La producción musical y literaria del compositor zaragozano Simón Tapia Colman, exiliado a México en 1939 tras finalizar la Guerra Civil española, ya forma parte del patrimonio de la Biblioteca Nacional de España (BNE) y vuelve así "por fin" a su país. Así lo ha señalado la sobrina del compositor nacido en 1906 en Aguarón (Zaragoza), la pianista hispano-mexicana Eva Alcázar, según informa la BNE, tras la incorporación de este material a sus fondos.

Tapia Colman realizó su iniciación con su padre en el pueblo y, gracias a una beca de la Diputación, ingresó en la Escuela Municipal de Música de Zaragoza. A los once años dio su primer recital de violín en el Teatro Parisiana, interpretando a Beethoven, Paganini y Sarasate. En los años 20 recorrió España y el Norte de África como primer violín del Cuarteto Colman. El músico zarpó hacia México en 1939, previa huida de España y reclusión en dos campos de concentración franceses, donde desarrolló su carrera artística. 

En concreto, el legado de Simón Tapia Colman sobrepasa las 250 composiciones musicales y contiene alrededor de 70 escritos, entre libros, ensayos y textos de muy diversa índole. No todo ello, matiza la BNE, va a poder ser depositado en la BNE, pues parte de su producción se perdió o no ha podido ser localizada y otra permanece en México a la espera de ser repatriada. Pero el grueso de su obra, conformado por sus composiciones de mayor relevancia musical y un número importante de sus documentos, va a estar, una vez catalogado, a disposición de músicos e investigadores interesados en su conocimiento.

La donación ha sido posible gracias a las gestiones realizadas por la pianista e investigadora Consuelo Roy y su sobrina, todo ello con el beneplácito de los hijos del músico, quienes en todo momento se mostraron de acuerdo en que el legado de su padre regresara a su patria de origen.