Nueva muestra hasta el 25 de junio

Javier Lambán: "Aragón sigue estando en deuda con Ramón J. Sender"

Aragón da un paso para empezar a saldar esa deuda con una exposición en el Museo de Zaragoza que recorre la vida y la obra del escritor oscense

Javier Lambán (en el centro), este miércoles en el Museo de Zaragoza, en la exposición ‘Ramón J. Sender. Memoria Bisiesta’.

Javier Lambán (en el centro), este miércoles en el Museo de Zaragoza, en la exposición ‘Ramón J. Sender. Memoria Bisiesta’. / ángel de castro

Rubén López

Rubén López

Cuando el presidente Javier Lambán visitó en julio del año pasado en el Instituto Cervantes de Madrid la exposición ‘Ramón J. Sender. Memoria bisiesta’ se apresuró a anunciar que quería traerla tan pronto como fuera posible a Zaragoza. Ya entonces daba vueltas a un pensamiento que este miércoles ha hecho público en la inauguración de la muestra en el Museo de Zaragoza. «Quería hacer una autocrítica absoluta porque el año pasado no estuvimos a la altura a la hora de conmemorar el 40 aniversario de la muerte de Sender; fue un año tan cargado de aniversarios y conmemoraciones que no le dimos la importancia que merecía», ha subrayado Lambán, que se ha reconocido fiel seguidor de «un escritor inconmensurable».

La llegada de esta exposición, que se podrá visitar hasta el 25 de junio, trata de remendar en parte este error, pero como ha indicado el propio presidente aragonés aún queda mucho por hacer para reivindicar el legado del escritor de Chalamera. Sin duda, el 120 aniversario de su nacimiento en 2021 y los 40 años de su muerte en 2022 han revalorizado su figura, pero quizá no tanto como merecía. «Deberíamos haber hecho más y extiendo mi autocrítica a toda la comunidad. Aragón, y todo el país en su conjunto, está en deuda con Sender», ha aseverado Lambán, que confió en ir saldando esa deuda «poco a poco». 

La exposición que llega ahora del Instituto Cervantes de Madrid es un buen primer paso, porque la muestra realiza un viaje cronológico y temático por la vida y la obra de una figura clave de las letras aragonesas y españolas. Comisariada por Chus Tudelilla y José Domingo Dueñas, la exposición plantea nueve paradas: ‘Primeras inquietudes (1901-1922)’, ‘Marruecos y España (1923)’, ‘En Madrid (1924-1929)’, ‘Tiempo de militancia (1930-1935)’, ‘Contraataque (1936-1939)’, ‘Exilio (1939-1982)’, ‘Sender hoy’, ‘Correspondencia’ y ‘Sender pintor’.

La muestra reúne las primeras ediciones de sus libros, entre las que destacan las de ‘Imán’ (1930), ‘Míster Witt en el Cantón’ (1935) y ‘Réquiem por un campesino español’ (1960), así como una selección de algunas traducciones (no hay que olvidar que es el autor en lengua castellana traducido a más idiomas tras Miguel de Cervantes). La muestra incluye también varias curiosidades, como una agenda personal de Sender, fotos junto a Buñuel de su etapa de estudiante en el Instituto General y Técnico de Zaragoza (ahora el Instituo Goya) o un manuscrito de ‘Monte Odina’. 

La exposición se podrá visitar hasta el 25 de junio.

La exposición se podrá visitar hasta el 25 de junio.

«Hemos adaptado la exposición de Madrid y hemos incluido obras nuevas que enriquecen aún más el discurso», ha subrayado Tudelilla, que ha calificado a Sender como un escritor «que parece que está al margen y como que tenemos que recuperar»: «En 1974 hizo un parón en su exilio y visitó Huesca, pero el recibimiento fue extraño; para empezar no había libros de Sender en las librerías». Por todo ello, Lambán ha reiterado que Aragón ha sido «injusta» por no incluirlo junto a nombres que han «deslumbrado al mundo» como Goya, Buñuel o Saura. 

Amor por su tierra

Autor de más de cien libros, el oscense murió en el exilio, aunque siempre tuvo deseos de regresar a Huesca como le reconoció en una carta a José María Lacasa en 1960. De hecho, en ella le confesaba que su ideal hubiera sido quedarse en la capital oscense, en un mismo lecho natal, nupcial y mortal. En algo parecido se ha erigido en los últimos años el Espacio Sender del Instituto de Estudios Altoaragoneses (IEA) de la Diputación de Huesca, una institución que ha jugado un papel determinante a la hora de reivindicar su figura a partir de 1975. Así, en este espacio se ha instalado un pequeño museo con dos salas: una dedicada al ámbito personal del escritor y otra a su faceta literaria y profesional. «Se ha convertido en lugar de estudio y reflexión en torno a Sender», ha reconocido Tudelilla, que ha recordado que ‘Ramón J. Sender. Memoria bisiesta’ se compone sobre todo de material cedido por el IEA. 

La exposición también incide en la preocupación del escritor por temas como la búsqueda de la justicia o la oposición a la guerra en unas obras en las que el autor ofrece una «honda y permanente reflexión sobre la condición humana y la forma de definir y acotar el mal». «Esta muestra es también un homenaje a todos los exiliados y a tantas personas que fueron olvidadas. La exposición trata de recordarlas, que en el fondo es lo que hizo Sender en su literatura», ha reiterado Tudelilla.

Y es que al de Chalamera, único aragonés propuesto para el Premio Nobel de Literatura, también le dolió su país. De hecho, no hay que olvidar que su primera esposa Amparo Barayón (en la exposición se muestra su certificado de defunción) y su hermano Manuel Sender fueron fusilados por el bando sublevado durante la guerra civil

La muestra también exhibe la faceta artística del de Chalamera (mucho menos conocida), así como obras de Félix Lafuente, Ramón Acín o Ricardo Compairé que acompañan a los libros de Sender.