A PARTIR DE LAS 21.00 HORAS

Ladilla Rusa (actúan en Zaragoza): "Nos gusta hacer cosas que no sabemos hacer"

El grupo llega este sábado al Teatro de las Esquinas con el electropop más loco del país

Los barceloneses Victor F. Clares y Tania Lozano son Ladilla Rusa

Los barceloneses Victor F. Clares y Tania Lozano son Ladilla Rusa / ANNE ROIG

Rubén López

Rubén López

Zaragoza

Todo empezó como una broma entre dos amigos de la infancia y sin ninguna pretensión. Los barceloneses Tania Lozano y Víctor F. Clares colgaron en junio de 2017 su primera canción –'Bebo (de bar en peor)'– y a partir de ese momento el fenómeno Ladilla Rusa empezó a crecer. Hoy acumulan millones de reproducciones en internet y han publicado dos discos. El último ('Costumbrismo mágico') lo presentan mañana por la noche a partir de las 21.00 horas en el Teatro de las Esquinas de Zaragoza, donde desembarcarán con su electropop, sus letras cargadas de humor y su estilo cañí. Garantizan risas, baile y «mucho cachondeo».

«Nuestros conciertos se convierten en una auténtica fiesta. Hay gente que incluso viene disfrazada y nuestro dj va calentando motores antes de que salgamos al escenario», explica Lozano, que deja claro que ellos son «un grupo de música humorística»: «La gente no viene a ver a dos personas que cantan bien, sino a dos locos con mucha energía que hacen que el público se lo pase bien y se ría. Y eso es lo más importante para nosotros». 

Herederos de grupos como Ojete Calor o las extintas Las Bistecs, estos dos periodistas de Montcada i Reixach han conseguido vivir de la música tras el éxito de algunos de sus temas más conocidos: 'Macaulay Culkin', 'Kitt y los coches del pasado' o 'A un metro y medio de ti'. «Somos unos afortunados; ahora incluso vamos a ir a México a dar tres conciertos. Tenemos amigos músicos con un talento increíble que no pueden ganarse la vida con su pasión...en todo esto hay un factor de suerte evidente», apunta Lozano.

A ellos les costó eso de autodenominarse músicos. «Durante bastante tiempo nos resistimos a reconocerlo, pero creo que sí lo somos. Eso sí, componemos de forma distinta a un músico al uso que se vale de su instrumento. Víctor y yo creamos las melodías, le cantamos la canción a nuestro productor y juntos la vamos vistiendo poco a poco», explica.

Así crearon 'Bebo (de bar en peor)' y 'Macaulay Culkin', los dos temas con los que se dieron a conocer. Ambos se hicieron virales y, a partir de ese momento, les empezaron a pedir conciertos cuando ni siquiera tenían un disco publicado. «El proyecto surgió por casualidad y casi como de broma. Víctor y yo nos conocemos desde los doce años, somos como hermanos, y siempre nos ha gustado disfrazar la realidad con nuestro toque de fantasía, que es lo que hicimos con esas primeras canciones», recuerda Lozano.

Inspirados en el día a día

La inspiración para sus letras surge del día a día y casi siempre abordan temas cotidianos. Así, por ejemplo, 'A un metro y medio de ti' comenzó a gestarse un día en plena pandemia. Lozano estaba en una terraza con Clares, se encendió un cigarro y el camarero le advirtió que tenía que separarse. «Víctor empezó a tararear ‘a un metro y medio de ti’ y luego ya se nos fue yendo la pinza», comenta entre risas Lozano. 

Por exigencias del guion y con el paso de los años han ido profesionalizando su propuesta. «Nos empezaron a llamar para hacer bolos y no teníamos ni idea de cantar sobre un escenario ni de cómo funcionaba la industria; la verdad es que hemos hecho una 'masterclass' en estos años», reconoce Lozano, que recuerda que en sus primeras actuaciones en directo iban con las bases ya preparadas. Ahora tienen una banda y han dado forma a «un espectáculo potente». La noche de mañana en Zaragoza actuarán arropados de un guitarrista-teclista, un batería y su dj.

Su electropop costumbrista de extrarradio («llevamos por bandera ser de las afueras») bebe de diferentes fuentes, aunque su admiración por Los Chichos, Camela o los cantantes de flamenco pop Junco y Tijeritas es más que notorio. «En el instituto Víctor y yo nos pasábamos cintas de Los Chichos y Estopa; toda esa música que hemos escuchado desde pequeños está en nuestras canciones», reconoce Lozano. 

Abiertos a todos los géneros

Sus canciones más conocidas están muy próximas a la tecno rumba y por eso es el estilo que más les identifica, pero en sus dos discos se abren a otros géneros. «Siempre decimos que nos gusta hacer cosas que no sabemos hacer. Por eso nos atrevemos con todos los estilos, siempre claro con nuestra base de electropop», subraya el 50% de Ladilla Rusa. 

Tanto Lozano como Clares trabajaban como periodistas antes de su particular boom (Clares, por ejemplo, fue colaborador del programa musical La hora musa) y su melomanía también se percibe detrás de su proyecto. Una propuesta que no elude la reivindicación: «No hacemos canción protesta, pero creemos que en los tiempos que corren hay que posicionarse, por eso nuestro mensaje antifascista y de apoyo al colectivo LGTB siempre están ahí».

En el concierto de mañana en las Esquinas, antes de Ladilla Rusa, actuará como telonero el cantante, productor y compositor Alan Neil. El artista madrileño presentará su segundo disco, Rave Flamenca, un trabajo con sabor a pop, a techno-quinqui, al sonido mákina y a los patios andaluces. 

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