El Periódico de Aragón

El Periódico de Aragón

RESEÑA LITERARIA

Crítica de Javier Lahoz de 'La familia', de Sara Mesa: Los incendios

El libro es un puzle maravilloso que retrata al conjunto de quienes viven bajo el mismo techo y han aprendido a entenderse, a soportarse y a convivir

La escritora Sara Mesa, en su casa de Sevilla, con su gato. SONIA FRAGA

La escritura de Sara Mesa es prodigiosa. Sus libros no me permiten distracciones. Cuando ando confuso o despistado porque creo que hay a mi alrededor un exceso de palabrería, entro en una historia de esta autora y me reconcilio con el mundo. Con el de la literatura, por lo menos. Me da igual que juegue con los tiempos, con los espacios o con los personajes, dando saltos hacia atrás o hacia delante, buscando la manera de desconcertar y de ser única, con esa creatividad que solo a ella le pertenece. En cada página dibuja rostros y muestra presencias, dando voz y silencios a quienes permiten que su vida haya sido construida con cuatro trazos de cuyos límites no es fácil salir. Los diálogos inundan de veracidad cada situación, como si fueran pronunciados por hombres y mujeres que no entienden de ficciones ni de fantasías.

Me transporta a otros territorios. Y eso es muy complicado para quien no cuenta con más armas que la imaginación, la observación y la cultura, poderes muy cotizados a tenor de lo mucho que parecen escasear. Creo que en esta novela no hay elementos con los que logre identificarme, nada que me recuerde momentos pasados o anécdotas que en un momento dado me hayan despertado emociones. Y sin embargo, existe en mí una especie de necesidad de querer formar parte de esas narraciones que a veces descubren a protagonistas simpáticos y a veces a auténticos imbéciles que, en un hábil juego de contrastes y de claroscuros, desconciertan más que asustan. Se trata de 'La familia', nueva obra de la citada Sara Mesa publicada por Anagrama, editorial de la que es incondicional. La familia, ahí queda eso, un breve título que no da demasiadas pistas porque en su rotundidad no cabe dudar.

Evolución y retroceso sin parar

No es una narración al uso. Porque ahora estamos en un momento y luego en otro; ahora hay una evolución y luego un retroceso; ahora hay que comprender el mundo adulto y luego recuperar la infancia perdida; ahora es él y luego es ella. Y quizás nunca dejaron de estar ellos. Correcto. De eso se trata, de un puzle maravilloso que retrata al conjunto de quienes viven bajo el mismo techo y han aprendido a entenderse. A soportarse. A convivir. También los otros, los que son parte indirecta, un tío excéntrico o una vecina cariñosa, cercana, hacia la que cualquier debilidad es comprensible. Es una familia peculiar que a veces parece recién salida de una película de Frank Capra y otras veces debería tener por progenitora a la mamá sangrienta que fue Shelley Winters. Es una familia que provoca hilaridad en el lector, y muy diferente a cualquier otra porque aunque parezca que en definitiva todos nos parecemos, es un hecho que a su vez renegamos de las costumbres de los otros, de sus manías y de su comportamiento de puertas para afuera. Es una familia tan obsesionada por ser una familia que se olvida de serlo.

Es una escritura que fluye, como si se tratara de agua que se escapa entre los dedos. El léxico y el vocabulario, la construcción de las frases, la mirada crítica, la sensación derrotista incluso en momentos puntuales se palpan en cada línea porque esta chica escribe con autoridad, con la capacidad de decidir cómo debe transcurrir la existencia en los espacios cerrados, reductos en los que el corazón late deprisa y los ojos permanecen abiertos, a la espera de desenlaces que no tienen por qué suceder. Sara Mesa me ha dejado con la miel en los labios a menudo, sabedora de que lo importante no es la sorpresa final ni mucho menos, es el camino, porque lo que pasa en el camino es lo que enseña, lo que sugiere, lo que acontece, lo que duele.

Musicalidad sin pausa

Sus libros los recibo siempre con gran expectación, lo admito sin ningún remilgo ni miramiento. Mi insistencia es fruto de esa musicalidad que valoro enormemente y que me acerca a seres que de repente se quedan conmigo por la dureza de su piel. Hijos y padres, hijas y madres, ternura y descaro, horror en las sobremesas y cuentos al anochecer. La familia, esa institución que pase lo que pase pesa lo suyo. Da igual el tema que trate porque la literatura cabe en cualquier trama. Hay que saber relatar, hay que saber escuchar, hay que saber darle verdad a quien está al otro lado, también cuando abunden las mentiras. Si no han leído todavía a esta escritora, no sé a qué están esperando. Seguro que después lo recomiendan a su familia. 

'La familia', de Sara Mesa.

'LA FAMILIA'

Sara Mesa

Anagrama

232 páginas

Compartir el artículo

stats