No eran las seis de la tarde todavía y decenas de personas ya estaban apostadas en el césped de la subida junto al anfiteatro de la Expo (donde está instalado el Escenario Ambar de este Vive Latino). El sol radiaba con fuerza y Mikel Erentxun estaba a punto de salir a escena. Era el primer concierto de los escenarios grandes del día (tras la caída del cartel de Bebe) pero el recinto ya contaba con una gran afluencia de gente. Y es que la segunda jornada del festival Vive Latino Zaragoza ha sido más multitudinaria que la del viernes lo que ha llevado a cerrar la cita con 35.000 espectadores entre los dos días.
Una sensación que se palpaba desde primera hora de la tarde y en detalles como que las barras estaban mucho más concurridas ya desde primera hora de la tarde o que se veían, por ejemplo, muchas más banderas de México entre el público o incluso la sala de prensa tenía mucha más actividad. La cámara 360 grados habilitada como 'photocall' también contaba con una larga fila e incluso el set de maquillaje instalado de la mano de Ambar.
Y es que ya es un hecho. Aunque no se han llegado (ni de lejos) a las cifras que en un primer momento manejaban los promotores (Nacho Royo desde la parte aragonesa y Ocesa desde México), el Vive Latino Zaragoza ha aguantado el tirón con nota. Muchos de los asistentes ayer valoraban con una nota muy alta el festival con el único pero de las filas en las barras de comida y bebida donde en horas punta y en la zona gastronómica se llegaron a acumular más de una hora de espera. Aún así, la mayoría resaltaba la adecuación del recinto como algo «poco habitual en los festivales que se suelen celebrar».
De hecho, puede que una de las fotos más realizadas durante los días haya sido alguna con uno de los cráneos mexicanos pintados o con dos de las esculturas que le daban color al recinto de la Expo. Y ni qué decir del atractivo de la lucha mexicana. Con dos pases, a las 19.00 y a las 21.00 horas, prueba de su atractivo era que minutos antes fueron decenas los que se subieron al propio ring a hacerse una foto con los luchadores y el árbitro.
Un cartel más llamativo
Así las cosas, está claro que el segundo día del Vive Latino fue mucho más multitudinario que el primero (no hay que olvidar que era sábado y no era día laborable para la mayoría de la gente) y tampoco hay que dejar de lado que el cartel del viernes parecía a priori más atractivo para un público generalista. Además, con dos grandes enganches locales, Amaral y Kase.O, que hoy por hoy son los aragoneses que más personas son capaces de congregar en un concierto por diferentes motivos.
Fueron sin duda las dos actuaciones más multitudinarias aunque no hay que dejar de lado el resto del programa que contó con artistas, es justo reconocerlo, que congrega a una audiencia muy fiel, desde el donosatiarra Mikel Erentxun hasta Iván Ferreiro pasando por otros como Rulo y la contrabanda.
Por lo tanto, si la gran noticia ya de por sí era que el recinto de la Expo iba a volver a contar con un evento multitudinario 14 años después, una vez celebrado el Vive Latino Zaragoza hay que decir que se ha demostrado que es una zona ideal para la celebración de este tipo de actos y, sobre todo, que la capital aragonesa no puede permitirse el lujo de desaprovechar un escenario como el anfiteatro de la Expo. Es el momento de que los organizadores y las instituciones hagan sus propios balances y decidan si es viable volver a repetir el festival en la ciudad pero lo que sí debería ser una realidad es que es hora de rentabilizar culturalmente un espacio como el de la Expo.
Y, por último, la otra duda que puede flotar en el ambiente es que si el Vive Latino repite su presencia en Zaragoza, ¿seguirá apostando por el mismo cartel o quizá se abrirá a nuevos sonidos?
