Los discos de Javier Losilla: Sonatas, canciones, voces y pianos

Gecko Turner, extremeño, ha publicado 'Somebody From Badajoz'.

Gecko Turner, extremeño, ha publicado 'Somebody From Badajoz'. / EL PERIÓDICO DE EXTREMADURA

Javier Losilla

Javier Losilla

El extremeño (aquí necesitamos extramaños) Gecko Turner tiene querencia por los títulos de canciones llamativos. Vean estos ejemplos: 'Ain’t No Fun Preaching The Choir', 'The Sibariteo Apreciation Society', 'Qué siesta tan buena (He babeao y to)'... Todos pertenecen a 'Somebody From Badajoz' (Lovemonk), su nuevo y reciente disco que despide coña a raudales. Pero las habilidades de Gecko no terminan en la cosa nominal, no; es, y aquí está lo fundamental, un músico brillante, un constructor de canciones que indagan en la negritud para emerger con hechuras personales y vida propia. 'Somebody From Badajoz' no propone una ruptura con sus predecesores (Gecko no ofrecía material nuevo desde 2015), pero es un álbum sobrio en los tempos, rico en matices y seductor en su factura. Atraviesa épocas, continentes y estilos, y el músico vuelve a mostrarse como un solitario pero certero y lúcido francotirador de las Españas.

Tengo escrito de Mattieu Saglio que en su cello reúne músicas sagradas y profanas, clásicas y folclóricas, antiguas y modernas. Músicas de amor y desesperanza, de fiesta y de luto, de felicidad y dolor. 'Voices' (ACT Music), es el epítome de periplo musical realizado con Susana Baca, Camille Saglio, Alim Quasimov, Wasip Diop, Nils Landgren, Anna Colom y Natacha Atlas como invitados, y con Steve Shehan (batería y percusión), Christian Belhomme (piano y teclados) y Léo Ullman (violín). El viaje, con el inconfundible y fascinante cello de Saglio como buque insignia, va de Perú a Azerbayán, pasando por Buenos Aires, Senegal y España. Las olas del mar aportan salinas de jazz y de clásica, y el conjunto conforma un mosaico sonoro tan colorista como bien ensamblado. A veces oigo voces.

Serrano, Oyarzabal y Martín Caminero

Bach escribió (poco) para laúd, pero no para mandolina y piano. Sin embargo ahí está el trabajo de Pekata Mundi. Tampoco compuso para piano, contrabajo y batería, pero el trío de Jacques Loussier elevó sus partituras al podio del jazz. Y ya puestos, el genio del Barroco tampoco pensó en un combo formado por armónica, clave y contrabajo, y, no obstante, esa divina trinidad que forman Antonio Serrano, Daniel Oyarzabal y Pablo Martín Caminero abordan y bordan obras de Johann Sebastian en 'Bach & «Bach»' (Kamala). Las siete primeras piezas fueron escritas por el maestro y el trío las resuelve gozosamente de forma canónica (dentro del canon de armónica, clave y contrabajo, claro). Luego vienen cuatro 'Visiones', firmadas por Oyarzabal, inspiradas en Bach y dispuestas sin contemplaciones (ahora con sintetizador y piano eléctrico en lugar del clave) en la línea de un jazz rupturista y perturbador. Pues eso, que Bach es mucho Bach y 'Bach & «Bach»', una experiencia singular.

A Sam Gendel, saxofonista de eso que convencionalmente se conoce como ambient jazz, no le gustan los «álbumes normales». Por eso teje discos como 'Cookup' (Nonesuch), donde reformula, y cómo, éxitos de R & B de los años 90 y posteriores. De Aaaliyah a Erikah Badu, pasando por Beyonce y Boys II Men. Pasen y descubran.

Yuja Wang y Elvis Costello y Burt Bacharach

Recientemente vimos y escuchamos en el Auditorio de Zaragoza a la pianista Yuja Wang brillar con Rajmáninov. Ahora la disfrutamos en 'The American Project' (Deutsche Grammophon), obra escrita por su colega de estudios Teddy Abrams, pianista, clarinetista y director de orquesta. Aquí, Abrams conduce con pulso la Louisville Orchestra, que mantiene el tipo pese a la velocidad y precisión de los dedos de Wang, en una pieza-compendio que va del jazz a lo latino, pasando por el gospel, el musical y cierto romanticismo clásico. Géneros y estilos cruzándose, y Wang, feliz con Abrams y sus inevitables guiños a George Gershwin. El disco lo abre Wang en solitario con 'You Come Here Often?', otra composición hecha a su medida por Michael Tilson Thomas, que muestra aires de rock y jazz fusión. Notable, oiga.

Cuando ya había roto moldes grabando con The Brodsky Quartet, Elvis Costello se alió con Burt Bacharach, terminando así con la leyenda de que la música del compositor de 'I’ll Never Fall In Love Again' era un pastiche para club de solteros. La asociación de Elvis y Burt dio grandes frutos, recogidos ahora en 'The Songs Of Bacharach & Costello' (Universal), cuyo contenido se recoge en caja de lujo, pero que este escribano dispone en digital. O sea, 45 canciones repartidas así: el disco 'Painted From Memory', de 1998, remasterizado; 'Taken From Life' (piezas preparadas para un malogrado musical), con The Imposters, Casandra Wilson y Bill Frisell, entre otros; directos de 1998 y 1999, y recreaciones de piezas de Bacharach. Un gustazo para los oídos.