El Festival Asalto lleva más de quince años situando la ciudad de Zaragoza en el mapa del arte urbano internacional. En esta edición, en la que presumiblemente se recuperará la normalidad prepandémica, los artistas proyectarán sus obras en el barrio de Santa Isabel el próximo mes de septiembre. A modo de previa, el Centro de Historias muestra la obra de cinco artistas del festival. Diego Vicente, Elian Chali, Txemy, Murfin y NULO son los encargados de inundar las diferentes salas con su arte abstracto.

La exposición, titulada El color de lo público, se puede visitar desde este jueves y hasta el próximo 18 de septiembre. Los participantes, de procedencia local, nacional e internacional, han trabajado en los últimos meses en elaborar una serie de murales sobre los que arrojan sus ideas más íntimas y personales. En un acto celebrado en el propio Centro de Historias, el responsable del Festival Asalto, Alfredo Martínez, ha desgranado junto a tres de los participantes -Elian Chali, Diego Vicente y Txemy- algunas de las claves de la muestra. En el evento ha participado la vicealcaldesa, Sara Fernández.

Martínez ha definido la exposición como un "ejercicio de traslación del arte urbano a un espacio expositivo". Una muestra arriesgada e innovadora, "centrada en las temáticas del color y la abstracción". Estos conceptos, afirma el responsable del Asalto, "son complejos de entender, pero impresionantes de sentir". En cualquier caso, el objetivo de esta previa es el de "acercar a la ciudadanía todo lo que se consigue a través del arte urbano".

La exposición ha sido presentada este jueves en el Centro de Historias. MIGUEL ÁNGEL GRACIA

Arte abstracto muy personal

Los tres artistas presentes -solo faltaban NULO y Murfin- coinciden en la valoración positiva del festival. Asimismo, consideran una oportunidad el llevar a cabo esta muestra, algo que se sale de su tónica de trabajo habitual. En este sentido, Alfredo Martínez ha recalcado lo "efímero" de la exposición, lo cual la dota de un valor "único" que permitirá al público "entender cómo piensan y reflexionan los artistas". "El color de lo público es una muestra más íntima, que además dará la posibilidad a los visitantes de comparar con las obras pintadas en Santa Isabel el próximo septiembre", ha asegurado.

El artista canario Txemy, junto a su obra. MIGUEL ANGEL GRACIA

Diego Vicente, artista local procedente de Alagón, señala que, a través de su obra, ha buscado "transmitir lo que muchos artistas sentimos cuando aparecen festivales así". Una dicotomía de decisiones que se resumen en miles de síes y noes y que concluyen en la obra final. "He creado un pequeño caos en el que el espectador puede entrar, es un megazoom de decisiones binarias", explica. Txemy, por su parte, ha perseguido la representación del proceso creativo, con una filosofía clara: disfrutar cada momento, no solo el resultado final. "Es una etapa personal, a raíz del confinamiento, en la que valoro mucho más el tiempo", ha admitido.

El argentino Elian Chali, por su parte, trasciende con su obra a una dimensión mucho más social, relacionada con el entorno. "Como artista, siempre me preocupa la reacción de las personas ante las diferentes circunstancias sociales", ha explicado el cordobés, quien ha añadido que no se considera "un pintor", sino un "artista que pone en relación la pintura con otros contextos". Por otro lado, Elian Chali ha subrayado el valor que se le da al Festival Asalto en Latinoamérica, donde es considerado un evento "de culto".

El argentino Elian Chali, en la presentación de la muestra. MIGUEL ANGEL GRACIA

Reflejar la idiosincrasia de cada barrio

El Festival Asalto es un evento cultural fundado en 2005 que inunda durante varios meses las calles de la capital aragonesa con arte urbano vanguardista, procedente de artistas de varios lugares del mundo. Este año, el barrio elegido para celebrar su decimoséptima edición es el de Santa Isabel. Una itinerancia por los distintos barrios que aprecian los propios artistas, incluso los foráneos. En este sentido mostraba su opinión el argentino Elian Chali: "Zaragoza puede ser entendida como una gran institución, pero luego cada barrio es una institución propia, con su propia idiosincrasia cultural". Una frase que, sin duda, sintetiza muy bien lo que supone este festival.