El público tenía ganas de corear, bailar y gritar (bueno, y de grabar con sus móviles también). Y todo eran señales para hacerlo incluso antes de que se iniciara el concierto, unas luces que se apagaban, un coche que iba directo a la parte de atrás del escenario, una luz en el escenario... pero todo se ha quedado en un susurro cuando Alejandro Sanz (con gafas de sol durante casi todo el concierto) ha pisado el escenario de La Romareda y ha empezado a entonar 'No es lo mismo' con unos primeros acordes algo descompasados con la voz pero que pronto ha comenzado a sonar de manera estupenda (como ha sucedido durante toda la actuación). Y evidentemente no era lo mismo hace 15 años que ahora, el tiempo no pasa en balde ni para un estadio de fútbol pero tres lustros después La Romareda ha vuelto a acoger un gran concierto en el que ha registrado un lleno técnico con casi 24.000 espectadores, según indicó la organización.

Pero, obviamente, 'No es lo mismo' ha sido solo el principio de la gran fiesta de casi dos horas con la que Alejandro Sanz ha querido celebrar sus 30 años de carrera con los zaragozanos dos años después de que lo intentara por primera vez (la pandemia fue retrasando la cita con su público). Tras ella, el artista bien arropado tanto por sus coros como por su banda de músicos, ha encadenado 'Lo que fui es lo que soy', 'Deja que te bese' y un primer 'medley' de la noche con 'El alma al aire', 'Regálame la silla' y 'Hoy llueve'. Ahí ha llegado el primer y uno de los escasos momentos en los que Alejandro Sanz se ha dirigido al público con un escueto «Hola, Zaragoza. ¿Cómo va yendo la cosa?». Y más música sin parón alguno. 'Desde cuando', 'Looking for paradise' (con una corista haciendo de Alicia Keys), 'Mi marciana', 'Mares de miel', 'La fuerza del corazón' y 'Siempre es de noche' juntas igual que 'Iba' y 'Cuando nadie me ve'.

Alejandro Sanz no defraudó al público zaragozano. ÁNGEL DE CASTRO

El público se ha ido tomando sus respiros pero lo cierto es que la noche, en la que ha empezado a correr el viento, invitaba al baile y a corear las canciones de uno de los artistas españoles más internacionales. Si había habido algún pequeño problema de sonido en la primera canción, este estaba ya más que resuelto y tanto su voz como su banda sonaba con una gran claridad. 'Amiga mía', 'He sido tan feliz contigo' y 'Hay un universo de pequeñas cosas' conformaron el segundo 'medley' para encarar ya la recta final del concierto. Se esperaban canciones míticas y, como no podía ser de otra manera, Alejandro Sanz no ha defraudado. 'Mi persona favorita', 'Labana','La rosa', 'Corazón partío' y 'Hoy que no está's han puesto el punto y final al concierto... bueno, ya saben, a lo que viene siendo el paripé antes de los bises.

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Concierto de Alejandro Sanz en La Romareda Ángel de Castro

Tramo final del concierto

Y han llegado sin muchas sorpresas (como tampoco las ha habido en un repertorio prácticamente calcado al que está ofreciendo en su gira española) para cerrar las casi dos horas de concierto con 'Viviendo deprisa', 'Lo ves' y el 'medley' final con 'Mi soledad y yo', 'Y si fuera ella' y 'Ese último momento').

Para entonces, las casi 24.000 personas que habían vivido las dos horas del concierto de Alejandro Sanz ya estaban más que satisfechas aunque, por supuesto, querían más. No hubo más música pero nueve años después, el artista madrileño ha regresado a Zaragoza para desempolvar a La Romareda de su silencio musical y reivindicar, por encima de todo, la música en vivo.