Entrevista

Facu Díaz: "Nadie pensó que Twitter fuera a durar tanto, es como una peli de terror"

"Para mis intereses profesionales –no personales– es mejor hacer oposición", asegura

Facu Díaz durante una de sus actuaciones.

Facu Díaz durante una de sus actuaciones. / L. O.

Víctor P. Currás

Tuitero, presentador, guionista, exvisitante de la Audiencia Nacional y, tras la pandemia, streamer. Facu Díaz (Montevideo, 1993) ha vuelto a girar en solitario por teatros de todo el país con su show "Se pudrió todo", que llega este viernes a un Teatro Circo de Murcia que rozará el lleno. No sería la primera vez que el uruguayo agota entradas en la capital del Segura, después de hacerlo veces con el espectáculo en vivo de No Te Metas en Política, el programa que compartía con el murciano Miguel Maldonado.

¿Cómo sienta volver a girar en solitario?

Muy bien. No solo porque hacer monólogos me gusta mucho, sino también porque son muchos años girando con Miguel. Aunque, precisamente por eso, tenía ciertas dudas sobre este proyecto, por eso de ver qué tal me iba a sentar actuar solo y de si iba a haber gente al otro lado. Pero bueno, también es un proyecto como para reivindicarse a uno mismo y probar cosas nuevas, y, por suerte, está saliendo muy bien y no solo es una alegría profesional, sino que es un chute de energía y motivación.

¿Lo pedía más la actualidad o el propio cuerpo?

No lo enfoqué nunca como una necesidad de contar todo lo que ha estado pasando, pero algo hay de eso también. Se supone que los cómicos escribimos cosas para contarlas y me daba la sensación de que tenía mucho material acumulado. Me ha costado escoger temas y he tenido que descartar. También responde a esa cuestión personal, también había mucho por decir.

Dentro de la gira está preparando un especial en teatros para grabarlo y subirlo a YouTube. ¿Cómo surge la idea?

Me gusta seguir los pasos de la gente que me influye. Hay una cosa muy habitual entre los cómicos de Estados Unidos que es grabar uno de los shows del final de la gira para quienes quieran verlo en el futuro y también para uno mismo. Al final, las cosas que pasan los escenarios muchas veces se quedan ahí y esta es una forma de fijar ese recuerdo. Así que, siguiendo ese ejemplo, ando con esa intención, sí, cuadrando números para intentar hacerlo.

También es uno de los que ha aportado más fuertemente por Twitch. ¿Cómo se ve en ese formato? ¿Tiene futuro?

Mi caso es especialmente particular. Tengo la sensación de que entré por los pelos. Fue a finales de 2020, cuando ya todo el mundo había probado mil cosas e incluso había gente que se había ya hasta cansado. Entré con muy poquita ambición, pensando que tendría un poquito de nicho, y sin embargo he tenido muy buenos resultados. Twitch, para algunas generaciones quizá no tan jóvenes –y mi público no es tan joven como puede llegar a parecer– tiene mucho que ver con la radio, con la compañía que nos brinda, con ese espíritu de que hay alguien ahí entreteniéndote. Ahí encajo y creo que es una mezcla muy interesante en la que yo estoy muy cómodo. Va como un tiro, la verdad.

Lo hace además en un hora distinta a los principales streamers, optando por el horario de matinal.

Lo de la mañana lo empecé en esa clave, de estar de fondo y que fuera muy parecido a la radio. No tener que estar sentado viéndolo y muy pendiente, te está acompañando mientras tú trabajas o haces otra cosa.

Entonces es improbable que le veamos haciendo TikToks u otros formatos.

No, no, qué va. Lo he intentado pero ahí estoy demasiado fuera. A mí las redes que tienen que ver con vídeos cortos no me son especialmente favorables.

Es cierto que ganó fama en una etapa que todo el mundo recuerda en Twitter como "una jungla". ¿Tiene que ver con eso?

Twitter es una de las redes en las que llevamos más tiempo. Y cuando uno empezaba, jamás pensó que fuera a durar tanto o que se iba a poder consultar nuestro historial. Es una cosa muy novedosa eso de dejar ahí para siempre lo que tú dices -o decías, hacías o pensabas- y que sea posible consultarlo; y también es un tanto perverso. Poder buscar palabra por palabra lo que decías hace diez años... Tú lo planteas así y parece una peli de terror, pero es una realidad. Y nadie lo sabía al principio, nadie lo imaginaba.

Y con la compra por parte de Elon Musk, ¿qué futuro nos espera?

Hay quien ha considerado que es una manera de poner a la gente frente al espejo. Además, justo nos pillo en una época en la que estábamos como probando dónde estaban los límites de Internet, intentando ver hasta dónde se podía llegar con el humor. Todo eso era un gran cóctel que ha terminado de una manera muy extraña: muchos renegando de aquello, intentando olvidar cuando fuimos muy irresponsables y otros que pretenden que no les arrebaten la posibilidad de ser desagradables e imbéciles en Internet, ese gran derecho a ser idiota.

Hace unos años comentaba que se había vuelto más respetuoso pero que seguía buscando la forma de "provocar". ¿Es más divertido hacerlo, como solían asegurar Los Chikos del Maíz, de forma más sutil?

De Twitter a Twitch o los escenarios el gran cambio es ese. Antes incluso teníamos menos espacio, con lo que el gran reto era poner en 140 caracteres algo que fuera gracioso o provocativo. Conseguir una reacción con un tuit, en definitiva. Y a mí lo que me gusta es generar un clima, macerar para después meter un remate que te pille desprevenido. Llevar al espectador a experimentar, vaya, algo radicalmente diferente a ese machete que era Twitter.

Casi todos los referentes de esa etapa inicial, sea, políticos, mediáticos o musicales, han acabado desencantados y dando un paso al lado o con menor audiencia. ¿Puede ser que ser fuerza de Gobierno no venda tanto?

Para una persona como yo, que ha ido desarrollando amistades con gente que está involucrada en política, es una evidencia que se hace un poco más complicado tratarlas como lo que son: gobierno o parte del poder político. Es algo que descoloca. También llevo viviéndolo muchos años con uno de mis padrinos profesionales, Pablo Iglesias, que fue eurodiputado, diputado y vicepresidente del Gobierno. Pero esa misma escuela de La Tuerka que nos dejó la libertad para poder rajar en su día de Pablo o Manuela Carmena, es la que de alguna manera nos hizo ganar esa confianza y la conciencia de que somos una función que hay que cumplir: la de la crítica a la izquierda desde la propia izquierda. Así que, al mismo tiempo que se hace raro, no se hace difícil. Pero, también te digo: sería mentira decirte que es igual que cuando gobierna la derecha. Posiblemente para mis intereses profesionales –solo profesionales, no personales– es mejor hacer oposición.

Hay cosas que parece que no cambian, como la desunión en la izquierda. ¿Cómo la vive?

Uno de los precios a pagar por tomar decisiones públicas con la política es que te achacan el interés económico: "Esta persona apoya no sé qué o a no sé quién porque le van a dar un cargo público"; digamos que te despojan de esa posibilidad. Y llevo diez años dedicándome profesionalmente a esto e involucrándome y sigo esperando ese cargo que no aparece por ningún lado. No sé cuánto tiempo voy a tener que estar para que pase a ser una mentira... Por lo que sea, nadie me ofrece un sueldazo, pero bueno, yo voy a seguir postulándome.