La jotera Begoña García (Zaragoza, 1964) expande la influencia del folclore aragonés a través de su tercer disco Legado de la jota, publicado el pasado mes de mayo en colaboración con el guitarrista José Luis Muñoz para los arreglos. Con esta composición realizada por solo dos personas, y definida por la aragonesa como una partitura "clásica, variada y ortodoxa", García busca consolidar esta propuesta a través de tres pilares. El primero, rescatar y mostrar parte de un repertorio jotero que se creía perdido; el segundo, profesar un mensaje de cariño hacia ese género musical que la ha acompañado desde su juventud y, tercero, tratar de acercar la jota a los jóvenes a través de una metodología renovada.

El disco se presentará en concierto aproximadamente a finales de noviembre, y aunque su lanzamiento ha sido reciente, lo cierto es que la producción se encontraba grabada desde hace 12 años. "Esta larga pausa se debe a varios motivos personales y a la propia pandemia. Llevaba demasiado tiempo parado y ya me encontraba impaciente por ponerlo a la venta, ya era hora de publicarlo", confiesa García.

A pesar de la considerable espera, el público no ha dudado en constatar que ha merecido la pena. Y es que, por lo que parece ser, no es de extrañar que las críticas sean positivas, ya que este proyecto cuenta con un repertorio (temas de entre los años 30 y 40) que profundiza en las raíces de la jota aragonesa como no se ha hecho nunca antes.

El legado perdido de Ángel Mingote

Para empezar, el disco realiza su obertura a través de la figura del maestro Ángel Mingote, con su tema 'Tarazona, el gaitero', una melodía que García ha conseguido recuperar después de que gran parte del cancionero aragonés de Mingote se perdiera durante la Guerra Civil. "La canción se encuentra incompleta, ya que casi todos los papeles y obras de Mingote fueron quemados junto a su casa", explica la zaragozana.

Sin embargo, aunque el repertorio parecía perdido, las coincidencias del destino quisieron arrojar un pequeño rayo de luz gracias a la maestra jotera de García: María Pilar de las Heras. "Ella aprendió esta canción de Mingote cuando él la enseñó en la antigua Escuela Oficial de Jota, y ella me la pudo transmitir a mí", recuerda la jotera de 59 años. La esencia y el espíritu de María De las Heras también pervive a través de temas del disco como 'Son dulces como el almíbar' o 'La madre del cordero', composiciones que llegó a enseñar a Gracia.

Asimismo, otras grandes figuras como Cecilio Navarro, Javier Barreiro o César Rubio, también han tomado parte con sus composiciones en el repertorio de este "disco teatralizado y entrañable, que evoca muchos momentos y circunstancias de mi vida", como ha definido García. Figuras que, de una manera u otra, han influenciado la vida de la cantante, heredera de un legado jotero que le viene desde hace generaciones en su familia, a través de figuras prominentes como su abuelo Juan Antonio Gracia, de la mítica dinastía de los Nuez de Ebro, o su tía Pascuala Perié (una de las cantadoras de folclore más importantes de Aragón). 

El disco recupera parte del cancionero aragonés de Ángel Mingote, perdido durante la Guerra Civil

La trayectoria de Begoña García

De esta manera, la zaragozana nacida en el barrio de San Pablo ha estado en contacto con la jota desde pequeña, también inculcada en parte por su madre, aunque no comenzaría a dedicarse plenamente a la jota hasta los 16 años. Por medio de las enseñanzas de María Pilar de las Heras, la también profesora de la Escuela Municipal de Música y Danza acabaría tomando parte en varios certamenes musicales, como el Demetrio Galán Bergua, del que acabó haciéndose ganadora. "Todos estos premios y concursos acabarón acrecentando mi gusto sobre el folclore aragonés, hicieron que profundizase más en el género», explica la zaragozana.

Tras varios años cantando entre guitarras, bandurrias y castañuelas, la artista acabaría tornando su rol hacia la enseñanza de la jota en las nuevas generaciones. Un papel que ha ido desempeñando durante 26 años hasta la actualidad, y que le ha permitido vislumbrar más de cerca el panorama actual de la jota.

La jota: Patrimonio Cultural por la Unesco

Actualmente, el género se encuentra embarcado junto a la Unesco para ser nombrado Manifestación Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial. Este hecho parece cada vez más inminente, lo que colocaría a la jota en el mismo estatus que otros géneros como el flamenco. Sin embargo, la zaragozana comprende que "la cultura no puede basarse en esto, sino que tiene que ser apoyada por los estamentos gubernamentales. La cultura está cada vez más dejada de lado, muy poco promocionada y apoyada, por lo que este movimiento de la Unesco tampoco cambiaría mucho ni para los artistas ni para el ciudadano de a pie".

"La cultura está cada vez menos apoyada y más dejada de lado por los estamentos políticos"

A pesar de ello, la aragonesa refleja el panorama de la jota como "un sector muy positivo, aunque cada vez más complicado de hacer llegar a la gente joven sin abandonar la raíz de la auténtica jota". "Se puede presentar un género más clásico de manera renovada, pero hay que tener cuidado con esto porque puedes llamar ‘jota’ a algo que no es", continúa mientras refleja que el disco puede adquirirse en el Café Linacero de Zaragoza así como el Quiosco Serrablo de Sabiñánigo (Huesca), tanto de manera presencial u online