Entrevista |

Vilas gana el Nadal: "La escritura para mí es una celebración de la vida"

El galardón más veterano que se concede en España en el ámbito literario nunca había sonreído a Aragón

El escritor y poeta Manuel Vilas gana el 79 Premio Nadal de novela

El escritor y poeta Manuel Vilas gana el 79 Premio Nadal de novela / Quique García (Efe)

Rubén López

Rubén López

Manuel Vilas se ha convertido con su nueva novela ('Nosotros') en el flamante ganador del Premio Nadal, el segundo galardón literario más importante del país tras el Planeta. El reconocimiento, entregado en la noche del viernes en Barcelona, hace justicia a uno de los mejores escritores aragoneses de la actualidad y reivindica una trayectoria totalmente consolidada desde la publicación de 'Ordesa' en 2018. De hecho, el poeta y escritor barbastrense ya estuvo a punto de llevarse el Planeta en 2019 con la novela 'Alegría'. 'Nosotros' se publicará el 1 de febrero.

 –¿Cómo de importantes son los premios? 

–La gran importancia de los premios es que ayudan a difundir la novela de una manera más potente. Para mí, los lectores son importantísimos y poder llegar a ellos y crear esa conexión de una forma más directa significa mucho. Estoy muy feliz de haber ganado este premio, la verdad.  

–Ha asegurado que ganar el Nadal es también «el nacimiento de una responsabilidad». 

–Sí porque en el historial del premio figuran grandes escritores. Carmen Laforet, Rafael Sánchez Ferlosio, Miguel Delibes... Es la historia de la literatura española y es una ilusión grande formar parte ahora de esa lista, pero también una responsabilidad.  

–¿Tenía claro que quería presentar ‘Nosotros’ al Nadal? 

–El Nadal es uno de los premios que está siempre en la imaginación y el deseo de cualquier escritor de este país. Cuando uno acaba una novela siempre aspira a lo máximo.  

–¿Cómo se empezó a gestar ‘Nosotros’? 

–Esta novela está muy vinculada al bolero 'Nosotros' de Los Panchos, escrito por Pedro Junco en 1942. Es una canción que me emociona mucho cuando la escucho. Cuenta una historia de amor con una separación y un duelo, y al hilo de esa emoción intensa empecé a dibujar ese personaje femenino. Porque 'Nosotros' es la historia de Irene, una mujer que ha quedado viuda y que quiere recuperar a través de la imaginación y la fantasía la gran historia de amor que vivió con su marido. A partir de ahí inicia un viaje por el Mediterráneo, cuya presencia es también muy importante en la novela. De momento poco más puedo contar (risas).  

–¿Le apetecía especialmente ponerse en la piel de una mujer? 

–Me apetecía mucho porque además era un desafío literario. Tampoco me ha resultado tan complicado porque entre hombres y mujeres tampoco es que haya abismos. Vivimos en la misma sociedad y hoy en día tenemos las mismas pulsiones. Actualmente hombres y mujeres están ya prácticamente igualados en casi todo. Creo que lo que hay en el corazón de una mujer y de un hombre no es tan distinto. Y ese ha sido también uno de los motores de la novela. Me apetecía mucho indagar en la mujer. He creado a Irene y me gusta lo que hace en la novela, es un ser con el que empatizo y obviamente habrá heredado algo de mí, porque esa es una de las cosas más maravillosas de la literatura, el trasvase de la mente del escritor a la mente de los personajes.  

–Al igual que ‘Los Besos’, ‘Nosotros’ parece una historia de amor poco usual. 

–Sí, es una historia de amor muy original (ríe). Pero hay mucha pasión y mucho sentimiento, que es lo que tiene que haber en las historias de amor. Creo que los seres humanos construyen sus vidas en las historia de amor, venimos a este mundo y fundamentalmente lo que hacemos es intentar construir una historia de amor que sea hermosa. Que eso aparezca en un libro no es más que lo que hacen siempre las novelas: copiar y representar la vida.  

