El Periódico de Aragón

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UNO DE LOS FUNDADORES DE LA BANDA

Goyo Yeves (Celtas Cortos): "La magia de '20 de abril' es que cada generación se la lleva donde quiere"

El grupo vallisoletano de folk rock se encuentra actualmente de gira, y este sábado llega a Alagón a partir de las 22.00 horas

Goyo Yeves (izquierda), Jesús Cifuentes y Alberto García son tres de los miembros de Celtas Cortos.

Celtas Cortos continúa su gira veraniega y aterriza este sábado en Alagón, a partir de las 22.00 horas. El grupo vallisoletano de folk rock es uno de los más reconocibles en la escena nacional de su generación. A modo de previa, uno de sus fundadores, Goyo Yeves ('whistle', flautas de pico, flautas de vara y saxofón), atiende a este diario para hacer un repaso a su trayectoria e impresiones acerca de la música actual.

Pronto llega su 40 aniversario. ¿Hay Celtas Cortos para rato?

Hombre, yo creo que con el rato que llevamos, vamos a morir con las botas puestas (ríe). En esta profesión siempre estás caminando por el alambre, pero ya son tantas veces sin caernos, que uno va cogiendo confianza. Evidentemente, sabemos que dependemos de muchas circunstancias, pero por la posición y la dinámica que tenemos, seguiremos hasta que pase algo gordo o nos invada Putin, porque sino no veo manera de acabar. A nivel artístico y creativo seguimos sacando temas sueltos, que es lo que se lleva, aunque igual luego lo maquetamos todo a la antigua usanza.

'Cuéntame un cuento' fue un punto de inflexión en 1991.

Hay dos impulsos fuertes en la evolución del grupo. Primero, con el disco anterior a 'Cuéntame un cuento', 'Gente impresentable', cuando decidimos meter algún tema cantado. Llevábamos cuatro años haciendo música instrumental, y al meter cinco temas cantados, que fue algo extraño y que no sabíamos como iba a funcionar, entramos a sonar en Radio Fórmula. De repente, el grupo se dio a conocer a nivel nacional y el impacto fue brutal. 'Cuéntame un cuento' afianzó eso con temazos que se han quedado para la historia. Durante los 90 estuvimos muy arriba, y ahora estamos constantemente subiendo a Primera y bajando a Segunda, como el Pucela (ríe).

¿Por qué decidieron pasar del folk instrumental a meter letras?

Éramos unos críos. Lo que hacíamos era experimentar con los instrumentos, sin un estilo definido. Simplemente, nos juntábamos unos cuantos que tocábamos instrumentos folclóricos y acústicos, con una base de rock -batería, guitarra y bajo-. Toda esa mezcla hacía que el local de ensayo fuera una 'termomix' donde se juntaban muchas cosas y salía de todo. Lo de cantar fue un ingrediente más. Salió '¿Qué voy a hacer yo?', en una época donde el servicio militar era obligatorio, y hablábamos de esa insumisión. Se juntaron las dos cosas, ese estilo tan peculiar y el mensaje que transmitíamos. Lo vivimos con mucha naturalidad.

"Lo de '20 de abril' es algo que ya se nos escapa a todos. Es lo mejor que le puede pasar a una canción, que vuele independiente y haga sus trastadas, sin sus padres"

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'20 de abril' resurgió en ese primer mes de confinamiento en 2020. ¿Cómo lo vivieron?

Lo de '20 de abril' es algo que ya se nos escapa a todos. Cada año, cuando llega esa fecha, todo el mundo se acuerda de nosotros. Mediáticamente es la bomba. Es lo máximo que se puede conseguir con una canción, que vuele independiente y haga sus trastadas, sin sus padres. En el confinamiento se nos ocurrió hacer la versión, y fue impresionante. Hasta se quedó gente sin colaborar. Fue muy bonito a nivel interno, y salió un vídeo muy emotivo con casi cuatro millones de visualizaciones, que es una barbaridad para nosotros.

Se encuentran de gira actualmente, y algunas de sus paradas, como la de este sábado, son en Aragón. Esta es una tierra que conocen bien, incluso mencionan una parte en esa mítica canción. ¿Se puede contar qué pasó en la cabaña del Turmo?

La letra es de Jesús (Cifuentes), que es quien vivió las experiencias. En esa época estuvo en algún grupo de montaña, hacían muchas excursiones. Siempre dice que en la canción hay algo de realidad, pero también de ficción. Es un reflejo del recuerdo de esa experiencia, con gente, con amigos... luego vas creciendo, las responsabilidades te van comiendo y se hace difícil coincidir, por lo que te echas mucho de menos. Curiosamente, la magia de ese tema es que en todas las generaciones cada uno se lo lleva donde quiere: a su momento, a su pueblo, a su excursión. Lo haces tan personal que a todo el mundo le llega muchísimo. Es algo que no se puede buscar, llega por casualidad.

También les une una relación especial con Canfranc...

Nace también de la mano de Jesús, tiene muchos amigos y estuvo viviendo ahí un año. Nosotros estuvimos en Canfranc en un refugio preparando un disco, y nos sentimos muy a gusto. Luego tuvimos la posibilidad de hacer un concierto reivindicativo, por el tema del Canfranero, junto a Labordeta, con el que fue una maravilla coincidir. La verdad es que en Aragón tenemos muy buenos amigos, hay muy buena gente.

¿Qué significa esta tierra para Celtas Cortos?

No hay gira en la que no pasemos por Aragón. El tema del acento nos da tan buen rollo... Sobre todo en las zonas donde está más arraigado. La gente es muy de verdad, siempre nos han tratado muy bien. Luego, hemos compartido escenario y disco con Ixo Rai!, que ha sido gente muy apegada a nosotros. Te podría decir todo bondades. Este año hemos pasado por Caspe y Ejea, y ahora vamos a Alagón encantadísimos. Siempre nos tratan genial.

"Mucha gente no oímos música en la radio, porque es horrible. Es todo demasiado igual"

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La música de su generación está volviendo a sonar. Hablaba de Ixo Rai!, también lo hemos visto con La Polla Récords, El Drogas gira con sus temas de Barricada... ¿A qué cree que se debe?

En nuestro caso, no hemos tenido la sensación de parar en ningún momento. De unos años a esta parte, estamos viendo muchos festivales que nos juntan a varios grupos de la época, que a veces ni siquiera sabíamos que habían vuelto. ¿A qué se debe? Pues yo creo que mucha gente no oímos música en la radio, porque es horrible. Es todo demasiado igual. El reggaetón, todo el rato la misma matraca... y al final se demanda esa música que tanto nos cautivó.

¿Tienen previsto unirse a esta moda de los documentales de Netflix?

El otro día lo hablábamos, pero no nos ha llamado nadie de momento (ríe). Si nos llaman para hacer un documental, encantados, porque tenemos muchas cosas que contar, nos ha pasado de todo.

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