Entrevista

Jordi Évole y Màrius Sánchez: "El Papa es de los jefes de Estado con menos pompa"

Entrevista con los directores de 'Amén. Francisco responde', que estrena este 5 de abril Disney+

Jordi Évole y Màrius Sánchez.

Jordi Évole y Màrius Sánchez.

Ignasi Fortuny

Este miércoles 5 de abril se estrena 'Amén. Francisco responde', un documental bendecido por Disney+ y el mismísimo Papa. Un encuentro singular y novedoso entre Franscisco y 10 jóvenes de todo el mundo para conversar sobre interrogantes de la Iglesia y temas que les preocupan. Charlamos con sus directores, los catalanes Jordi Évole y Màrius Sánchez. 

¿Cómo han vivido estos últimos días las noticias sobre el estado de salud del Papa?

Jordi Évole: Lo hemos vivido con la preocupación normal de cuando una persona que aprecias está con un problema médico. Y en ningún momento lo hemos vivido en paralelo al estreno. Tuvimos la suerte de hablar con él el domingo vía e-mail y nos respondió como siempre e incluso más ampliamente que otras veces. Él siempre envía una carta manuscrita que la pone como documento adjunto al e-mail. Nos dijo que se asustó la semana pasada pero que le había ido muy bien el tratamiento, que se encontraba muy bien.

Màrius Sánchez: Es verdad que desde un primer momento la gente de su entorno nos tranquilizó, no lo vivimos con una preocupación excesiva porque desde un primer momento nos dijeron que mejoraba rápido.

¿Qué les fascina del personaje?

J.É: Que es de los jefes de Estado con menos pompa, y eso parece contradictorio hablando del Vaticano. Siempre le hemos visto haciendo las cosas muy en primera persona, el contacto que tenemos es muy en primera persona, cuando viene a las entrevistas no viene acompañado de un séquito bestial de asesores... No, no, viene él con otra persona y la gente de seguridad. A mí esta sencillez es lo que más me atrae del personaje teniendo en cuenta quien es.

M. S.: La sensación de que gracias a él podemos echar un vistazo a un sitio que normalmente está cerrado a cal y canto. Él nos ha abierto una puertecilla, y para nosotros eso es muy seductor.

¿Cómo ha surgido este vínculo y esa confianza con el Papa para que acepte este proyecto?

J.É: Precisamente porque no había ninguna pretensión en establecer este vínculo ni lo habíamos pensado nunca. Es un vínculo que se ha establecido con el paso del tiempo, desde que estuvimos en contacto con él por la entrevista que le hicimos hace cuatro años. Es un vínculo que se produce cuando la gente se cae bien. De alguna forma le puede haber gustado nuestra falta de solemnidad con él, no somos de hacer la genuflexión y hacer un beso en el anillo, cosa que, por cierto, a él no le gusta. Creo que esa naturalidad mutua es lo que nos ha seducido a los dos.

¿Impuso condiciones?

M.S.: Ni una. Se lo planteamos a él directamente, le explicamos nuestra propuesta. Tardó dos segundos en decir: 'de acuerdo'. Y nos atrevimos a hacer propuestas más arriesgadas... Aborto, abusos sexuales, derechos LGTBI... En un momento dado sí que nos hizo una broma y nos dijo: 'haced el favor de ponerme como mínimo un católico'. No nos pidió los perfiles ni los nombres ni cuáles serían las personas que se sentarían con él.

El Papa no tocó nada del montaje original, ¿pensábais que sería así? ¿Y cuál fue su primera reacción?

J.É: Que tuviese objecciones era una cosa incluso lógica por cómo es el documental. No en todos los momentos sale bien parado. Y, en cambio, viendo que no salía bien parado con algunas miradas y gestos, sobre todo, en ningún momento pidió que lo eliminásemos. Creo que es muy valiente por su parte, sobre todo teniendo la posibilidad de sugerirnos que sacásemos algo. No hubo ni una sugerencia. Solo hizo el gesto de sacarse el sombrero cuando acabó la proyección con él. Dijo que reflejaba la realidad, que esta es la realidad del mundo y esta diversidad de jóvenes es la que existe. Y estaba contento de haberse podido acercar a ellos. Para él había sido otro encuentro pastoral.

