La historia del Festival Internacional de Cine de Huesca, figuras cruciales a la hora de hablar del ámbito cinematográfico en esta tierra y el propio paso del tiempo, junto a otras miradas contemporáneas dan sentido al conjunto de exposiciones que se abren en la ciudad coincidiendo con la 50º edición del certamen. Este martes 7 de junio ha tenido lugar el acto de inauguración con la visita del presidente de la Fundación Festival de Cine, Manuel Avellanas, el director del certamen, Rubén Moreno, gestores culturales y varios de los creadores que han dado forma a estas muestras artísticas.

De esta forma, van viendo la luz algunas de las muchas secciones paralelas que componen el programa del certamen con más de sesenta actividades entre el 10 y el 18 de junio, la mayor parte de acceso libre y gratuito. Las exposiciones tienen varios nombres propios: Buñuel y Ramón MasatsSegundo de ChomónUrso VettónRicardo Calero o Alba Lorente, unos por ser los creadores y otros por ser el hilo conductor del contenido de estas muestras que abren boca para el maratón de cine que está por llegar.

Iconografía del medio siglo de festival

En el Centro Cultural Manuel Benito Moliner conviven dos exposiciones, una recorre la andadura del festival a través de su iconografía, los 50 carteles anunciadores convertidos en verdaderas obras de arte desde sus inicios en 1973 hasta el de este año que lleva la firma de Isidro Ferrer. Estos diseños también permiten asomarse a los formatos, técnicas y tendencias internacionales del mundo de la ilustración. El otro proyecto lleva la firma del madrileño Urso Vettón, con óleos, acrílicos y lapiceros acuarelables sobre papel que están basados en la filmografía de cada uno de los más de treinta premiados con el Premio Ciudad de Huesca.

El cine también llena el Museo de Huesca con las fotografías de Ramón Masats -testigo excepcional de la España de los años cincuenta y sesenta- que pudo captar la figura de Buñuel durante el rodaje de Viridiana. En el segundo de los espacios del Museo se narra la vida y época que vivió el pionero Segundo de Chomón, donde queda patente la proyección nacional e internacional que alcanzó con su trabajo.

La Carbonería, el CDAN y el Teatro Olimpia

La Carbonería también ha querido sumarse al itinerario expositivo con los dibujos y esculturas de naturaleza abstracta creados por la artista aragonesa Alba Lorente, en los que el recuerdo del proceso se convierte en protagonista de las obras, muchas veces dejando registro audiovisual de su realización para subrayar la idea de memoria y, en general, buscando también otra percepción de lo bello. En el CDAN se puede ver la pieza videográfica Siempre necesario… donde el creador Ricardo Calero une escultura, naturaleza, el paso del tiempo y la palabra. Forma parte de la exposición Natura Tiempo y Memoria (1994-2022) que el Centro de Arte y Naturaleza ha realizado en colaboración con el Museo Lázaro Galdiano de Madrid.

Este recorrido se completa con la oportunidad de poder ver a lo largo y ancho de las instalaciones del Teatro Olimpia diversas máquinas de cine, de 70 y 35 mm, que se utilizaron hasta hace poco más de dos décadas cuando la digitalización se abrió paso. Estas joyas pertenecen a la Fundación Anselmo Pie Sopena y fueron fabricadas entre las décadas de los 50 y 70.