Reseña

Los libros aragoneses de Domingo Buesa. La baraja de plata y la plaza Sas

En las 300 páginas de 'La baraja de plata', de Juan Bolea, muchas sorpresas nos esperan en el camino

El escritor y periodista Juan Bolea, creador de la serie del detective de Florián Falomir.

El escritor y periodista Juan Bolea, creador de la serie del detective de Florián Falomir. / ANDREEA VORNICU

Domingo Buesa

Domingo Buesa

Hay libros que cuando los acabas de leer sientes la necesidad de dar gracias al destino por haberlo puesto en tus manos, incluso ganas de felicitarte por haber podido disfrutar de un trabajo que te ha permitido emocionarte, aprender y sobre todo disfrutar de su lectura. Y esa es la sensación que he tenido al avanzar en la quinta entrega de la serie de aventuras del detective Florián Falomir, cuya agencia de investigador privado está abierta en el espacio icónico de nuestra calle Alfonso de Zaragoza. Este personaje, convertido ya en protagonista de una apasionante saga, siempre construye un mundo a su alrededor en el que priman la perspicacia, la inteligencia o el realismo… Incluso cuando viaja para pasar unos días de asueto en la lejana Cádiz, empeñado en aprender a tocar la guitarra.

Y allí se encuentra con el cadáver de una adolescente en una playa gaditana, cuya enigmática muerte le atraerá poderosamente en un juego de encuentros y desencuentros con la policía de aquella ciudad. Este es el nudo de la novela, pero al desatarlo el autor nos permite revivir viejos casos de asesinato y descubrir un mundo que se agranda bajo nuestros pies, un mundo atrayente que se va extendiendo bajo las calles y plazas de esa hermosa ciudad que acogió la creación de la primera constitución española en 1812. Un sinfín de pueblos –fenicios, romanos, franceses…– que pusieron sus ojos en esta hermosa ciudad han contribuido a ese inquietante mundo subterráneo de pozos, cámaras y túneles, en el que duermen los secretos del pasado y en el que la novela se mueve con soltura, elegancia y profundo conocimiento de lo que son. Y no les voy a decir nada más de la trama porque les aseguro que deben leerla, si no lo hacen se equivocarán y se privarán de una lectura llena de ritmo y de emoción.

Una novela magistral

Juan Bolea es el autor de este magnifico trabajo, porque yo creo que hay que llamar a las cosas por su nombre. Y con citar el suyo no hace falta explicar más de Bolea, porque es un consolidado y reconocido escritor que ha visto llevar al cine y al teatro alguna de sus magníficas novelas. Juan Bolea es un maestro del género de la novela negra y además es un excepcional novelista, en el sentido más amplio de la palabra, cosa que demuestra continuamente en esos permanentes y dinámicos diálogos que mantienen los protagonistas de la novela, así como en la riqueza y sutileza con la que describe a los personajes, a los ambientes, o sugiere las sensaciones que tejen la trama. El gran escritor nos ha entregado una novela magistral, que puede servir de ejemplo y de manual obligado para los que quieran adentrarse en el estudio y en la realización de estas creaciones. La trama es limpia y clara, tiene la capacidad de ir complicándose a medida que transcurre la acción. Todo acaece en el marco temporal de cinco días que se suceden con el ritmo inevitable de las horas, provocando tensión y haciéndonos parte del suceso.

En 300 páginas muchas sorpresas nos esperan en el camino, junto a esos giros de acción que definen a las novelas protagonizadas por Falomir. Pero, sobre todo, podemos compartir el relato de una hábil investigación de la que acabamos formando parte. Y al final, nos queda la sensación de que tenemos en las manos un relato de mucha calidad, con múltiples asuntos que vamos descubriendo mientras nos enseñan los secretos y la historia de esa ciudad –a la que se nota que el autor ama con intensidad– que ha sabido presentárnosla con base en una buena investigación sobre su pasado. Por cierto, también les avanzo que está en juego una baraja de plata que poseyeron los monarcas españoles en el siglo XVIII.

Poco más les debo decir, acaso que he disfrutado mucho con su lectura. Es una novela bien planteada, bien narrada y mejor resuelta. Juan Bolea cumple con el compromiso que debe tener un autor: cautivar y enseñar a los lectores. Y sobre todo ha conseguido, por difícil que parezca, no defraudar a nadie. Así que les invito a que la lean, que no se pierdan la posibilidad de disfrutar de unos momentos intensos y apasionantes a cuenta de una serie de asesinatos acaecidos en Cádiz que vivirán en primera persona. Y luego, al tren y vuelta a Zaragoza, a tomar café en la Plaza de Sas como hace Florián Falomir. En realidad, Juan Bolea, al que hay que felicitar por esta magistral entrega que ya está en el elenco de las más notables novelas negras que se han escrito. Si la leen me tendrán que dar la razón.

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