CRÓNICA MUSICAL

Xoel López borda en la Cartuja de las Fuentes el concierto 150 del SoNna

El artista cautiva a un público fiel, que tararea sus canciones y disfruta del cuidado repertorio de un músico experimentado que viaja entre dos mares

Xoel López y su banda en un momento de su concierto del viernes en el SonNa Huesca.

Xoel López y su banda en un momento de su concierto del viernes en el SonNa Huesca. / SONNA HUESCA

El Periódico de Aragón

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SARIÑENA

Más de 800 personas disfrutaron el viernes de la experiencia y profesionalidad de un músico que no suele ocupar las listas de éxitos, pero que demuestra en sus directos su evolución personal y artística para ofrecer un espectáculo repleto de registros y recursos musicales. Xoel López dio un concierto redondo y puso a bailar a todos los presentes, sobre todo en el tramo final del espectáculo, cuando se amontonaron sus temas más conocidos: 'Tierra', 'Ningún hombre, ningún lugar' o 'Lodo', y el respetable disfrutó de lo lindo.

El músico y compositor gallego, conocido también por su trayectoria en Elephant Blau, Lovely Luna o como Deluxe, alterna hoy en sus recitales sus viajes al pasado con la experimentación musical, pues tal y como él dice “el sonido al que quiero llegar es una zanahoria que siempre está a un metro de distancia; por eso disfruto del camino”. Su música no es compleja, pero está llena de matices e influencias.

Del último disco a los más conocidos

Comenzó desgranando su último álbum, 'Caldo Espirito' (2023) en el primer tramo del concierto: 'Albatros', 'Salitre y humo', 'Fanega brava', 'Esto no es amor', 'Si mi rayo te alcanzara'... para después introducir un tema en galego, 'A serea e o mariñeiro', que realmente fue el primero que enganchó al público, a tenor de la ovación posterior. Poco después volvería a cantar en su lengua materna –López, que estuvo décadas cantando en inglés-' Paxaro do Demo', “aprovechando este fantástico festival que por lo que he visto apuesta por el folkie y la música de raíz”, dijo. 

Al gallego todavía se le notan aquellos diez años que estuvo viviendo en América, en Buenos Aires fundamentalmente, y se notan sobre todo en los temas de su disco 'Atlántico' (2012), del que recuperó algunos como 'Por el viejo barrio', 'De piedras y arena mojada' o 'Tierra', esta última con más de 20 millones de escuchas en Spotify. Para cuando llegaron estos, el público estaba ya entregado.

El recital fue un ejemplo de indie ecléctico y maduro, que tan pronto se arrancaba con un merengue, como metía en el segundo bis 'La Bamba'; Xoel López tocó un par de guitarras, panderetas, maracas y armónica; y estuvo muy bien acompañado por una banda solvente de seis músicos en la que destacaron sus vientos; dos entusiastas del saxofón y la trompeta, que no pararon en la hora y media corta que duró el concierto.

La sensación que se le quedó al público es la de haber visto a un señor sobre el escenario. Un señor en las formas y un señor músico. Al margen de sus canciones, la elegancia estuvo también en sus trajes, que alternaban colores por secciones musicales. Xoel de color mostaza, los vientos de azul marino, las guitarras de verde, y las percusiones de gris azulado. Un juego cromático similar al que ofrece su repertorio.  

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