LIBROS

Bernardo Atxaga (publica 'Obabakoak' en aragonés): "La lengua es lo único esencial en la vida de las personas"

Xordica acaba de publicar una nueva edición del libro esencial en la trayectoria del escritor

Bernardo Atxaga en la redacción de EL PERIÓDICO DE ARAGÓN junto a la edición en aragonés de 'Obabakoak'.

Bernardo Atxaga en la redacción de EL PERIÓDICO DE ARAGÓN junto a la edición en aragonés de 'Obabakoak'. / Jaime Galindo

Daniel Monserrat

Daniel Monserrat

Dice con la absoluta tranquilidad que le confieren los hechos que ha realizado a lo largo de toda su vida que intenta ser «un abogado de las lenguas no oficiales o de poca extensión» ya que cree que, «en un mundo emergente, liberada la lengua de su inmediata utilización política, se le abre otro espacio poético». O, al menos, así lo concibe Bernardo Atxaga que explica que cuando se enteró que le iban a conceder el Premio Ostana en Italia intentó hacer un pequeño cambio en su vida: «Pensé que, desde ese momento, quería defender con más claridad el derecho de todas las lenguas que han sido historia en un lugar a tener elegancia». Y en ese marco se puede incluir la edición en aragonés de su gran obra, 'Obabakoak', que Xordica, con la traducción de Chusep Raúl Usón, acaba de publicar. Este miércoles se presenta el libro en el Paraninfo de la Universidad de Zaragoza.

«El aragonés es una lengua con mucha entidad –asegura Atxaga–. Me ha sorprendido, conozco otras lenguas minoritarias, pero el aragonés no es una lengua fácil de entender desde el castellano», explica. Lo dice un estudioso de la lengua que enseguida entra en el debate sin casi preguntarle como un buen apasionado: «La lengua es lo único esencial en la vida de las personas, se habla de la lengua como si fuera instrumento y no es así porque nosotros somos animales que hablamos, la lengua nos constituye, a través de la lengua es como existimos como seres humanos».

La realidad del mundo rural

'Obabakoak', que ahora acaba de ver la luz en aragonés, recrea en sus cuentos un mundo mágico y mítico que invita a la reflexión literaria, y que trata con técnicas narrativas originales cuestiones de tipo universal. El libro se compone de varios cuentos, de los cuales la mayoría se sitúan en Obaba, una pequeña población vasca inventada donde la fantasía y la realidad se funden continuamente. Pero, ¿qué es Obaba? «Es el mundo rural. Si la literatura es básicamente la lucha contra el filisteo y contra el estereotipo, yo pensé cuando escribí este libro que había que hacer aflorar la poesía. Esta entendida como la vida en realidad, haciendo aflorar una realidad tapada por el estereotipo, el clasismo y una serie de tapas repugnantes», reflexiona en voz alta Bernardo Atxaga, que va aún más allá: «En España me llama mucho la atención que hay una inmensa nómina de escritores que habla del mundo rural y no es que lleguen a la segunda capa del estereotipo, es que se quedan en la primera. No hablo de incomprensión sentimental sino de aquel que no sabe que dos más dos son cuatro. Obaba es el mundo que hay detrás de los estereotipos clasistas sobre el mundo rural que no es para nada lo que se dice».

"En España me llama mucho la atención que hay una inmensa nómina de escritores que habla del mundo rural y no es que lleguen a la segunda capa del estereotipo, es que se quedan en la primera"

La obra de Atxaga se ha traducido a más de 30 idiomas, algo que el vasco tiene claro que nunca imaginó: «Cuando era joven solo me interesaban dos asignaturas, filosofía y literatura, en lo demás era mediocre. Tenía una ilusión juvenil de ser escritor pero, claro, para serlo, tienen que reconocértelo. Las traducciones me han servido para aprender, qué diferentes son los países, con qué se relaciona la publicación… y eso ha sido un aprendizaje constante y lo sigue siendo. Para mí, ha sido fundamental en mi profesión aprender, nunca he sido un escritor bon vivant, los detesto. No me gustan nada esos escritores que saben qué vino es bueno. Igual debería ser más epicúreo y menos asceta, no lo sé. Yo solo quiero aprender y aprendes mucho por ejemplo cuando tienes que recitar en un pueblo de Estados Unidos», afirma.

La importancia relativa de los premios

Con respecto a los premios con los que ha sido reconocido a lo largo de toda su trayectoria (entre ellos, el Nacional de Literatura en 2019), el escritor prefiere no darles demasiada importancia: «Los premios dan ánimo porque el esfuerzo de escribir es muy grande. Ahora bien, tampoco hay que pasarse, hay una parte de azar en ellos o los dioses… Hay que tener una cierta mesura con ellos. Además, no pienso mucho más en ellos, pienso más en que tengo 71 años». ¿Se refiere a la muerte? «Cuando era joven yo iba hacia los grandes temas y ahora son los grandes temas los que corren hacía mí. Tampoco hay que ser tonto, ser tonto es no tener conciencia de tu situación. No es motivo de preocupación, pero hay que pensar en la muerte, claro», concluye Bernardo Atxaga no sin antes dar una nueva lección, en esta ocasión sobre la memoria: «Se piensa de ella que es algo instrumental, como si fuera parte de tu cabeza, como una caja, y no tiene nada que ver. La memoria es todo lo que puedes llamar vida. Si no tienes memoria, llegas por la mañana al espejo y no sabes qué ves. Una persona sin memoria no tiene humanidad, no tiene nada, es como una piedra. Las personas que pierden la memoria ya no están en la vida y morirían al día siguiente si no tuvieran ayuda externa».