El Periódico de Aragón

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UNA MIRADA CULTURAL

Las Turbulencias de Javier Losilla: Mañanas y noches de mercado

El MMV de Vic combina desde hace 34 años la música como expresión cultural y como negocio

Reina del escenario, Sofía Viola ejerce el panamericanismo musical. Paco Valiente

Se ha notado que la pandemia está en horas bajas o que, cuando menos, nos permite bajar la guardia. Adiós a las mascarillas, bienvenidos a las reuniones, los corrillos de conversaciones y los conciertos sin restricciones. Se ha notado en la 34 edición del Mercat de Música Viva de Vic, adonde acuden mánagers y promotores para ofrecer o contratar músicos.

Los periodistas también vamos, y como no tenemos nada que vender ni comprar buscamos (cuando menos quien esto escribe) artistas que estimulen algo el hipotálamo. Así que la selección que les muestro responde solo a esa condición. El resto no es silencio, al contrario que en Hamlet, pero es otra historia que escribirán otros.

Gocé, pues, con Betina Quest (con su espectáculo, vaya), burundesa crecida en Alemania que se acerca a la trasculturación africana desde una perspectiva electrónica con apoyo audiovisual. Quest busca el desafío tanto en el folclore (Ikangure), como en las cadencias gospel, hip hop y soul. Un buen ejemplo de esta faceta es la canción Four African Women, escrita por Michael Olatuya, Nina Simone y Somi.

Betina Quest conjuga raíces y puntas. Paco Valiente

¿Y qué contarles de la oferta de las bretonas Elsa Corre y Hélène Jacquelot, que forman el atractivísmo Duo du Bas? Elsa y Hélène conjugan sus hermosas voces con extraordinario talento, apoyándose con percusines que pueden ser una cesta con semillas, una máquina de escribir o un paño que van rompiendo a tiras.

Pero hay más: sus canciones, singulares, proceden de historias que ellas han registrado a sus protagonistas (esas grabaciones suenan a veces como muestras en los temas), mujeres y hombres de allá y de aquí que se distinguen por sus costumbres peculiares. Les géantes llaman a esas personas que desde una mirada ajena pueden considerarse peculiares o extravagantes. Canciones que en definitiva son, como diría el cantautor francés François Béranger, tranchettes de vie.

El Duo du Bas, de Bretaña, relata grandes historias de ‘géantes’. Paco Valiente

Hacía tiempo que no veíamos y escuchábamos en directo a la argentina Sofía Viola, reina del directo (incluso en solitario), deslenguada compositora, diestra y siniestra tañedora de instrumentos de cuerda y experta en estimulantes juegos vocales y en uso de la onomatopeya como generadora de sentido, Sofía pasea sus piezas textualmente por los márgenes narrativos («Una vez al mes me pongo como loca / una vez al mes me visita don Andrés») y musicalmente por varias fronteras de América. Canciones ya conocidas y otras que editará en su próximo disco dieron forma a un programa de excelente aroma y sabor.

Y la chilena Gatica (residente en Francia, suponemos) transita por unos territorios en los que la chanson muestra nuevos tonos y colores. Canta estupendamente, toca guitarra y charango, y en Vic estuvo arropada por el chelo y las voces de Juliette Serrad y por la percusión y el bajo de Clara Noli. Gatica explora, recurriendo a sonoridades diversas, los límites siempre elásticos de la chanson.

Alejandra Gatica o las nuevas vías de la ‘chanson’ francesa. Paco Valiente

Hace unos años descubrimos en Vic la descarada negritud de la joven Aiala, que se balancea entre el hip hop y lo que se ha convenido en llamara R’n’B electrónico. Ha vuelto en la pasada edición, con el rapero El Tornado, un trompetista y un trombonista, para certificar su gran estirón artístico.

Por otra parte, aunque a su espectáculo le falta recorrido, mencionemos a María de la Flor y su sugerente grupo de cuerdas, enredada como otras colegas en llevar el alma del folclore (todos los folclores diríamos) a un espacio simbólico en el que la tradición no choque con la modernidad.

Maestro Espada configura un universo en expansión que trata de crear nuevos códigos que se alimentan unos a otros

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Y hablando de tradiciones: los murcianos residentes en Barcelona Alejandro y Víctor Hernández, que se presentan en sociedad como Maestro Espada, indagan en los cantos de trabajo y de fiesta de su tierra natal y entre sintetizadores analógicos y percusiones del lugar configuran un universo en expansión en el que no se trata de mezclar lo viejo y lo nuevo sino de crear nuevos códigos que se alimentan unos a otros. Cerca de ellos anda Raül Refree, así que no les digo más. Y un apunte final para los perturbadores navarros Chill Mafia, un brutal y cañero combinado sonoro con bases trap y alturas varias. 

Como trap radical vasco define su propuesta Chill Mafia. Paco Valiente

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