Ciclo Mujeres Creadoras en Etopia

Sara Álvarez (investigadora): "Muy pocas mujeres lideran producciones de animación"

La doctora por la Universidad Politécnica de Valencia, experta en el cine animado, ha hablado este miércoles sobre la desigualdad del sector

La investigadora Sara Álvarez, este miércoles en Etopia.

La investigadora Sara Álvarez, este miércoles en Etopia. / ANDREEA VORNICU

Alberto Arilla

Alberto Arilla

La investigadora valenciana Sara Álvarez ha sido la protagonista este miércoles del ciclo Mujeres Creadoras, que celebra su primera sesión en el centro Etopia, en un coloquio en el que ha estado acompañada por la cineasta aragonesa Vicky Calavia. El motivo del mismo ha sido la presentación del Estudio de Mujeres en la Animación Española, en el que Álvarez ha participado como miembro de la Asociación MIA, especializada en la participación femenina en el cine de animación nacional.

Antes de la charla, la investigadora ha desgranado a este diario algunas de las conclusiones principales del estudio. En primer lugar, la más evidente según Álvarez, responde al «techo de cristal» existente en el sector. «Aunque muchas mujeres trabajan en el cine de animación, muy pocas ocupan puestos de liderazgo como la dirección, el guion o la producción», señala. Una situación que en ningún caso se repite en las bases de la industria, esto es, en la formación: «Llevamos dos años analizando los cortometrajes de escuela, y en ellos hay un equilibrio, una paridad, entre hombres y mujeres. Pero conforme ascendemos a cortos profesionales, largometrajes o series, el número de mujeres desciende». Algo que, por otra parte, repercute en otro sentido, el presupuestario, ya que estas producciones se realizan «dentro de las propias escuelas».

Con todo, la inercia actual, en opinión de Sara Álvarez, es «positiva». Así, la doctora por la Universidad Politécnica de Valencia subraya que «cada vez hay más mujeres, desde la formación, acostumbradas a los puestos del liderazgo», por lo que llegará el momento en el que esa evolución se vea reflejada «en el mundo profesional». No obstante, Álvarez admite que, pese a que «tendemos hacia la equidad», «nos va a costar un poco llegar».

En ese sentido, la investigadora resalta la idiosincrasia de la industria de la animación. «Son producciones muy lentas, que pueden llegar a los cuatro años. Desde MIA analizamos las estrenadas en un año concreto, por lo que se tardará un tiempo en comprobar que ese cambio es una realidad», comenta, aunque añade que esa misma idiosincrasia también ofrece una serie de ventajas que no se pueden aplicar a otras ramas del cine: «La animación tiene un perfil muy híbrido, hay mucha diversidad. Es un sector con una capacidad de adaptación muy alta, lo que se ha comprobado en la pandemia, cuando todo el cine paró, pero la animación siguió al 100%».

Un reflejo necesario

En cualquier caso, las cuestiones relativas al techo de cristal en la animación, como es obvio, repercuten en actos visibles, como lo son las entregas de premios de la industria. Por ejemplo, en los Goya, desde 2019 tan solo ha estado nominado un largometraje de animación dirigido por una mujer (el pasado año, Valentina, de Chelo Loureiro). «Es lógico que, si no hay producciones lideradas por mujeres, tampoco aparezcan en los premios. Al final es un reflejo, pese a que en los cortos de animación sí que ha habido mucho más equilibrio», afirma Álvarez al respecto.

Y es que esta iniciativa surgió desde las propias empresas del sector, conscientes de la necesidad de obtener datos específicos y contrastados al respecto, parte en la que entra MIA. «Hasta 2018, lo único que se conocía era una estimación de Diboos, que situaba en un 35% a las mujeres del sector, en una aproximación que hacían las propias empresas. Se dieron cuenta de que necesitaban conocer mejor la situación, y el primer estudio lo hizo la investigadora Sara Cuenca, en solitario. Al año siguiente, al ver la envergadura, ya nos contactaron a un grupo de investigadoras más amplio», concluye Álvarez.

Suscríbete para seguir leyendo