Cuando era un adolescente, S.T. Joshi acudió a la biblioteca pública de Muncie, localidad del Estado de Indiana en la que vivía, con la intención de buscar libros de H. P. Lovecraft. Acababa de conocer al escritor a través de una antología de relatos de terror y estaba fascinado por su talento a la hora de recrear la atmósfera de la vida en Nueva Inglaterra.

"Lovecraft podría considerarse un importante escritor regional, similar a William Faulkner, que retrató intensamente el sur de Estados Unidos. Sin embargo, el haber sido tan poco conocido en su tiempo y e incluso durante algunas décadas después de su muerte, ha hecho que su influencia haya quedado restringida a los campos de la fantasía, el terror y la ciencia ficción", explica Joshi a través del correo electrónico, que finalmente sacó de la biblioteca 'En las montañas de la locura'.

"No fue buena idea. La terminología científica de esa historia estaba muy alejada de mis capacidades, así que guardé ese libro para mejor momento y elegí 'El horror de Dunwich'. Creo que debieron de ser 'Las ratas de las paredes', 'El color del espacio exterior' y 'La sombra sobre Innsmouth' los relatos que me convirtieron en un devoto de Lovecraft de por vida".

S.T. Joshi no exagera cuando califica de devoción su relación con el escritor de Providence. En 1975, con apenas 17 años, comenzó a investigar sobre Lovecraft y, cinco años después, publicó 'H. P. Lovecraft: Four Decades Of Criticism', un volumen en el que hacía un análisis crítico de la obra del escritor estadounidense, aunque sin entrar en detalles de su vida.

"Había leído algunas biografías sobre él como, por ejemplo, 'Lovecraft: A Biography' de L. Sprague de Camp. Incluso había detectado algunos fallos en ellas. Sin embargo, siempre confié en que hubiera alguien que se tomase la molestia de hacer una buen trabajo de ese tipo. Cuando a principios de la década de 1990 comprobé que nadie iba a hacerlo, consideré que estaba en una posición tan buena como la de cualquier otro para escribir un libro de esas características".

Durante dos años, Joshi estuvo trabajando en 'Yo soy Providence. La vida y época de H. P. Lovecraft', la más completa y exhaustiva biografía del autor de 'Los Mitos de Cthulhu', cuyo primer volumen de más de ochocientas páginas de los dos que conforman la obra, acaba de ser publicada en España por la editorial independiente Aurora Dorada.

"Realmente su vida no fue tan interesante. Lo que sí es relevante es conocer las corrientes sociales, culturales, políticas e intelectuales de su época. En la actualidad, la era de Lovecraft está ya tan alejada de la nuestra en tantos aspectos, que se necesita una profunda comprensión de la historia para ubicarnos en su tiempo. Asimismo, creí que era importante analizar el pensamiento filosófico de Lovecraft para entender mejor sus escritos, así que, finalmente, me pareció lógico abordar esos dos aspectos en mi trabajo".

Renovador del terror

A pesar de formar parte de una tradición literaria que se remonta a autores como Edgar Allan PoeAmbrose Bierce o los escritores ingleses Lord DunsanyArthur Machen y Algernon BlackwoodH.P. Lovecraft fue un escritor verdaderamente original. Desde el inicio de su carrera, se dio cuenta de que los temas habituales del género de terror, como los fantasmas, los vampiros, las casas embrujadas o los hombres lobo, se habían convertido, a la luz de los avances científicos, en motivos obsoletos que debían ser actualizados.

"Lovecraft sintió la necesidad de crear unos nuevos tipos de monstruos y localizaciones que no estuvieran basados en esas ideas anticuadas ni en la tradición cristiana que, como ateo, rechazaba. Para lograrlo, miró hacia el espacio profundo como origen de sus monstruos y, al mismo tiempo, creó los 'Mitos de Cthulhu', que era una pseudo-mitología que fusionaba el terror convencional con ese nuevo género que era la ciencia ficción", explica Joshi, que fija el origen de ese personal universo narrativo en las vivencias del escritor durante su infancia.

