me dejó sin opciones. Me di cuenta de que no me gustaba nada más que hacer eso.

¿Fue su padre, entonces, el que le inculcó esa pasión?

Sí, me inculcó la semilla. Una vez encontré unos diarios de guerra suyos en casa, en los que reconocía que lo su sueño era ser director de cine. No tenía ninguna opción de lograrlo, ya que era una persona sin recursos, no había ido a la escuela…

Se podría decir que salda su cuenta pendiente.

No lo hice a propósito, pero alguna vez lo he pensado. Al fin y al cabo, ha sido devolverle todo lo que me ha dado en ese sentido. Mi padre murió muy joven, y no pudo ir a ver mi primera película, aunque sí supo que había tenido cierto éxito. Pero recuerdo que el segundo guion lo escribí en el hospital junto a él. Me daba indicaciones y me ayudaba.

Una de sus especialidades es el cine histórico. ¿Cuál debe ser el papel del cine con respecto a la historia?

En primer lugar, hay que entender que no es un documental. Un documental tiene que ser fidedigno y claro. Pero cuando haces una película, tienes que tener al público enganchado a unas historias, y la historia no siempre viene novelada. Hay que encontrar la manera de poder explicar cosas, sin ser falso, pero con artilugios que lo hagan más llevadero.

En su caso, ha podido tocar tres ramas fundamentales del cine: director, guionista y actor. ¿Con cuál se siente más cómodo?

Director, sin duda. Es lo que pienso que sé hacer y es lo que me gusta, además. De actor he hecho, pero me da mucha vergüenza. Algún director joven me llama y me ofrece algún papel, y lo hago, pero no me lo paso muy bien. También hice poco tiempo de periodista. Cuando era muy joven hacía crítica en Palma de Mallorca.

Al final, ha hecho de todo porque no había escuelas en esa época. ¿Cómo ve hoy ese panorama?

Las escuelas son buenísimas. En Barcelona está la ESCAC, de la que sale gente muy preparada como Bayona, Guillem Morales… Lo que ocurre es que el director ya no es la estrella. En las plataformas cuenta más un coordinador o un showrunner. Si te pones muy creativo te cortan las alas. A mí eso me da mucha pena. Por otro lado, creo que la formación no solo está en la parte técnica, sino que está en la parte humanística. La gente tiene que leer, ir a museos, oír música, ver cine… cultura en general. En ese sentido, veo poco bagaje en la gente joven.

El futuro del cine está muy vinculado a las plataformas. ¿Se ve entrando en ese mundo?

Tengo dos proyectos, pero no lo voy a tener fácil. Pienso que el hecho de tener mucha experiencia, edad y personalidad no ayuda en las plataformas, no creo que busquen eso. Buscan gente joven que les solucione la papeleta. Vértigo no me da, supongo que les da más a ellos. Pero no lo sé, porque nunca he trabajado en una plataforma. Muchas veces, veo a mi sobrina viendo una película o una serie mientras se maquilla, o te pones media hora en el tren porque te aburres. No me gusta imaginar que el cine se convierta en un rellenaocio.

Festivales como el Saraqusta buscan reivindicar el cine histórico. ¿Qué opinión le merece que sigan apareciendo este tipo de festivales?

Es una forma más de potenciar historias. Particularmente, el cine histórico me interesa mucho. El otro día estaba en un festival de Barcelona, y había salas llenas. El solo hecho que durante diez días un festival tenga tanto público y se puedan exhibir tantas cosas me parece maravilloso.

Presenta en Zaragoza ‘Nacido rey’, primera película rodada en Arabia Saudí. ¿Qué opina de toda la polémica que se formó en torno a ella?

Como persona más bien de izquierdas, Arabia no me despierta especial cariño. Pero existe mucha hipocresía, porque es muy fácil juzgar lo que sucede en un país tan lejano. Evidentemente, no vas a defenderlo, porque es indefendible, pero hay otras situaciones muy cerca nuestra que cubrimos con una capa de hipocresía.

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