¿Han llegado a la conclusión que el Papa es más abierto que la propia institución que dirige?

J.É.: Las instituciones nunca ponen al frente a una persona que choque con ellas. Creo que un Papa como el papa Francisco era conveniente para la Iglesia católica, y ahora tenemos que ver lo que vendrá después. Pero que tengamos un Papa cercano, empático, sonriente... Todo esto es bueno para la Iglesia. Después la propia Iglesia tendrá que resolver algunos conflictos que el mismo Papa plantea, pero estoy convencido que internamente hay cosas que el Papa defiende o que hubiese impulsado ya que no las ha podido hacer porque precisamente forma parte de esta institución con la que está de acuerdo. La Iglesia nunca pondrá un Papa a regañadientes.

"La coherencia es lo que más nos cuesta a los cristianos", dice el Papa en el documental. ¿Son ustedes creyentes? ¿Creen que una persona creyente podría haber hecho este trabajo?

J.É.: No somos creyentes, el Papa lo sabe desde el primer día. Y creo que precisamente jugar en campo contrario beneficia a cualquier líder, también político. Últimamente los líderes políticos solo van donde parece que les hacen unos cuestionarios fáciles. El Papa no creo que juegue en campo contrario, pero seguramente tenía lugares mucho más cómodos a los que ir y quiso venir con nosotros. Dicho esto, una persona creyente y que se tome el oficio como nos lo tomamos nosotros creo que lo podría haber hecho perfectamente bien.

M.S.: Tanto Jordi como yo tenemos gente cerca a la que la religión la reconforta y le da cosas más allá de lo que es la Iglesia católica. Y esto lo hemos tenido muy presente a la hora de presentar los conflictos que se pueden generar entre los chavales y la religión.

J.É.: A mí me ha ido muy bien que mi madre sea católica y de misa, de siete días cuatro va a misa, y el Papa siempre ha tenido una deferencia con ella. Y ahora ha sido al revés y le llevé una bufanda hecha a mano con los colores de la bandera argentina. Antes de ganar el Mundial, creo que mi madre fue talismán. 

El casting de jóvenes era crucial para el proyecto.

M.S.: Era muy importante porque que el Papa hablaba bien lo sabíamos todos. Lo que era importante era encontrar a 10 chavales que pudiesen estar a la altura, que no se hiciesen pequeños, que tuviesen conflictos interesantes. Vimos más de 200 chicos y chicas, lo hablamos siempre con Disney+ e hicimos como en una película: teníamos sus fotografías en una pizarra e iban cayendo, hacíamos combinaciones, tenían que funcionar como equipo... Fue un proceso muy chulo.

Uno de ellos es Juan Cuatrecasas, víctima de abusos por parte de un miembro del Opus Dei. ¿Puede ayudar a otras víctimas este encuentro con el Papa?

J.É: Es un gesto que puede reconfortar a otras personas que hayan sufrido abusos. Es verdad que el privilegio que tuvo Juan de estar ahí delante del Papa no lo tendrán muchas víctimas de abusos. Esperamos que el hecho de ir a ver al Papa no sea la herramienta para que la Iglesia rectifique en tantos y tantos casos de abuso sexual que hemos conocido. Juan lo pudo hacer en primera persona, esperamos que esto sea bueno y que la Iglesia reaccione, pero que no haga falta ir a ver al jefe para decir 'mira qué ha pasado'.

M.S.: Creo que el Papa aprovechó que este documental se verá en todo el mundo para enviar un mensaje y para que una persona en una congregación de una ciudad cualquiera sepa que el Papa sabe que esto sucede y que no quiere que siga sucediendo.