"Lovecraft comenzó a leer a muy temprana edad. A los ocho años ya había absorbido Las mil y una noches, la mitología griega, la obra de Poe y había descubierto la ciencia, especialmente la química y la astronomía. La fusión de todos estos elementos, a los que se sumaron los sueños sombríos que comenzaría a tener a la edad de cinco años, fue lo que condujo a ese universo distintivo que desarrolló en su escritura madura y en la que, como hemos dicho antes, tiene un papel muy relevante su ateísmo. En sus historias, sus dioses no son verdaderos dioses, sino meros extraterrestres a los que los humanos vemos como dioses, porque es la única forma en que podemos dar sentido a entidades tan grandes y poderosas. En el fondo, lo que está queriendo decir Lovecraft es que los seres humanos estamos solos en el universo, que no existe un dios salvador, sino que estamos a merced de fuerzas titánicas que escapan a nuestro entendimiento".

Lovecraft quiso crear unos nuevos monstruos y localizaciones que no estuvieran basados en ideas anticuadas ni en la tradición cristiana que, como ateo, rechazaba

Mejor que Poe

Aunque en opinión de S.T. Joshi el talento como escritor de H.P. Lovecraft supera al del mismísimo Edgar Allan Poe, el hecho de haber sido un seguidor de los principios establecidos por el autor de 'La caída de la Casa Usher' y publicar sus trabajos en revistas baratas, provocó que el creador de Cthulhu no fuera suficientemente valorado por parte de la crítica y de los sectores académicos.

"Lovecraft ha tenido una influencia sustancial en escritores como Fritz LeiberArthur C. Clarke, Philip K. Dick e incluso en escritores que no trabajan el género del terror o la ciencia ficción. Sin embargo, el hecho de haber publicado en revistas 'pulp' fue uno de los motivos del desdén que los críticos mostraron hacia él, tanto durante su vida, como una vez muerto. Mientras vivió, Lovecraft nunca tuvo un libro publicado por una editorial importante y estas revistas en las que publicaba se consideraban entretenimiento popular barato, que no contenía ninguna obra literaria seria o importante. A pesar de todo, cabe decir en favor de Lovecraft que nunca escribió material pensado específicamente para estas revistas. Se limitaba a escribir los relatos que quería y, si no eran aceptados por las revistas, no le importaba que permanecieran inéditos".

En la actualidad, Lovecraft es un escritor de culto cuya personalísima forma de escribir ha dado lugar al adjetivo 'lovecraftiano', del mismo modo que la originalidad de Franz Kafka dio lugar al de 'kafkiano'. No obstante, las posiciones reaccionarias del autor estadounidense, especialmente sus opiniones racistas, lo han colocado en una situación muy delicada ante las nuevas generaciones de lectores.

"Lovecraft era sin duda un racista. Durante la última década ha sido duramente criticado por gente que desconoce hasta qué punto el racismo invadió la sociedad estadounidense durante las décadas de 1920 y 1930. En ese sentido, es injusto señalar a Lovecraft por ese tema cuando otros muchos escritores, e incluso figuras políticas entre las que se incluyen varios presidentes de los Estados Unidos, tenían puntos de vista similares", explica S.T. Joshi, que señala que ese rasgo de su personalidad tiene muy poca relación con su obra literaria.

"Si bien hay un pequeño elemento de racismo en la descripción de algunas de las criaturas 'alienígenas' de Lovecraft, la mayoría de sus entidades no están relacionadas de ninguna manera con la humanidad. Por eso, los intentos de establecer paralelismos entre sus 'dioses', como CthulhuYog-SothothNyarlathotep, etcétera y las personas negras u otros grupos a los que Lovecraft desdeñaba, nunca me han parecido demasiado sólidas. La naturaleza y existencia de estas criaturas buscan que nos cuestionemos nuestra idea del universo. Ese es el verdadero terror en la obra de Lovecraft".

'Yo soy Providence'

Autor: S.T. Joshi

Traductor: Carlos M. Pla.

Editorial: Aurora Dorada

830 páginas. 32 euros.