Transcurre el tiempo y el pasado ayuda a conocer el presente. La existencia de varias épocas pasadas, desde el año 2250 antes de Cristo aproximadamente, expanden nuevas fronteras en el horizonte del conocimiento social.
Hace unos días se celebró en Alcolea de Cinca el acto de las I Jornadas de Arqueología de La Codera, un conjunto arqueológico que asegura el consistorio municipal «reúne en escasos centenares de metros un extraordinario patrimonio arqueológico de gran valor». Este yacimiento, que cumple desde su primera excavación 25 años, busca reconstruir la historia de la civilización del municipio. Se han tratado los restos encontrados en el yacimiento oscense en estos cinco lustros de ininterrumpida actividad con numerosas campañas de excavación e investigación, así como su relevancia en diferentes panoramas. Todo ello, impulsado, desde el Gobierno de Aragón y el Museo de Huesca.
El yacimiento
El arqueólogo y director del yacimiento, Félix Montón, asegura en la publicación 'Los restos ibéricos del conjunto arqueológico de La Codera, Alcolea de Cinca (Cinca Medio)' que esta zona está «a unos 500 metros de la orilla derecha del río Cinca, aguas abajo del núcleo de Alcolea de Cinca. Se levanta a poco más de 220 metros de altitud sobre el nivel del mar y a 100 metros de altitud sobre el cauce del río». Allí, hay restos presentes desde la Edad de Bronce a la época ibérica, con un intervalo de un milenio aproximado.
Aparte, Montón afirma, como se recoge en 'La Codera: I Edad del Hierro en el Valle del Cinca (Huesca)' que las sinergias con el pasado «proporcionan un amplio abanico cronológico que ofrece enormes posibilidades para conocer el poblamiento de la zona de forma casi continua a través de muchos siglos», en un contenido anterior a 20 años.
El arqueólogo aragonés, director de los trabajos de excavación e investigación, es una referencia en Alcolea de Cinca. Su vínculo con la localidad oscense va más allá de estos 25 años de intenso trabajo y de gran calibre. Según indica Montón, «veraneaba y pasaba muchos momentos allí», estrechando más la relación «por crear amistad con gente del pueblo» y con un especial interés desde el ayuntamiento en los trabajos del yacimiento.
Félix Montón destaca «la muralla, la más antigua conocida con trazas mediterráneas; las estructuras hidráulicas y el urbanismo tan sofisticado y revolucionario en ese tiempo»
La alcaldesa Begoña Nasarre, a su vez, elogia la involucración de Montón desde 1997. «Apostó e invirtió dinero de su propio bolsillo para realizar los trabajos de excavación. Es el 'alma máter' de este conjunto arqueológico, que dio luz al mismo. Es un orgullo contar con esta joya patrimonial en la comarca de Huesca, en Aragón», indica.
A través de los archivos clasificados del conjunto arqueológico de La Codera, hay evidencias de un asentamiento de Campos de Urnas, un poblado de la Edad de Hierro con dos necrópolis, una al este y otra al oeste y un poblado ibérico. Asimismo, existen otros restos pendientes de clasificación, dos necrópolis prehistóricas y dos hornos de cal modernos.
Distintas épocas
Aunque el propio arqueólogo cuenta que la Edad de Hierro tiene ese misterio y menor detalle que otras épocas, supone una investigación más difícil pero satisfactoria. «No sabría explicar porqué se ha trabajado menos la Edad de Hierro. Queda más colgada en detrimento de las épocas romana e ibérica, más vistosas», que es un periodo «difícil de definir y de estudiar para los especialistas. No hay exactitud sobre cuándo empieza y acaba esta época», valora Montón.
«Es un yacimiento importante que destaca en lo urbano con las necrópolis y, sobre todo, en los futuros trabajos que aún están por realizar»
También, Montón ensalza lo encontrado de la Edad del Hierro en La Codera. «Es un yacimiento importante que destaca en lo urbano con las necrópolis y, sobre todo, en los futuros trabajos que aún están por realizar».
Existen diferencias entre las etapas asociadas al yacimiento. «Las tecnologías ayudan a definir las épocas. El uso de estos materiales, ni de lejos, es generalizado. Esto sucede en las diferentes épocas; las élites gozan de la novedad, algo que es prestigioso entre la sociedad. Es algo distintivo», cataloga Montón.
Como reflexión final sobre el yacimiento, Montón defiende lo investigado como digno de mención, pero destaca «la muralla, la más antigua conocida con trazas mediterráneas; las estructuras hidráulicas y el urbanismo tan sofisticado y revolucionario en ese tiempo».
De hecho, «hay una gran satisfacción por el reconocimiento público del trabajo y, así, queremos continuar la investigación para que La Codera siga adelante». «El yacimiento es conocido en la ciencia y especialización, en un proyecto del Ministerio de Cultura con diversas entidades, siendo clave para el conocimiento de la época», asevera Montón.
La historia, siempre en constante evolución, tiene más páginas reservadas sobre el yacimiento de La Codera y Alcolea de Cinca.
