La exposición 'Ramón J. Sender. Memoria bisiesta' recupera desde hoy el legado del escritor oscense en el Instituto Cervantes de Madrid, donde se muestran ejemplos de su poco conocida labor como pintor y ediciones de sus obras más destacadas, que lo relacionan con las preocupaciones de su tiempo.

Coincidiendo con el cuarenta aniversario de su fallecimiento, Luis García Montero, director del instituto, inaugura esta tarde con el director general de Memoria Democrática, Diego Blázquez Martín, esta retrospectiva cronológica y temática de la vida de Sender (1901-1982), que descubre perfiles poco conocidos como la influencia de los mundos árabe y soviético en su obra.

«Sender se acerca a Rusia, cree en el sueño de una sociedad justa y comunista y luego entiende la evolución hacia el totalitarismo que supone la figura de Stalin», ha declarado García Montero en referencia al idealismo del autor, que lo convierte, según Blázquez Martín, en una figura que «recoge perfectamente la historia del siglo XX».

«Sender necesitaba amuletos porque se sabía que iba a morir solo y no sé si estaba tan seguro de que iba perdurar, yo creo que tenía miedo»

La preocupación del escritor por temas como la búsqueda de la justicia o la oposición a la guerra pueblan una obra que queda ampliamente representada en la exposición, donde, como ha afirmado su comisario, José Domingo, el autor ofrece una «honda y permanente reflexión sobre la condición humana y la forma de definir y acotar el mal».

Cuadros menos conocidos

Las primeras ediciones de tres de sus publicaciones, 'Imán'; 'Míster Witt en el Cantón' -con la que obtuvo el Premio Nacional de Literatura- y 'Réquiem por un campesino español', aparecida originalmente en México bajo el título de 'Mosén Millán', se dan la mano con algunos de sus menos conocidos cuadros, como 'Problem 001', 'Amulet 5', 'Retrato con cuervo' o 'Naufragio'.

«Sender necesitaba amuletos porque se sabía que iba a morir solo y no sé si estaba tan seguro de que iba perdurar, yo creo que tenía miedo», ha afirmado la comisaria Chus Tudelilla acerca de la obra pictórica del escultor, que éste desarrolló en la intimidad y en la que predominan elementos de corte simbólico y vanguardista.

Es una de las exposiciones más grandes dedicadas al oscense. INSTITUTO CERVANTES

Además de creaciones del propio Sender, la exposición se completa con obras de artistas aragoneses de su tiempo, que dialogan con éste al contextualizar el arte de la época y aportar una visión similar a la del escritor; entre ellos destacan Ramón Acín Aquilué, con su escultura de hierro 'El agarrotado'; Federico Comps, José Luis González Bernal, Félix Lafuente o Ganivet.

La muestra se inicia con la proyección de 'Sender: la emoción de los primeros gestos', una película montada expresamente que se ha compuesto de planos de las adaptaciones cinematográficas de la novela 'Crónica del alba', dirigidas por Antonio J. Betancor y en las que se muestra la vida del autor desde su infancia hasta sus primeros compromisos políticos.

'Memoria bisisesta', que podrá visitarse hasta el 16 de octubre, toma su título de una de las últimas publicaciones del escritor, 'Memorias bisiestas: bajo el signo de sagitario'.

Los comisarios con los organizadores de la exposición. EUROPA PRESS

Autor de novelas, obras teatrales, poemarios, ensayos, libros de relatos y miles de artículos, Ramón J. Sender representa con obras como las expuestas las contradicciones y conflictos de la época, presentes en su vida de manera personal, ya que participó en la Guerra de Marruecos, padeció la guerra civil como republicano y tuvo que vivir más de la mitad de su vida en el exilio americano.

La exposición se podrá visitara hasta el 16 de octubre de martes a sábados, de 11.00 a 20.00 horas y los domingos y festivos de 11.00 a 16.00 horas. Los lunes estará cerrada. La entrada es libre hasta completar el aforo.