El Periódico de Aragón

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Hallazgo arqueológico en Aragón

Artieda, una ciudad romana al pie de los Pirineos

Un gran mosaico en el yacimiento de Forau de la Tuta demuestra la monumentalidad de este asentamiento

Imagen de la reciente jornada de puertas abiertas del yacimiento, sobre una parte del mosaico descubierto.

Durante varias generaciones, los vecinos de la localidad de Artieda conocían algunos vestigios de lo que podía ser un antiguo asentamiento. Uno de ellos era el gran capitel que se podía apreciar en el exterior de la ermita de San Pedro. Sin embargo, lo que no imaginaban era que ese elemento arquitectónico era solo una pequeña parte de una ciudad monumental romana que ocupó esas tierras hace dos mil años.

"Hace unos 15 años, al rehabilitar la ermita, apareció otro capitel igual al del exterior en la otra parte. Además, en el campo que hay pegado, se podían apreciar dos agujeros de obra que ya indicaban que ahí había habido algo, y al trabajar en ese mismo campo siempre aparecían teselas, piedras con inscripciones...". Así explica Luis Solana, alcalde de la localidad de La Jacetania, lo que conocían los artiedanos hasta hace bien poco. Aunque, eso sí, en la década de los 60, Enrique Osset, un militar con raíces en el pueblo, ya hizo alguna pequeña cata donde se podían apreciar "restos de muros" y "algún mosaico", tal y como explica el alcalde. "Ese mosaico, de unos 80 metros cuadrados, ya daba la sensación de estar ubicado en una especie de villa, y se llevó al Museo de Zaragoza", prosigue.

Ahora, el hallazgo de un nuevo mosaico de 150 metros cuadrados ha terminado de confirmar la monumentalidad de la ciudad ante la que se encuentran los arqueólogos. Uno de ellos, José Ángel Asensio, todavía muestra cierta incredulidad: "Son los restos de una entidad que todavía es difícil de explicar cómo no la habíamos visto. Es una ciudad inesperada, nadie imaginaba que existiese algo así en esa zona". Con todo, Asensio asegura que el término descubrimiento es demasiado "pretencioso", y que su trabajo ha sido "un avance en algo que ya intuían en la localidad", aun cuando se trata de un suceso "poco frecuente" en Aragón -se estima que, como mínimo, el yacimiento ocupa cuatro hectáreas-.

Un trabajo de años

En 2015, décadas después de los trabajos de Enrique Osset, el ayuntamiento impulsó un plan para intentar revertir la despoblación y la falta de oportunidades, y vieron en el yacimiento de Forau de la Tuta una buena oportunidad. "Pensamos en los recursos con los que contábamos, y decidimos avanzar en esta investigación. Contactamos con la Universidad de Zaragoza, quienes nos animaron a continuar, y a partir de 2018 se concreta todo", asegura el alcalde Solana.

"Es una ciudad inesperada, nadie imaginaba que existiese un asentamiento así en la zona", asegura el arqueólogo José Ángel Asensio

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Unos avances que la tecnología terminó de acelerar. "Los drones, las cámaras térmicas... Son elementos que nos han permitido tener una visión bastante completa antes de empezar nada", subraya Asensio. En cualquier caso, predice el arqueólogo, "hay muchísimo trabajo", que puede durar "20, 25 o 50 años". "El trabajo arqueológico es y debe ser lento, pero necesitamos seguir con la excavación de las termas, hay que continuar para entenderlo", añade. Y eso, asevera, solo será posible si las instituciones ponen de su parte: "Hemos tenido muy pocos recursos, casi todos del Ayuntamiento de Artieda, que bastante ha hecho".

Una ciudad sin nombre

Uno de los principales retos a los que se enfrenta el equipo de expertos es determinar qué ciudad están excavando exactamente. Lo que sí saben, en palabras de Asensio, es que se trata de una ciudad "de tamaño medio, que durante un siglo o siglo y medio fue un asentamiento importante". Algo que determina, entre otras cosas, "una arquitecutra monumental fuera de lo común". Un hecho que demuestra que, en Artieda, hubo "riqueza, aristocracias que gastaron mucho dinero, por ejemplo, en unas termas con un tamaño desproporcionado en relación al asentamiento", sentencia el arqueólogo. La urbe se estima que languideció, "como tantas otras", en torno al siglo IV o V, aunque hubo un reasentamiento en torno al siglo IX.

"Estos descubrimientos pueden marcar un antes y un después para Artieda", dice el alcalde Luis Solana

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Con todo, el nombre es otra de las incógnitas que presenta el yacimiento. "No sabemos si se menciona. Los geógrafos de la época describen muchas ciudades de la Península, y hay bastantes que sabemos que existieron pero no donde están, por lo que es muy posible que se mencione aunque no sepamos cuál es", reconoce Asensio.

El alcalde Luis Solana, por su parte, también admite que "para nada" esperaban tal magnitud, la cual "supera con creces lo que se podía imaginar", y se muestra muy "ilusionado" por el potencial del yacimiento: "Los expertos aseguran que lo que está apareciendo es relevante e importante. El mosaico puede ser de lo mejor de Europa". Así, Solana confía en que dicho potencial se convierta en un "revulsivo" para la localidad. Y no solo a nivel "histórico o arqueológico", sino por el retorno económico que puede suponer. En ese sentido, el alcalde anuncia que para otoño ya quieren realizar una pequeña exposición con las piezas encontradas, así como con elementos de colecciones privadas de gente de la zona. Un inventario que complementará la realidad virtual, gracias a la que se podrán ver detalladamente los nuevos hallazgos. "Estos descubrimientos pueden marcar un antes y un después para Artieda", concluye.

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