Accidente medular

Hanif Kureishi podría quedar tetrapléjico tras una caída en Roma

El autor anglopakistaní ha sido operado de la columna vertebral pero quizá no pueda volver a caminar o a escribir a mano

El escritor británico Hanif Kureishi, ayer en un céntrico hotel de Barcelona.

El escritor británico Hanif Kureishi, ayer en un céntrico hotel de Barcelona.

Elena Hevia

El escritor anglopakistaní Hanif Kureishi podría quedarse tetrapléjico. El autor, de 68 años, se enfrenta a la posibilidad de llevar una vida en silla de ruedas por una parálisis que le impediría, no solo andar sino también incluso volver a empuñar un bolígrafo o escribir en un ordenador, tras una caída sufrida el pasado 26 diciembre en Roma. Desde el momento del accidente, el autor de 'El buda de los suburbios' se ha dedicado a retrasmitir su estado a través de Twitter mientras se encuentra ingresado en el hospital Gemelli de Roma. Su esposa, la agente literaria Isabella d'Amico, y Carlo, uno de sus tres hijos, son las personas dedicadas a escribir materialmente los tuits que no han dejado de producirse porque Kureishi siempre ha sido particularmente activo en la red y ahora parece muy necesitado de conectar con sus lectores. 

El escritor, trasladado a la capital italiana para pasar las fiestas navideñas junto a su esposa, había visto en televisión un partido del Liverpool contra el Aston Villa mientras se tomaba una cerveza y de pronto, recuerda, empezó a sentirse mareado. “Me desperté unos minutos más tarde en un charco de sangre, con el cuello grotescamente torcido y mi esposa a mi lado de rodillas”, escribió –o más bien escribieron por él-. En tuits posteriores, explicó que sintió una especie de disociación de sí mismo, viendo un “objeto semicircular en forma de pala con garras” que acabo siendo su propia mano. “Creí que me estaba muriendo y que me quedaban apenas minutos de vida”.

Operado de la columna vertebral en el hospital romano, Kureishi, que conserva cierta sensibilidad y algo de movimiento en sus extremidades, iniciará en breve un tratamiento de fisioterapia y rehabilitación y afronta el futuro de una manera práctica ya que preguntó a sus seguidores si ellos conocían algún software asistido por voz que le permitiera escribir a través del dictado y poder continuar con su vida. El autor solía escribir a mano la mayor parte de su libros. De momento, explica, no puede rascarse la nariz, hacer una llamada de teléfono o alimentarse. “Como podeis imaginar esto es humillante, degradante y una carga para los demás”. 

Pese a su estado, el escritor no ha perdido del todo el sentido del humor, del que siempre ha hecho gala en su vertiente más negra. “Lo único bueno que se puede decir de la parálisis es que no tienes que moverte para cagar y mear”, dice al tiempo que invita a sus seguidores a tomarse un gran trago con él. “Hasta mañana queridos amigos, en este mundo de mierda. Todo mi amor”. 

Las muestras de solidaridad de los fans del autor de ‘Mi hermosa lavandería’ o ‘Intimidad’ han sido enormes y el autor ha revelado que su buen amigo Salman Rushdie, también delicado de salud tras el atentado del pasado verano que a punto estuvo de costarle la vida, se encuentra en contacto diario con él.

Relación con su esposa

Kureishi lleva además un blog en el que explica e intenta entender esta traumática experiencia que ha cambiado su vida como escritor: “Mientras les hablo, mis manos se sienten como objetos extraños. Están hinchadas, no las puedo mover y no sabría decir dónde están. De hecho, pueden estar en otro edificio, tomándose unas copas con amigos”. Pero también, según comparte, el día a día con su esposa que fue quien le atendió en un principio tras el accidente y llamó a urgencias: “Nuestra relación ha dado un nuevo giro, que no podíamos haber anticipado, y tendremos que encontrar la manera de amarnos de una forma diferente. No tengo ni idea en este momento de cómo hacerlo”.