LA SANGRÍA CULTURAL QUE NO CESA

¿Por qué Aragón vive cada año una fuga de talento musical?: "Si lo que buscas es ganarte la vida tocando, aquí es imposible"

La ausencia de un proyecto profesional público de orquesta en la comunidad empuja cada año a talentos musicales a emigrar después de una gran inversión en su formación

La Orquesta Sinfónica del Conservatorio Superior de Música de Aragón.

La Orquesta Sinfónica del Conservatorio Superior de Música de Aragón. / AUDITORIO DE ZARAGOZA

Daniel Monserrat

Daniel Monserrat

ZARAGOZA

Alrededor de 250 personas están matriculadas este año en el Conservatorio Superior de Música de Aragón en Zaragoza. Una cosa saben con certeza, cuando concluyan sus estudios, su futuro inevitablemente estará fuera de la comunidad. Esa es la realidad que afrontan los músicos aragoneses que, ante la ausencia de un proyecto profesional público de orquesta, tienen que emigrar año tras año para formar parte de grandes proyectos europeos de orquestas. Esa es la gran paradoja a la que se enfrenta Aragón. Invierte dinero en formar músicos de una manera brillante (el conservatorio es referente en España) para después nutrir a otros lugares con su talento. Todos conforman con sus instrumentos una melodía inaudible en nuestra comunidad.

Así lo cuentan en esta páginas cuatro músicos de las tres provincias aragoneses y de especialidades distintas, lo que es una prueba de que es algo que sucede de la misma forma a todos los niveles. Todos ellos cuenta, algunos a pesar de su juventud, con una sólida trayectoria musical fuera de Aragón y tienen claro que les encantaría volver a la comunidad a, lo expresan con rotundidad, devolver a la comunidad lo que invirtió en ellos desde la enseñanza pública.

Una comunidad referente

La situación es la que es. La comunidad cuenta con un Conservatorio Superior de Música de Aragón de los mejores del país y con un Auditorio de primer nivel alabado en toda Europa, los músicos que aquí hablan lo dejan claro, alguno dice que cuando explica de dónde es todo el mundo conoce la sala Mozart. Y, sin embargo, no es capaz de darle salida a todo ese talento. El último golpe ha llegado esta legislatura cuando el Gobierno de Aragón ha decidido enterrar el proyecto aprobado para que echara a andar un proyecto largamente anhelado, la Orquesta Sinfónica de Aragón. ¿Los motivos aducidos? Presupuestarios, como casi siempre que se quiere acabar con un proyecto, sobre todo en la Cultura.

Que no haya una Sinfónica de Aragón significa que Aragón va a seguir empujando a talentos musicales aragoneses a emigrar en busca de ganarse la vida con todos los conocimientos adquiridos, la mayoría de ellos, en centros de enseñanza musical públicos. En resumidas cuentas, un círculo que no se termina de cerrar.

¿Hasta cuándo?

Por ese motivo, EL PERIÓDICO DE ARAGÓN quiere hacer una radiografía de la situación de una gran cantidad de músicos aragoneses que están brillando en un sinfín de proyectos europeos y que tienen un futuro prometedor por delante. El talento de la comunidad sigue brillando con fuerza también en la música clásica donde Aragón siempre ha ocupado un papel importante en España merced a la programación del Auditorio de Zaragoza. 

El reto (y no parece que se algo que se pueda ir retrasando mucho más) que tiene ahora es conseguir darle salida a tanto talento en la propia comunidad. Se cuenta con centros de formación públicos excelentes, con un Auditorio referente en Europa... Solo falta un paso. 

La zaragozana Coral Tinoco toca el arpa.

La zaragozana Coral Tinoco toca el arpa. / EL PERIÓDICO

Coral Tinoco: "Si lo que buscas es ganarte la vida tocando, aquí es imposible"

La zaragozana Coral Tinoco no duda cuándo se le pregunta si a los músicos aragoneses se les valora más fuera que dentro: «A_mi parecer, aquí cuidamos muy poco lo de casa. Mi abuelo me solía preguntar que por qué no podía hacer lo que hacía fuera, en Zaragoza… Nunca entendió que aquí no hubiera oportunidades para mí». Esa es la realidad que afrontan año tras año muchos músicos que dedican muchos años de su vida a formarse para darse de bruces con la realidad de la comunidad: «En Aragón no hay ninguna opción para desarrollarse como músico de orquesta sinfónica o solista. Si lo que buscas es poder ganarte la vida tocando, es imposible», explica la arpista que desde los 19 años colabora con orquestas profesionales de forma continuada y que durante los años 2011 al 2017 ocupó la posición de arpa solista en la Orquesta Gulbenkian en Lisboa.

Y es que el nivel de los músicos de la comunidad está demostrado que es «muy bueno y tiene mucho mérito porque faltan recursos, hace falta una orquesta de la que se pueda aprender, tanto en la interacción con sus músicos como con la asistencia a sus conciertos» señala la arpista, que, por supuesto, también echa de menos poder volver a casa: «Creo que es muy común cuando te vas haciendo mayor querer recuperar ese sentido de pertenencia que en mi caso no recuerdo haber tenido antes. Pero ahora lo añoro. Mi abuelo Mariano fue quien nos motivó siempre a que fuéramos músicos mi hermana y yo. Nunca me vio ejercer mi profesión en Zaragoza y llegó a arrepentirse de que fuéramos músicos», recuerda Coral Tinoco, que celebra que, al menos, el resto de su familia pueda verla cuando colabora con la Orquesta Reino de Aragón.

Por eso, vivió con tristeza la cancelación del proyecto de la Sinfónica de Aragón: «Las orquestas mas relevantes no son asequibles para todos los bolsillos, y el trabajo de otras orquestas perfectamente podría ser desempeñado por una que estuviera estable en Aragón. Hay muchos aragoneses con un nivel excepcional que se han formado aquí y llevan años esperando esta oportunidad. Lo que aporta una orquesta de la casa es la cercanía. Cada día están esforzándose más por estar integradas en la vida cultural de las ciudades, con conciertos en los parques, conciertos pedagógicos, conciertos en los que los músicos comparten escenario con personas del público». 

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