Zaragoza abraza su primera Reading Party y se rinde al placer de la lectura

Zaragoza ha acogido este martes con los brazos abiertos su primera Reading Party (fiesta de la lectura). La iniciativa, impulsada por el Ámbito Cultural de El Corte Inglés, ha sido todo un éxito y, de hecho, se ha alcanzado el aforo máximo en esta primera convocatoria. Un total de 60 personas se han reunido en la cafetería de El Corte Inglés de Independencia para demostrar que la lectura no tiene por qué ser un acto solitario, si no que, al contrario, puede convertirse en un evento social en el que conocer gente e intercambiar opiniones sobre autores y libros. 

Así, el fenómeno de las 'reading parties' también ha aterrizado con buen pie en la capital aragonesa después del éxito registrado en varias ciudades del mundo. «Vimos que estaban triunfando en Nueva York y que ya se empezaban a exportar a Europa con fiestas en Roma o Londres, así que decidimos celebrar una en Zaragoza», han indicado desde el Ámbito Cultural de El Corte Inglés. La experiencia de este martes ha sido tan positiva que la gran superficie ya está pensando en organizar otra en los próximos meses.  

Lo que se ha cumplido a rajatabla en esta fiesta de la lectura ha sido la obligada desconexión digital que acompaña a estos eventos. Lectores de diferentes generaciones (sobre todo han participado jóvenes pero también personas de mediana e incluso avanzada edad) han dejado a un lado sus móviles y se han rendido de lleno al placer de leer. La velada ha comenzado con 20 minutos de lectura en silencio y ha continuado con otros 15 en los que se entablaron conversaciones y se intercambiaron opiniones sobre libros y autores. Después se celebraron 30 minutos más de lectura en silencio, para concluir con una puesta en común de una experiencia literaria que ha podido llegar para quedarse.

La entrada al evento –que permitió a los participantes descubrir nuevos escritores– era gratuita, aunque la gran respuesta del público obligó la semana pasada al Ámbito Cultural de El Corte Inglés a habilitar un correo electrónico para inscribirse. Por cierto, hubo chocolate caliente y té para todos los participantes