El Periódico de Aragón

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MÚSICA

Crítica de Javier Losilla del Festival de Jazz de Zaragoza: Celebrando la música más allá de Morgan

Vincent Herring (saxo tenor) y Joe Magnarelli (trompeta) unen talentos para homenajear a Lee Morgan

El Festival de Jazz de Zaragoza llegó a su conclusión el domingo por la noche. AUDITORIO DE ZARAGOZA

Corriente puente entre el cool y las vanguardias del jazz (free y modal), el 'hard bop' tuvo en el trompetista Lee Morgan (1938-1972) uno de sus intérpretes más notables. De ahí que, en el 50 aniversario de su muerte (falleció tras los disparos que le propinó Helen More, su pareja, en un ataque de celos), Vincent Herring (saxo tenor) y Joe Magnarelli (trompeta) hayan unido talentos para homenajear a Morgan. El domingo, cerrando el Festival Zaragoza Jazz actuaron en la multiusos muy bien acompañados por Peter Zak (piano), Ignasi González (contrabajo) y Joris Dudli (batería).

Dando cancha, como debe de ser, al trío de ritmo (un piano sinuoso, un contrabajo preciso y una batería exuberante), Herring y Magnarelli dieron toda una gozosa lección de música a través de una muy acertada elección de piezas del repertorio de Morgan. Tanto en sus intervenciones en solitario como en dúo, la pareja brilló durante todo el concierto, cumpliendo los preceptos básicos de la técnica del estilo (stacatto, legato y contratiempo), pero llevados a su personal entendimiento del jazz. Herring, de soplo tan largo como intenso, enlazó con las luminarias de la época del 'bebop' (Charlie Parker), mientras que el vibrante fraseo de Magnarelli, sin abdicar de la melodía, se situó más cerca de la frontera con las mencionadas vanguardias.

Un respiro para las piezas

El quinteto abrió la velada con 'Most Like Lee', y sin prisa, dejando que las piezas respirasen, se internó después en 'Zambia' y la melodiosa 'You Go To My Head', la voluptuosa 'Ca-lee-so' y la muy célebre 'The Sidewinder', dejando para el bis un fascinante dueto en el desarrollo de 'Ceora'. En fin, que la actuación no solo se mostró como un extraordinario tributo a quien la crítica designó como sucesor de Clifford Brown; también fue una excelente conjunción planetaria del jazz. Un universo en expansión, o sea.

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