Los ‘Caprichos’ de Dalí dialogan con los de Goya en Fuendetodos

Los ‘Caprichos’ de Dalí dialogan con los de Goya en una exposición que puede verse desde hoy martes en la sala Ignacio Zuloaga de Fuendetodos. La muestra, organizada por el Consorcio Goya Fuendetodos de la Diputación de Zaragoza, podrá disfrutarse hasta el 19 de marzo y permite disfrutar de la particular visión del artista de Figueras sobre la famosa serie de grabados en la que el genial pintor aragonés plasmó la degradación de la sociedad, los abusos y el fanatismo de la época.

En la exposición pueden verse los 80 grabados en los que Dalí reinterpretó los ‘Caprichos’ junto a seis de los originales de Goya. Se trata de una muestra casi inédita, ya que estas creaciones del artista más famoso del surrealismo han podido verse en contadas ocasiones.

El Museo Goya incorpora a su colección uno de los primeros retratos del genio de Fuendetodos

“Podemos ver un diálogo entre dos grandes genios, nuestro genio por excelencia, Francisco de Goya, y Salvador Dalí, en torno a los 80 grabados del genial pintor aragonés. De todos los diálogos de los que hemos podido disfrutar en Fuendetodos este destaca no solamente por su calidad sino porque son obras casi inéditas, que han sido expuestas en muy pocas ocasiones”, ha resaltado la disuada delegada de Cultura de la Diputación de Zaragoza, Ros Cihuelo.

Por su parte, el alcalde de Fuendetodos, Enrique Salueña, ha destacado el trabajo que tanto desde el Consorcio Goya Fuendetodos de la Diputación de Zaragoza como del ayuntamiento de la localidad realizan para potenciar la cultura. “Este año vamos a batir récord de visitas escolares, ya que más de 3.000 niños y niñas nos visitarán para conocer quién fue Goya a través de propuestas enfocadas a ellos”, ha indicado Salueña.

Decisiva y convulsa transición política

Entre 1973 y 1977, mientras España vivía una decisiva y convulsa transición política, económica y social, Salvador Dalí quiso reinterpretar los 80 grabados que componen la serie completa de los ‘Caprichos’ de Francisco de Goya. Para la creación de estas 80 obras que desde hoy pueden disfrutarse en Fuendetodos, Dalí utilizó la técnica del heliograbado, un procedimiento fotográfico sobre plancha de cobre que le permitió obtener réplicas exactas de las matrices de estampación de los grabados de Goya para luego intervenir sobre ellas mediante una combinación de técnicas.

“La mano del artista ampurdanés trazó así nuevas imágenes, muchas de ellas iconos procedentes de su universo personal de raíz onírica como relojes blandos, o órganos sexuales, cajones abiertos, llaves, alubias, muletas-horquilla, jirafas, calaveras o rastros de sangre …), que se conjugan con las goyescas en perfecta armonía, además de colorear determinadas áreas de las composiciones que de este modo quedan resaltadas”, ha explicado el gerente del Consorcio Cultural Goya-Fuendetodos de la Diputación de Zaragoza, Ricardo Centellas. En sus creaciones Dalí jugó con las leyendas o títulos que acompañan a las imágenes y modificó o cambió por completo los de Goya, dándoles nuevo sentido o despojándolos de todo sentido, con una voluntad provocadora de raíz surrealista.

Los ‘Caprices’ dalinianos fueron estampados en la imprenta de los talleres Rigal, en Fontenay-aux-Roses, con una tirada única de 200 copias, numeradas y firmadas más 20 pruebas de artista. Por expreso deseo de su autor, se expusieron por primera vez en 1977 en el Museo Goya de Castres, especializado en pintura española y que alberga varias obras del artista de Fuendetodos y desde entonces, las obras que ahora se exponen al público en ‘Dalí dialoga con Goya en Los Caprichos’ han sido exhibidos en contadas ocasiones. En el mismo verano de 1977, la parisina editorial Berggruen editó una plaquette con la reproducción de los 80 caprichos de Goya reinterpretados por Dalí, cada uno de ellos asociado a un comentario redactado por el escritor Luis Romero y vertido al francés por Joëlle Guyot y Robert Marrast.

Delirios oníricos de Goya

Los delirios oníricos de Goya atrajeron la atención de los creadores surrealistas a comienzos del siglo XX, en particular de Salvador Dalí, admirador confeso del aragonés como heraldo de la modernidad, al ser el primero en atreverse a romper con cualquier regla iconográfica o pictórica, lo que le llevó a reinterpretar los ochenta grabados de ‘Los Caprichos’ por los que sentía devoción. Introdujo el color, incorporó nuevos personajes y elementos surrealistas, y redactó nuevas sentencias. Se recreó con el buril o con el pincel tanto como con la pluma, de una forma provocadora casi hasta el absurdo, pero manteniendo la esencia original de la obra.

En Dalí prima la improvisación, el descubrimiento rápido de figuras propias de su exclusivo mundo interior que habían permanecido ocultas a todos los demás, hallazgos visionarios que oscilan entre lo chabacano, la fantasía y el automatismo surrealista paranoico crítico.

Sus invenciones amplifican o subrayan de forma simbólica el mensaje goyesco, que hace referencia al paso del tiempo, a la fugacidad de la vida, a la inevitabilidad de la muerte, así como el componente sexual del ser humano y su doble moral. En la reinterpretación daliniana no es difícil, a su vez, encontrar referencias a personajes que marcaron su existencia, como Velázquez, Millet o Federico García Lorca, y a avances científicos que le obsesionaron, como la mecánica cuántica o la relatividad. Como homenaje a su maestro, Dalí quiso conservar la firma de Francisco de Goya, que acompaña a la suya en cada uno de los grabados.