"Me apetecía mucho ponerme en la piel de una mujer, era un desafío literario"

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–Poco después de ganar el Nadal dijo que se había convertido «en un profesional literario del amor». 

–Sí porque es un tema que está presente en 'Ordesa' y 'Alegría', que era el amor en la familia, en 'Los Besos', que era el amor en una pareja, y ahora esta viuda enamorada de 'Nosotros'. Las cuatro novelas tienen el denominador común del sentimiento del amor, que para mí es el gran tema que explica la condición humana. Es lo que nos hace ser una especie singular y original y por eso me aplico a escribir sobre el amor.  

–El tema de la muerte también está presente en su nueva novela.

–Irene no acepta la pérdida de su marido y ese es uno de los ejes fundamentales de la novela. Ella inventa un ritual amoroso para que su marido regrese a la vida, sin caer eso sí en nada esotérico. Para mí, ese no aceptar la leyes de la naturaleza también forma parte de la condición humana.  

–¿Escribir le ayuda a afrontar sus miedos? 

–La escritura para mí es una celebración de la vida. Cumplir 60 años me ha trastocado de alguna forma porque aunque no quieras ves que la fiesta se empieza a acabar y uno piensa que habría que asaltar la barra (ríe). Cuando uno tiene el futuro acotado aún tiene que vivir más si cabe. Más que terapéutico, escribir para mí es casi como respirar, es consustancial a mi vida y le da sentido. Y además es mi trabajo. La vida de los seres humanos es hacer cosas. Unos hacen muebles, otros coches, otros paellas. Los escritores escribimos, y en ese hacer, la vida encuentra sentido.  

–¿La soledad sobrevuela también la novela? 

–Sí, es otro de los temas que me obsesionan. De hecho, Irene se abisma en su soledad. Es otro de los grandes misterios de la especie, y por mucho amor que haya entre dos seres humanos siempre quedan espacios de soledad.   

–Ha conseguido algo muy difícil, que es tener un sello propio. A nivel de estilo, ¿‘Nosotros’ se parece más a ‘Los Besos’ o a ‘Ordesa’? 

–Sí, creo que cualquier lector mío sabe reconocer una página mía porque está construida con un estilo determinado, con unas ansias de belleza y una prosa que muchas veces contiene mucho aliento poético. Sin pasarse, claro. En esta última novela yo creo que he cambiado un poco el estilo. Como escritor deseo evolucionar y 'Nosotros' se nota que es mi prosa pero es distinta a mis novelas anteriores.

–¿Ya sabe qué será lo próximo? 

–Estoy con un libro nuevo. Va a ser prosa, pero igual se acerca al ensayo. No lo sé todavía.  

El Nadal nunca había sonreído a Aragón

El Nadal es el galardón más veterano que se concede en España en el ámbito literario. Este año ha celebrado suedición número 79, pero en toda su historia nunca un autor aragonés se había llevado el premio. El barbastrense Manuel Vilas rompe así una relación poco prolífica entre el premio Nadal y la comunidad.

En casi 80 años, tan solo dos autores nacidos en Aragón han conseguido ser finalistas. El primero en lograrlo fue el escritor y periodista de Albalate del Arzobispo (Teruel) Alfonso Zapater, que lo consiguió en 1981 con su obra ‘El accidente’. El zaragozano Ignacio García-Valiño también fue finalista en 1998 con ‘La caricia del escorpión’.

Aunque no nacidos en Aragón, ha habido otros dos autores afincados en la comunidad que también quedaron finalistas. El que más opciones tuvo de ganarlo fue el madrileño pero muy vinculado a Aragón Gabriel García-Badell (fallecido en 1994), que se quedó cinco veces finalista. Más recientemente, en 2013, el escritor afincado en Huesca Esteban Navarro quedó finalista con ‘La noche de los peones’.

El Premio Planeta, sin embargo, ha sido menos esquivo para Aragón. Santiago Lorén lo ganó en 1953, Ramón J. Sender en 1969, Soledad Puértolas en 1989, Javier Sierra en 2017 y Luz Gabás el año pasado. 

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