El Periódico de Aragón

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NOVELA CORTA

Crítica de 'La peste escarlata': De fábula apocalíptica a realidad contemporánea

Jack London insiste en temas queridos por él, como la fuerza de la naturaleza, ante la que el ser humano no puede vencer en caso de enfrentamiento

El escritor Jack London, en una imagen de archivo. EL PERIÓDICO

Seguramente cuando Jack London publicó en 1912 La peste escarlata no sospechaba que su planteamiento pasaría de ser un escenario apocalíptico imaginario a una realidad sospechosamente familiar. La trama que desarrolla esta novela corta es la historia, o casi más antihistoria, de cómo una enfermedad desconocida, muy contagiosa y de efectos letalmente fulminantes para los humanos hace que se socaven los cimientos de la sociedad y la civilización se tambalee. Y si hay que encomiar el ojo que tuvo el autor a la hora de pergeñar su novela, tampoco hay que olvidar la vista que ha tenido la editorial Visor para recuperarla ahora en su Colección Isla Negra.

En La peste escarlata Jack London insiste en temas queridos por él, como la fuerza de la naturaleza, ante la que el ser humano no puede vencer en caso de enfrentamiento. En este sentido, la novela es como una fábula en la que los personajes no son animales sino personas, que se desdobla además en una historia dentro de otra: los nietos asilvestrados de un superviviente de la pandemia que asoló la sociedad establecida le piden que narre cómo era ese mundo que ya no existe y que les parece completamente irreal. Y el abuelo, depositario de esa memoria, cuenta la devastación ocasionada por la enfermedad.

A pesar de que el registro de la novela es de un realismo estricto, hay algunas licencias en beneficio del dramatismo: la peste escarlata mata a los infectados en pocas horas, y la humanidad herida pierde en apenas dos generaciones prácticamente todo atisbo de civilización. Pero así también se subraya la fragilidad que en el fondo sustenta todo el entramado social y cultural humano, puesto en peligro por un mero germen del que no se conoce su origen. Jack London introduce no obstante un atisbo de esperanza en que esa humanidad caída tiene en sí la capacidad de volver a levantarse, aunque la imagen que finalmente quede es la del abuelo sabiéndose el último custodio del recuerdo de un mundo ya perdido.

'LA PESTE ESCARLATA'

Jack London

Visor Libros

124 páginas

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