Dice José Manuel Broto (Zaragoza, 1949) que él no sufre pintando y que el sufrimiento «no es una inspiración» en su obra. Y eso se percibe nada más entrar en las salas Goya y Saura del Paraninfo de la Universidad, que acogen desde este miércoles y hasta el 17 de febrero la exposición 'Broto. El viaje 1994-2022'.
El color y la luminosidad son absolutos protagonistas de una muestra que, como el propio artista asegura, es también «un canto a la vida». «Sí, voy un poco a contracorriente en eso porque yo soy optimista y lo quiero hacer notar además. Intento frenar ese pesimismo generalizado que hay en la actualidad y lo combato de la manera que puedo, que es con mi arte», ha explicado Broto a este diario en la presentación celebrada este martes en el Paraninfo.
Si el artista zaragozano ha seleccionado para esta exposición obras de los últimos 30 años es también por eso: para mostrar su faceta más optimista y colorista. «En mis años anteriores los colores son más sombríos y yo quería hacer un conjunto más homogéneo en esta muestra», ha apuntado.
En este sentido, la comisaria de la exposición, Lola Durán, ha subrayado en la presentación ante los medios que estas 28 obras son también «un viaje de la penumbra a la claridad». En efecto, en los dos cuadros más antiguos de la muestra 'Las medidas IV' y 'Sin título' (ambos de 1994) impera una oscuridad que no vuelve a aparecer en el resto de la exposición. Porque la luz es la nota predominante en esta colección, con colores «imposibles» que ha fabricado el propio pintor en su estudio de Mallorca.
«Son colores brillantes porque son cuadros que respiran optimismo, son obras deliberadamente alegres. Ahora me costaría volver a esa paleta más oscura», ha ahondado Broto, que ha reconocido que lo que más le ha interesado en estos últuimos 30 años ha sido el color. Que éste fuera el protagonista de los lienzos, un «elemento estructural» de los mismos y «nunca un adorno»: «Lo que quiero a veces es crear armonías un poco difíciles, como poner dos colores que no armonizan bien, pero trato de forzar eso hasta que veo que la lucha queda en paz o la gano yo».
Su apuesta por la abstracción
A este respecto, Durán ha apuntado que en la historia del arte siempre ha existido esa «pugna entre el color y el dibujo» en la que este último solía resultar ganador. «Pero en la obra de Broto nunca ha sucedido esto», ha aseverado la comisaria.
Quizá por todo ello, la abstracción ha sido y continúa siendo la raíz de la obra de uno de los grandes referentes del arte contemporáneo aragonés. «La abstracción es para mí un momento culminante de la historia del arte, porque consiguió anular el efecto de la mímesis en el que se fundaba la pintura (...). El arte abstracto tiene la virtud de que ensancha enormemente el campo, es casi infinito», ha reflexionado Broto en declaraciones a este diario.
La exposición está dividida en dos espacios por los que discurre su actividad pictórica en cuanto a técnica. Por un lado, en la sala Saura se muestran acrílicos sobre lienzo, realizados con los materiales tradicionales de la pintura: telas, bastidores, pigmentos, pinceles, brochas... Frente a ellas, las obras expuestas en la sala Goya han sido elaboradas fundamentalmente con ordenador mediante programas de diseño digital y plasmadas en impresiones numéricas.
La muestra, la primera de Broto en Zaragoza desde hace casi ocho años, ha podido realizarse gracias a los préstamos de coleccionistas particulares, galerías de arte, museos como el de Teruel y del propio artista. Los cuadros los pintó en París y sobre todo en Mallorca, donde tiene actualmente su estudio.
Porque el Premio Nacional de Bellas Artes en 1995 sigue plenamente en activo y manteniendo sus rutinas: «Me levanto pronto y voy al estudio. Pinto de día porque los colores se ven mejor y la luz eléctrica afecta también al espíritu», ha indicado el artista, que ha asegurado sentirse en paz con su obra: «Reencontrarme con estos cuadros ha sido un poco un 'shock', pero me siguen gustando; los volvería a hacer».
Quizá no estos mismos, pero Broto tiene claro que seguirá pintando, porque la pintura «es mi vida». «La energía que te aporta acabar un cuadro que te gusta es inigualable, ni la mejor droga lo supera», ha zanjado un artista que es leyenda viva del arte aragonés.
La exposición, para la que se ha editado un completo catálogo, se inaugurará este miércoles a las 20.00 horas con la presencia de los máximos responsables de la Universidad y del propio artista. La muestra se podrá visitar de forma gratuita de lunes a sábado de 11.00 a 14.00 y de 17.00 a 21.00 horas.